Different [Miss Peregrine]

Epílogo

Narra Rylin:
Corrí. Huí. Le dejé. Lo abandoné.
Yo le maté.
Debí haber sido yo, no él.
Sus ojos, aparecían en mi recuerdo continuamente desde aquel momento. Cuando crucé el portal no dirigí la palabra a nadie. No era capaz de ello. No podía mirarles a la cara después de lo que había hecho. De lo mal que me había comportado con Enoch. Rompí a llorar, naturalmente. Y fui corriendo fuera de la casa. No había wights, estaba limpio por lo que salí al patio trasero y me senté en las escaleras. Recordé el serio rostro de Enoch, y sus hermosos rizos que le caían por la frente cuando no se terminaba de engominar bien el pelo. Él y yo en la playa, nuestro primer beso, el primer te quiero,  cuando estuve dispuesta a morir por él.
Todo eso era pasado. Enoch ya no estaba. Se había ido. Y yo había sido una imbecil. No le había dicho lo que pensaba, todo lo que tenía que decirle. No había podido agradecerle de la forma correcta todo lo que había hecho por mi.
Joder amé a ese idiota.
Fue él primer chico que quise de verdad. Pero también fue el primero en destrozarme, dañarme y herirme de forma bruta. Nunca llegaré a comprender por qué me engañó, pero en cierto modo se lo agradezco. Enoch y Rylin era tóxico. Y eso me hizo abrir los ojos y darme cuenta de a quién, realmente quería. Sebastian.
Por eso le besé, por eso lo quería proteger como un hermano, por eso prefería estar con él. Yo y Sebastian estábamos destinados, él me salvó indirectamente, me sacó de mi pozo de relación tóxica y me mostró que el amor no tiene por qué ir acompañado de dolor.
Quise a Enoch. Lo amé. Pero no era para mi. Él era diferente.

10 años más tarde:

Narrador omnisciente:

