Miedo a amar (Editando)

12. Tal vez.

Capítulo doce.

Narra Bruce.

Iba caminando apresurado por los pasillos mientras el rostro de Abie me aparecía en la mente una y otra vez. Necesito hablar con ella pero conociéndola, estoy seguro que aún no ha llegado.

- ¡Hey, Brother!.

Visualicé a Owen acercándose rápidamente.

- Qué hay brother____le dije cuando se paró frente a mí y chocamos los puños.

- Acaban de lanzar la lista oficial del equipo y adivina quiénes fueron convocados como todos los años___ comentó con aires de grandeza.

De repente me quedé pensativo. Me había olvidado por completo de que el torneo más importante del año estaba por iniciar. Una competencia en el cual participan todos los institutos prestigiosos de la ciudad. Definitivamente estoy bastante distraído últimamente.

- ¿A caso no te alegra escuchar la noticia?___ me miraba frunciendo el ceño.

- Claro, sólo que no me lo esperaba. Pensé que el señor Robert me excluiría de la lista, por lo que ocurrió el año pasado.

- Sabe que Christ the king no sería igual sin ti, y por más que el señor Robert sea exigente, reconoce que eres fundamental para el equipo.

- Eso debe ser___ contesté cuando de pronto volví a recordar el momento en que Abie y yo nos besamos.

- ¿Qué esperas?___ me observó confuso___ El entrenamiento empieza dentro de cinco minutos, andando___ me indicó con la cabeza para que me moviera y di unos pasos.

- ¿Pero qué hay con la clase de matemáticas?___ pregunté.

Él se detuvo de golpe y me observó con reprobación.

- ¿Desde cuando a Bruce Walker le importa estar en clase? Los maestros ya están informados de quiénes son los convocados para el equipo de fútbol, sí eso es lo que en verdad te preocupa___ dijo esto último aclarando la garganta.

Luego de ir al vestidor a ponernos nuestras prendas deportivas azules ingresamos al campo en donde estaban los demás integrantes del equipo. Comenzamos a hacer diferentes ejercicios de estiramiento y luego íbamos a trotar alrededor del campo cuando escuché que el entrenador me llamó.

- Walker. Ven un minuto, por favor.

Me acerqué hacia el hombre de cabello canoso.

- Sr. Robert___ pronuncié estrechando su mano.

- Me alegra que vuelva a ser parte de este equipo___ contestó.

- Gracias entrenador. Debo ser honesto y confesar que no esperaba que me admita este año, ni para suplente.

Me tocó el hombro.

- Lo pensé varias veces para hablar por ti con el director___ me observó seriamente___ pero todos nos equivocamos y merecemos otra oportunidad.

- Tiene toda la razón. Se lo agradezco señor Robert___ sonreí___No lo defraudaré esta vez.

- Eso espero muchacho___ me dió una leve palmada en el hombro.

Seguí trotando y luego de varias vueltas mi remera ya estaba repleta de sudor. El cansancio comenzaba a aparecer pero no quería defraudar al señor Robert, no esta vez. Transcurrieron los minutos y el silbato indicaba que el entrenamiento había culminado.

Estaba en el vestidor cuando terminé de darme una ducha bastante refrescante. Me senté en el banco y recosté la cabeza por el casillero cerrando los ojos, mientras algunas gotas de mi cabello corrían hasta mis pestañas. Tenía el torso descubierto y seguía con la toalla puesta alrededor de las caderas.