Miedo a amar (Editando)

2. Nuevo instituto.

Capítulo 2.

Narra Bruce.

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Estaba discutiendo con papá, me sentía muy enojado porque siempre que conversamos sobre ese tema terminamos peleados.

- ¡No me dejes hablando sólo Bruce!___ pronunció cuando abrí la puerta de entrada.

Mediante su tono de voz pude notar que estaba enojado y adolorido.

- ¡Déjame en paz! ___ contesté molesto y cerré la puerta con furia.

No sé a dónde me dirigía, sólo quería alejarme de allí y no pensar en todas las ganas que tenía de gritar enfurecido en ese momento.  Traté de evitar no sentirme enojado y recordé que ésta era la última semana de vacaciones, al menos podría estar en el instituto y no discutir con mi padre.

De repente visualicé a una chica de cabello largo y rubio a unos metros de mí, un auto se aproximaba hacia su dirección y ella estaba demasiado distraída como para notarlo. Fui corriendo lo más rápido que pude y la salvé, ella me lo agradeció enfocando sus bellos ojos cafés hacia mí, le pregunté cómo se llamaba y no me respondió, luego bruscamente se fue llorando y no la pude seguir porque el semáforo se había puesto en verde y los autos comenzaron a moverse mientras sólo la veía alejarse cada vez más.

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Desperté de golpe de aquel sueño que parecía real. Tenía mi guitarra encima del pecho y recordé que lo estaba ejecutando antes de quedarme dormido. Miré la hora y era casi media noche.

Lo extraño no fue haber soñado que discutía con mi padre, ya que eso ocurre con frecuencia, lo raro fue soñar a la chica que había ayudado la noche anterior. Su rostro me apareció en la mente, ¿Por qué estaba tan distraía y se la veía triste?. Eso fue lo que me había preguntado luego de que se alejó de pronto. Tal vez fue por eso que apareció en mis sueños, porque me quedé con intrigas y curiosidad, porque me dejó con ganas de volver a verla y saber más de ella.

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Narra Abie.

- Cariño, ¡Despierta!___ escuché la voz de mi madre mientras me estaba tocando el hombro. Abrí los ojos y los míos se encontraron con los suyos, que por cierto eran verdes, de ella heredé mi lindo cabello rubio. Lastimosamente no saqué el color de sus ojos.

- Hoy es el primer día en tu nuevo instituto, ¿Y ya piensas llegar tarde?___ me dió un beso en la frente antes de salir.

¡Rayos! Pensé y me levanté en segundos de la cama.

¡Había olvidado de poner el despertador! Era mi primer día de clases. Nuevo instituto, nuevos maestros y también nuevos compañeros. Todo eso me ponía nerviosa.

- ¡Bajo en cinco minutos! ___ contesté apurada.

Me di una ducha, luego me vestí lo más rápido posible, peiné mi largo cabello rubio y lo recogí.

Me puse unos jeans se tono azul oscuro, una remera rosada y una chatita que combinaba con esta. Desayuné un rico yogurth de vainilla con cereal, lastima no pude disfrutarlo tanto, ya que se hacía cada vez más tarde.

Típico de mí.

Mamá me estaba esperando en el auto y faltaban veinte minutos para que comiencen las clases cuando nos pusimos en marcha.

Mientras íbamos en silencio recordé que mi madre empezaba a trabajar desde hoy y saber eso me ponía bastante tranquila porque al menos podría estar un poco distraída y menos preocupada. Desde que nos mudamos tuve que tratar de fingir que todo esto no me afectaba tanto como a ella, pues tengo que ser fuerte y adaptarme, debo hacerlo por mi madre porque la vida ya ha sido bastante injusta con ella y no se lo merece.