Different [Miss Peregrine]

Capitulo 5 (corregido)

Narra Enoch
Era un completo idiota, realmente lo era. Pero, Rylin hacía bien en irse. Todo lo que alguna vez había amado había muerto, primero mi familia y segundo mi amante Maven.
No quería que nada le pasase a ella, ya que bastante mal lo había pasado. Era una chica increíble, demasiado buena para mí. No comprendía cómo ella podía quererme a mí, un asqueroso chico destrozado. Aunque si éramos sinceros ella tampoco estaba mejor que yo, emocionalmente hablando. Quizás por eso ambos nos queríamos. Nos hacíamos sentir menos solos. Pero ya daba igual, todo daba igual.
—Enoch—me llamó Jacob acercándose a mí. Él y Emma debían de haberlo presenciado todo, la isla era muy pequeña. Me debía de odiar aún más. Observé a Rylin, subiendose en una barca con Emma y Millard, y marchando sin mirar atrás.
—No te entiendo. Realmente no lo hago. Y a ella menos aún por enamorarse de ti
—Yo no se lo pedí—contesté.
—Pero si la dejaste. Y mírala ahora, mi hermana está mal. Siempre lo ha estado, nunca ha recibido un buen trato del resto de la gente. Mi padre el primero. Él le ordena cosas, le insulta, le manipula. Tú eres exactamente igual. Le tratas igual—me encaró.
Sabía que Rylin tenía daddy issues, pero aún así me sentí más imbécil que me lo dijeran a la cara. Me hacía sentir mal por tratarla así, cosa que nunca me había importado antes con nadie.
—Está mejor lejos de mí. Y lo sabes—respondí colocando una barrera emocional, para impedir que Jacob descubriese cómo me sentía y lo que me dolía tratarla así.
—Pero ella te quiere...
—Hay problemas más importantes ahora, Jacob—le corté bruscamente. Levantó las cejas incitándome a decirle.
—Los huecos. Tenemos dos días como mucho. Por eso vine a buscaros. Debemos volver ya—conté recordando yo también todo ese asunto. Asintió y se subió a la barca junto a mí.
En el trayecto, un silencio incómodo reinaba, por lo que me decidí a romperlo. Al menos Jacob merecía saber la verdad, para comprender por qué actuaba así.
—La vi besar a Millard, y sentí celos, muchos, pero me alegré porque no era a mí. No quiero que ella este conmigo, se merece más, a él. Por eso actué como un idiota. Toda la gente que quiero acaba mal, y me niego a que suceda con ella. La quiero de verdad. Pero supongo que todo da igual, los huecos vienen, estaremos muertos en poco tiempo—confesé.
Jacob me sonrió, por primera vez desde que lo conocí.
—No seas pesimista, con suerte los venceré con mi super habilidad de verlos y mis brazos más finos que alfileres—bromeó. Reí en respuesta.
—¿Tregua?—pregunté estirando mi mano hacia él.
—Tregua—dijo estrechándola.

