Clavirence

Nuevos comienzos

Por fin he llegado, Hellynswood...Es un lugar pequeño y algo rústico pero me servirá para alejarme de mi pasado por un largo tiempo.
De repente empieza a sonar mi teléfono.
-¿Hola?- Pregunto.
-¿James? Soy tu tía Laura, ¿Que tal?, ¿Has llegado bien?
-Si...ahora mismo estoy en mi apartamento desempaquetando las últimas cajas.
-Me alegro, espero que este viaje te vaya bien para alejarte de ya sabes...de...
-Si tía ya sé a quien te refieres y si no es mucho pedir me gustaría que no la mencionases,prefiero dejarla en el pasado.
-Está bien...
Sigo hablando con mi tía durante un rato hasta que me doy cuenta de lo tarde que es.
-Bueno te tengo que colgar, mañana tengo que madrugar.
-Es verdad, mañana empiezas en el Clavirence ¿No?
-Si y por eso es por lo que te tengo que decir adiós.
-Cuídate James.
-Adiós tía.
Le cuelgo.
Bien, y ahora a dormir.
Pongo el despertador a las ocho y me acuesto.
-A la mañana siguiente-
El despertador me despierta haciendo un ruido infernal.
-¡Me cago en la leche!, ¡¿Cómo se apaga?!
Automáticamente lo tiro contra la pared. Acto seguido me doy cuenta de que acabo de romper el único despertador que hay en mi piso y de lo idiota que soy por haber hecho eso.
-En fin...
Me levanto y me dirijo a la cocina a prepárame un café.
Después me ducho, me lavo los dientes, me peino un poco mi alborotado pelo y por último me visto con el uniforme del Clavirence.
Es un pantalón simple de color gris, una americana negra que a su derecha tiene en pequeño el emblema del Clavirence, una camiseta blanca, una corbata negra y unos zapatos negros básicos.
Ya listo, cojo mi mochila y me voy.
Cuando llego, lo primero que veo es un gran edificio con grandes ventanales y unas escaleras que tienes que subir para llegar a la entrada.
Es un edificio bastante elegante para un pueblo tan pequeño.
-¡James! ¡Cuanto tiempo!
Y allí lo vi...a la única persona que me encantaría ver a pesar de formar parte de mi pasado...