—Sebastian William Devries, ¿aceptas a Rylin Marie Peregrine, como tu esposa, y te comprometes a amarla y cuidarla en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte os separé?
—Sí quiero—pronunció firmemente el joven, mientras un brillo resplandeciente tintineaba en su luminosas pupilas color aguamarinas.
—¿Y tú, Rylin Marie Peregrine?
—Sí quiero—dijo la chica con una sonrisa que podría haberle alegrado el día hasta al peor villano.
—Puedes besar a—comenzó el pseudo sacerdote, pero entonces ambos ya se estaban besando de forma romántica y pasional. El "cura" rió.
—Creo que se me adelantaron—dijo con una carcajada, la cual se contagió a los testigos.
Entonces el jardín estalló en aplausos. Pero para ambos jóvenes era como si fuesen solo ellos dos, y como si cada beso fuera un nuevo comienzo y mejor cada vez.
—¡Un aplauso a los novios! ¡Y otro para el curso de internet de cómo conseguir el título de cura!—dijo Millard y el público rió.
Finalmente la pareja se separó, entrelazó sus manos. Millard les dio un abrazo rápido a cada uno y se excusó diciendo que el baño le llamaba. Rylin y Sebastian bajaron del improvisado altar para ir con los invitados.
La chica dejó arrastrar su vestido sin importarle que se manchara con el césped.
—¡Tia Rylin!—dijo un niño pequeño de unos tres años para lanzarse a los brazos de Rylin. Ella lo cogió y lo elevó por los aires. Entonces los novios se acercaron hacia donde se hallaba el padre del pequeño.
—Cole, estás precioso, ¡has crecido mucho desde la ultima vez!—dijo Sebastian tomando al pequeño ahora.
—¡Pero si nos vimos la semana de después!—dijo inocentemente el niño.
—Se dice pasada, cariño. Papá y yo te lo hemos explicado muchas veces...—dijo con una carcajada Alec. Entonces abrazó a su hermano de manera protectora.
—Enhorabuena hermano. Te quiero y me alegro de que hayas encontrado al amor de tu vida—le dijo Alexander a Sebastian dandole unas palmaditas en la espalda. Entonces se giró hacia Rylin y le depositó un beso en la frente.
—Aún estás a tiempo de unir, y venirte conmigo, Ethan y Cole en lugar de con ese—le susurró de broma. La chica rió fuertemente.
—¡Sí! ¡Tia Rylin vente conmigo! ¡El tío Sebastian es muy feo y yo guapo!—dijo emocionado el pequeño Cole.
—Me parece una gran idea, pero Sebastian es el chico que amo, y a donde él vaya, yo le seguiré y apoyaré—respondió Rylin de forma tranquila. A su esposo las tripas se le agitaron y sintió el revoloteo de millones de mariposas. A pesar de haber podido tener a cualquiera, le había elegido a él. Tomó del mentón a Rylin, y le giró la cabeza para mirarla a los ojos. Le demostró todo con aquella mirada y ella le besó.
—¡Agh cuando crezca no quiero ser así papi!—dijo el pequeño.
—Oh, cariño, yo pensaba lo mismo...—respondió Alec.
—"Yi pinsibi li mismi"—se burló el pequeño Cole haciendo reír a la pareja y a su padre.
—Oye, ¿por qué no hay nadie aquí?—se percató Sebastian.
—¡Es cierto! ¡Con el niño no me había fijado en que estamos solos!—concordó Rylin.
—Cole y yo vamos a buscarlos por ahí vosotros buscad por dentro de la casa—dijo Alec tranquilo. Seguidamente cogió a su hijo y se marchó.
—Planean algo—dijo instantáneamente Sebastian ganándose una risa de su esposa.
—Vamos a la casa, a ver qué han preparado—respondió ella.
—Rylin
—Dime
—Ahora que estamos solos quiero decirte que gracias. Por casarte conmigo. Soy el chico más feliz del mundo—le dijo. Ella se alegro, siempre supo que Sebastian sería el adecuado. Ella se acercó y le abrazó. Entonces se sintió protegida y amada, por lo que sus defensas descendieron bruscamente.
—Te amo—dijo.
—Yo aún más—le dijo él con un beso delicado en la frente. Caminaron al interior de la oscura casa, y Rylin apretó más fuerte la mano de su marido cuando cruzaron por delante de la puerta que un día fue la habitación de la madre de Alec y Sebastian. Entonces oyeron una especie de ladrido, y supieron de quién se trataba al instante.
Llegaron al comedor, donde en lugar de la mesa se hallaba un largo sofá. Nada más cruzar a la estancia todos salieron y gritaron "¡SORPRESA!". La pareja rió.
—Bueno, Horace ha preparado algo muy importante. Que todas las parejitas se sienten en el sofá, los solteros en sillas individuales—dijo Addison mientras se reajustaba las gafas.
Rylin se sentó en el centro del sofá acurrucada con Sebastian, mientras todos les daban la enhorabuena por el matrimonio.
A la derecha de los recién casados se situaron Emma y Jacob, una pareja que había perdurado mucho tiempo, a pesar de sus constantes peleas porque Jake pensaba que the Beatles era mejor que Queen y Emma opinaba lo contrario.
A su otro lado se situaron Ethan y Alec, con su pequeño hijo sentado entre los dos. Alexander había nombrado al pequeño como el hermano difunto de Miss Peregrine, que a pesar de su traición había acabado ayudándole a ganar la batalla, y había amado, como ningún otro.
Al lado de aquella familia se situaron Altea y Hugh. Fiona murió protegiendo a los pequeños un poco más lejos en los jardines en los que habían estado hacía unos minutos. Ella se sacrificó, por ello cuando terminó la guerrera y volvieron a buscarlos al día siguiente, tras liberar a las ymbrines, Hugh se quedó destrozado. Y Altea también acababa de perder a su novio, por lo que fue cuestión de tiempo que floreciera algo entre ellos dos.
El resto, es decir, Millard, Olive, Claire, Browyn y Addison (no preguntéis como el perro se sentó, el caso es que lo hizo de manera muy elegante). Horace se colocó un poco más atrás y cerró los ojos tras conectarse al proyector.
El video comenzó:
"—¿Quiénes sois y por qué conocéis a Abe—preguntó una Emma de 16 años.
—¡Somos sus nietos!—dijo un joven Jake.
—vuelve a mentirme y te juro que la mato—dijo Emma, con una daga en el cuello de Rylin.
—Emma, déjalos. Está claro que dicen la verdad. El Pájaro debe verlos. ¡Bueno aún no nos han presentado! Yo soy Millard Nullings y esta chica tan amable de aquí, es Emma Bloom—.

