El placer de uno mismo

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¿Lois Delacrouse? ¿Se referirá al chico al que estaba pegando el camello de Calum?
-¿Y Lois es...?
-Un chico bajito, rubio, con unas gafas grandes y súper adorable.
-Ahh, ya sé ha quien te refieres.
-Cuéntanos, ¿qué te hizo sacar el valor para defenderle?
-Ehh...pues yo que sé.
-Oye, se supone que eres un "héroe".
-Pero si solo me lié a hostias con ese camello.- digo sin importancia
-¿Has dicho camello?- pregunta Mary sorprendida
Mierda creo que no debería haber dicho eso.
-Emm nada..me tengo que ir.
Empiezo a caminar con dirección a la salida a pesar de que Mary y Paty me siguen.
-Cuéntanos, ¿Perry Williams es en realidad un camello?
-Que va.
Me cago en la leche, ya sé por qué dicen que son tan plastas, ¿cómo me las quito de encima?
De repente sale Yonah de un salón que está al lado de donde yo me encuentro.
-¿Qué tal primo?
Eh ahí mi solución, o querido Yonah ¿Que haría yo sin ti?
-¿Has dicho primo?-pregunta con sorpresa Paty
-Si, somos primos.
-¡Que fuerte, James Parish y Yonah Hampson son primos!- dice sorprendida Paty
-Y ahora si nos disculpáis James y yo tenemos asuntos que atender.
Entonces Yonah y yo salimos de Clavirence y nos dirigimos al aparcamiento, donde está mi moto.
-¿Te vas ya a tu casa?- Me pregunta Yonah.
-Que va, hoy me voy al gimnasio a desfogarme un poco con el boxeo.
-¿Y eso?- pregunta con sorpresa
-Pues...han pasado muchas cosas entre hoy y ayer.
-Cuéntame.
La verdad es que no sé si se lo quiero contar a Yonah, no tengo ni idea de si el también es uno de los polvos mañaneros de Calum. Además de que tampoco tengo ganas de hablar de cómo me siento.
-Ahora no es un buen momento, ya te contaré.
-Okey.
Me subo a mi moto, me despido de Yonah y me dirijo al gimnasio.
Llego, entro y me voy al vestuario a cambiarme.
Empecé a boxear hace un año, mi terapeuta me recomendó concentrar toda mi ira en el boxeo. Esa zorra me dejó hecho polvo.
La psicópata de Amelia...
Doy un golpe fuerte al saco.
¿Qué hice yo para que me dejara tan tocado que me tuviese que ir de Blaesen?
Doy otro golpe más fuerte.
Y encima Calum me la juega, ¿cómo puede ser que un imbécil como el me vuelva tan loco?
Cada fracción de él me atrae. Es como la pieza de un rompecabezas sin terminar. Lo único es que el cabrón solo quiere jugar conmigo.
Esta vez doy un golpe tan fuerte que casi tiro el saco.
Me quedo allí hasta las siete y cuarto.
Mierda se me ha hecho muy tarde.
Cojo mis cosas y me voy a mi piso. Llego, me ducho y me pongo únicamente unos bóxers negros.
Entonces me empieza a llamar mi tía Laura.
-¿Hola?
-Hola James, ¿qué tal?
-Bien...
-Uy, ese bien no ha sonado muy bien.
-No sé, bueno, la verdad es que me han pasado algunas cosas.
-¿No habrá sido Yonah verdad?
-Que va, de echo hoy me ha salvado de unas cotillas.
-¿Entonces?
-Nada que quiera mencionar ahora.
-Esta bien.
Seguimos hablando durante un rato hasta que alguien llama a la puerta.
-Adiós tía Laura, te tengo que colgar.
-Adiós.
Cuelgo, dejo el móvil en la mesa y me dirijo hacia la puerta.
La abro, y para mi sorpresa es Calum, o más bien un Calum borracho.
-¿Qué haces aquí?
-Te necesito.- apenas se le entiende
-¿Necesitar? Solo hace dos días que me conoces.
