Miedo a amar (Editando)

6. Fiesta de Bienvenida.

Capítulo 6.

- ¿Oíste lo que dijo el director? ¡Habrá una fiesta de Bienvenida!___Dijo Helen entusiasmada, mientras estábamos en el receso.

- Sí, y será este viernes___ contesté tratando de sonar interesada.

- ¿Me supongo que iremos juntas, no?___ preguntó advirtiendo.

- Puede ser, si no se te ocurre volver a dejarme plantada como ayer___ dije disgustada___ me dejaron sola y por culpa de ustedes me quedé dormida en la sala.

- Ya nos disculpamos por eso___ aclaró André llegando junto a nosotras.

- Es verdad, además, no deberías estar molesta en lo absoluto, ya que mediante eso Bruce te llevó hasta mi cuarto___ comenzó a reír y molestarme.

Rodé los ojos, y aunque no recordaba nada. Ni siquiera deseaba imaginarme esa escena.

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La noche anterior.

Narra Bruce.

Eran casi media noche cuando apagamos la Playstation y me estaba retirando luego de haber escuchado las quejas de Owen por haberle ganado la mayoría de las veces, y también a André, pero él se había ido temprano.

Estaba camino a la puerta de entrada cuando escuché que el televisor de la sala estaba encendida, ingresé y las luces estaban apagadas, creí que Helen y Abie seguían allí, ya que André dijo que se había molestado con Helen, y que por eso subió junto a nosotros. Me llevé gran sorpresa cuando encontré a Abie durmiendo en el sofá, y estaba sólo ella, con el control en la mano, a punto de caerse. Me acerqué silenciosamente, y traté de quitárselo para apagar el televisor, ya que el volumen estaba demasiado fuerte.

Cuando estaba logrando quitárselo, de repente me agarró de la muñeca y se movió lentamente mientras quedaba de costado en el sofá. Le miré de inmediato sin moverme pero ella seguía profundamente dormida. Seguía sin soltarme, esta vez su suave mano se deslizó lentamente hasta llegar a la mía y tuve que arrodillarme en el suelo quedando cerca suyo. Giré lentamente y con la otra mano bajé el volumen del televisor.

Le observé unos segundos más antes de pensar en cómo separar mis manos de las suyas sin despertarla. Notaba como respiraba tranquilamente, sus pestañas eran largas como la noche, y parecía demasiado tranquila en comparación a la vez en que la conocí aquella noche. Traté de alejar mi mano que estaba bajo la suya, cuando lo logré le acaricié la mejilla suavemente y luego de esto frunció el ceño diciendo algunas palabras, aún profundamente dormida.

- Lo siento___ pronunció cambiando de expresión, al parecer estaba soñando algo que no le agradaba___ James, no te vayas.

Le miré con curiosidad.

¿Quien era ese tal James? ¿Y por qué Abie se veía tan preocupada cuando lo mencionaba?.

Luego de unos segundos su expresión volvió a estar de forma serena.

El clima estaba fresco, y decidí que no era buena idea que se quede allí, ya que estaba descubierta, pero tampoco quería despertarla. Apagué el televisor y le cargué a mis brazos cuando rápidamente su dulce perfume recorría en mis narices. La llevé a la habitación de Helen, quien también ya estaba dormida y luego me fuí.

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Estábamos camino a la clase de Ciencias cuando les dije a André y Helen que se adelanten porque iba a guardar algunos libros de la clase anterior en mi casillero. Esos dos fastidiosos no dejaban de molestarme por lo de anoche.

- Buenos días___ oí al dar unos pasos en el pasillo y al reconocer esa voz me detuve____ ¿Por si acaso a ti no te dicen la bella durmiente?.

¿Bella durmiente? ¿Era en serio?.