—Entonces eres invisible—dijo una joven Rylin preguntándole a Millard.
—Sip—.
—¿Y estás desnudo?—preguntó
—Sí—respondió ganándose unas carcajadas.

—Enoch O'Connor te juro que...—dijo Rylin en el agua. Al comenzar esa sucesión de escenas todos se callaron. Aparecían Fiona y Enoch. Rylin apoyó su cabeza en el hombro de su novio, con lágrimas en los ojos. No había día en que no se acordara de Enoch, y como lo había tratado. Miró a Altea y Hugh para descubrir que ambos estaban en su mismo estado.ella se forzó a sonreír.
—¡¿Qué juras eh?!—respondió Enoch con burlas. Rylin hizo sacudir el agua y mojó a Emma y a Jacob.
—Eso—dijo ella orgullosa.
—No te tengo miedo—replicò él acercándose peligrosamente. Entonces Hugh apareció detrás y junto a Fiona se lanzaron y le hicieron una ahogadilla a Enoch. Los cuatro rieron.
—¿Sabes Enoch? Me alegro que hayas encontrado a alguien que consiga sacarte de tu taller de muertos. Algún día recordaremos esto juntos y nos reiremos de los felices que éramos. Y que seremos—le dijo Fiona.
—¿Hugh y tú?—preguntó él.
—Llevamos mucho tiempo y sé que es el amor de mi vida. Lo querré hasta el día de mi muerte—le respondió ella. Hugh y Rylin jugaban contra Jake y Emma al fondo.
—Rylin me gusta mucho, pero soy destructivo. Maté a mi familia por accidente y no puedo permitirme hacerle daño a ella—le dijo él.
—Tú no les mataste Enoch. No es tu culpa. Y Rylin te quiere. Sé que seréis una gran pareja, e incluso familia en un futuro—aconsejó ella.
—ojalá en el futuro, mientras acaricio su mano y veo jugar a nuestro hijo, piense en lo bien que hice en declararme—dijo.
—si no sucede así, ¡seguramente es porque muramos!—dijo Fiona en broma. Un gran sollozo se escapó de los labios de Rylin. Sebastian la abrazó fuerte.
—¡y luego yo soy el pesimista!—rió Enoch"
Los sueños continuaron haciendo reír, llorar (en las escenas de Enoch y Fiona, la madre de Alec y Sebastian y Alec lloró cuando apareció Cole) e incluso a tener arcadas (a Millard al ver cómo habían matado a Kaul).
Pero el vídeo era sus vidas. Y cómo habían crecido y madurado de una dura forma, que solo habían soportado Gracias a que eran una gran familia. Aplaudieron al finalizar en sueño. Los finales son nuevos comienzos, se suele decir, y eso era lo que iba a suceder.
FIN.

¿QUÉ ES DE LAS VIDAS DE LOS PERSONAJES?
Hugh y Altea se casaran y mudarán al mundo normal
Alec y Ethan tendran un niño mediante un vientre de alquiler y se llamará Cole, en honor al difunto Peregrine
Rylin y Sebastian se casarán, tendrán un hijo llamado Lèo, y viviran en el mundo pexuliar dedicándose a salvar peculiares o bucles
Emma y Jacob nunca se llegarán a casar pero seran pareja toda su vida y tendrán una niña
Browyn y Olive serán las directoras de un instituto para peculiares
Claire será una cocinera prestigiosa de los estados unidos
Horace conocerá a un modelo y se enamorará y casará. Después se divorciará y volverá a casar con otro modelo y junto tendrán una empresa de moda de alta gama.
Tras la explosión en el bucle Millard podrá controlar cuando desea ser invisible, por lo que se dedicará a la medicina y descubrirá la cura del sida.