-Pero tu también lo has sentido, ¿verdad?
Me quedo callado unos instantes.
¿Cómo voy a decirle que no si también lo he sentido?
-Puede, pero eso no quita que no quiera ser uno de tus juguetes sexuales.-digo con un tono molesto
-Joder James.
Calum se cae encima mío.
-¿Cuánto has bebido?
-Media botella de Vodka.
-Te has pasado.
-Lo sé, ¿puedo pasar y tumbarme un rato?
-Sisi, pasa.
Llevo a Calum hasta mi cama, y lo tumbo.
Verlo tumbado mirándome de forma tierna y encima diciendo que me necesita me pone tanto. Mi corazón comienza a latir deprisa.
-Gracias.
-¿Qué quieres de mí?
-No lo sé.
-Mira, he pasado por muchas movidas para que ahora vengas y me marees.
-Que borde eres macho.
-Normal, estás borracho, en mi cama y para colmo me estás poniendo cachondo.
-¿Con que te estoy poniendo cachondo eh?-dice con un tono pícaro
-Calum no sigas.
-Me preguntas que quiero de ti, pero tu ni siquiera sabes lo qué quieres de mi.
-Yo lo sé a medias, te deseo pero a la vez no me puedo arriesgar a que me utilices como a Rubio.
Calum se acerca a mi y me besa.
-James, la tienes palote.-dice con una risita
Me la miro y...tiene razón. Quiero que me la toque, pero también quiero trazar una línea entre los dos.
¿Qué debo hacer?
Calum se acerca a mi polla.
-Quiero comértela.
-Hazlo.
Calum me quita los bóxers y comienza a chuparme la polla.
Gimo sin parar, su lengua recorre cada rincón de mi pene. Quiero entregarme a él, pero a la vez quiero separarlo. ¿Qué cojones puedo hacer?
-Quiero...más...de ti-Digo entre gemidos.
Entonces Calum me abre las piernas y comienza a chupármela de forma más violenta.
Sus manos grandes y suaves están en contacto con mi piel.
Gimo sin parar, quiero que tenga todo de mí.
De repente Calum se detiene.
-Date placer delante de mí.
-¿Qué?-Pregunto sobresaltado.
-¿Es qué nunca te la has tocado?
-Claro que lo he hecho...pero no delante de nadie.
-Quiero ver como te tocas.
-Eres un puto pervertido.
-Si quieres te la meneo yo.
¿Qué hago? Me gustaría que el me la tocara, pero sé que le pondría más que yo me la tocara delante de él.
¿Qué cojones estoy haciendo con mi vida?
-Me lo haré yo...
Agarro con mi pene con la mano derecha y comienzo a frotarla.
¿En qué puedo pensar para darme más placer? En...Calum.
Empiezo a frotarla más deprisa. La imagen del Calum de la otra noche, el cual me frotaba la polla, me descontrola.
Estoy a punto de correrme pero como la otra vez Calum me para.
-Quiero correrme contigo.
Calum se desabrocha el pantalón y saca su polla erecta, se acerca a la mía y acto seguido las junta.
Calum coge la mía y comienza a frotarla.
-Mastúrbame-dice Calum.
Se la cojo y hago lo que Calum me ha dicho.
Estamos tan cerca el uno del otro. Mi corazón late con tanta fuerza que siento que se va a salir del pecho.
Empezamos a frotarlas con fuerza y cada vez se va haciendo más salvaje.
Los dos gemimos el nombre del uno y del otro sin parar.
-¡Calum me voy a correr!
-¡Córrete conmigo!-grita Calum
Y...¡Puf! Me corro.
Los dos nos desplomamos en mi cama.
-Dios...no me gusta admitirlo pero haces unos polvos que son la hostia.- digo cansado.
Calum suelta una carcajada, después comienza a acariciar mi pelo.
-No sé que tienes, James Parish, pero haces que no me quiera separar nunca de ti.
-haces que no me quiera separar nunca de ti-
¿Que significa eso...?

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