Narra Rylin:
Al llegar junto a Emma, nos repartimos las tareas, ella ayudaría a Fiona con el equipaje para los niños, en caso de que tuviéramos que huir a otro bucle. Millard fue junto a Miss Peregrine, ella le explicaría sobre los mapas y bucles cercanos, en caso de que algo sucediera. Asombrosamente, no comentó nada sobre haberme saltado el entrenamiento o habernos escapado. Tenía problemas mayores. Hugh y Ethan estaban junto a los pequeños, tratándoles de tranquilizar. Jacob y Enoch aún no habían vuelto, pero no importaba, no los necesitábamos.
Yo me ofrecí en ayudar a curar a Miss Avocet.
—Entonces, Rylin, ¿puedes ver a los huecos como tu abuelo?—cuestionó ella.
—Sí, pero también a los invisibles a diferencia de Jacob. Y controlar los 4 elementos. Realmente no sé por qué—le conté.
—Yo sí lo sé, cariño. Y Ama también. Eres valiosa, muy valiosa. Ya lo comprenderás cuando debas—reveló misteriosamente. No pregunté, no quería saberlo. Seguiría su consejo, el momento ya llegaría.
—Tengo entendido que tú y tu hermano no pertenecéis a este bucle. ¿Os quedaréis a ayudar?—interrogó.
—Yo, en un principio sí, pero si mi hermano no acepta, yo iré con él. Entiéndelo son "conexiones de gemelos"—dije acompañándolo de una risa. Ella me siguió el juego.
—Comprendo, pero ambos sois fundamentales—indicó ella. Asentí, sin saber cómo contestar. De repente se quedó mirando hacia la puerta.
—¿Qué sucede Miss Avocet? ¿Qué mira?—pregunté preocupada.
—Enoch O'Connor. Acaba de pasar por aquí. Su aura, era pesada, más de lo normal. Algo realmente le apena, y le duele.
"¿Sería yo?" me pregunté a mí misma. Sabía que él sentía algo por mí, solo que no lo comprendía. Actuaba como si me odiase, cuando en realidad le importo.
—Cariño...¿Pasa algo con Mister O'Connor?—preguntó ella. ¿Acaso lo había dicho en voz alta?
—Si preguntas, sí, lo has dicho en voz alta. Ahora cuéntame querida, ¿qué sucede entre los dos?
—Lo de siempre Miss Avocet. Dos idiotas trastornados emocionalmente se enamoran y no saben como manejarlo, así que el chico actúa bipolar y la chica decide alejarse y se elige a ella—dije con tono irónico.
—Oh, mi querida Rylin. ¿Le quieres?—preguntó.
—Mucho más de lo que debería—afirmé.
—Él también te quiere. Enoch, no lo ha tenido fácil, mi amor. Por eso es cómo es. Su último amor, acabó trágicamente—confesó.
—¿Qué sucedió?
—Enoch acababa de quedarse huérfano y vivía con miedo. No tenía dónde dormir, era finales de los años 30. Le encontré en la calle y supe que era peculiar al momento. Tendría 10 años entonces. Si no te has dado cuenta sé interpretar los auras de la gente, sus espíritus y todo eso, cosa que ayuda siendo una ymbrine. Le acogí y le llevé a mi orfanato, en Cornualles. Estaba devastado por su pérdida, nunca supe realmente cómo sucedió pero debió ser trágico. El caso es que allí conoció a Maven, un encantador chico, su peculiaridad era el fuego, al igual que Emma, o que tú. Bueno, pues hicieron muy buenas migas, y estaban todo el tiempo juntos. Todo el tiempo. Yo pensaba que eran muy buenos amigos, pero entonces descubrí que eran más que eso. He de confesar que al principio me alarmó, eran los años 30, estaba muy mal visto. Pero con el tiempo me di cuenta en lo felices que se hacían a pesar de sus desgraciadas vidas. Y no podía negarles eso. Entonces llegó el 15 de octubre de 1942 y la catástrofe que me hizo crear el bucle. Enoch tenía 16 años, recién cumplidos y Maven tendría 17. Ambos estaban en un parque, en una cita, por la noche. Yo estaba con el resto de mis pupilos, cenando cuando de pronto una tormenta horrible llega sin más. Me asomé a la ventana y observé a un grupo de hombres de ojos blancos, mirándome fijamente, y entonces la ventana se rompió mágicamente. Agarré mi reloj, y encerré a los niños en el sótano, mientras me escapé a buscar a Enoch y Maven. Cuando les encontré, les agarré rápidamente y les dije dónde crearía el bucle, por si acaso. Entonces tuve que matar a algunos wights, y fui hacia el sótano y abrí la habitación secreta. Creé el bucle y puse a salvo a todos, pero entonces me percaté que me había distraído matando wights y había perdido a los enamorados. No podía volver, debía arreglar algunas cosas del bucle, así que me vi forzada a dejarlos. Lo que sucedió después no está claro del todo, pero lo que sé es que todo se destruyó. Maven se sacrificó por salvar a Enoch, y él vio cómo moría a manos de un hueco. Vio cómo le arrancaba los ojos y se los comía. Pero asombrosamente Enoch furioso consiguió matarlo, y vengarse. Huyó y con el tiempo conoció a Miss Peregrine. El resto ya lo sabes—relató ella.
La historia me había afectado mucho, Enoch debía de haberlo pasado de una manera horrible. Eso ni excusaba su comportamiento asqueroso y tóxico, pero me hacía comprenderlo mejor. Poco a poco reunía más piezas para montar el rompecabezas de su mente. No comenté nada más con ella. Finalicé mi trabajo, con la mente llena de pensamientos que no se callaban.
—Rylin—me llamó Millard desde la puerta. Me volteé y le observé. Necesitaba aclarar las cosas con él.
—Gracias por todo Miss Avocet—le susurré antes de marcharme junto a mi amigo.
—Gracias a usted, Rylin.