Clavirence

Un día de perros

¿Qué es lo que quiero?, se supone que estamos bien, que nos queremos, entonces...¿Por qué volvemos a discutir como siempre?
-James, no te vayas.
-Eso he hecho, y mira como nos va.
-Si simplemente, dejáramos los celos o de buscarnos las cosquillas, entonces nos iría bien.
-¿Y crees que podemos hacer eso?
-Podemos intentarlo, solo una vez más.
-Solo si me prometes una cosa.
-Lo que sea.
-Si algún día, me da por volver a casa, para no volver, ese día, no tendrás más opción que dejarme ir, sin cosas como, "no te vayas", o "te necesito", ¿Vale?
Sé que es duro, pero necesito una garantía, de que si las cosas salen mal, podré empezar de cero, sin excusas y sin rencores.
Calum se revuelve el pelo.
-Vale, supongo, que todo tiene un precio, incluso el amor.
-No es un precio Calum, es una forma de dejar todo esto atrás sin ningún resentimiento.
-Entonces, vale, pero me tienes que prometer que no te irás a la primera de cambio.
-Prometido.
Te lo prometo, aunque sea mentira, siempre huyo, de todo y de todos, ¿Por qué será?, puede que en el fondo, todavía queden heridas sin cicatrizar.
Calum se acerca a mí, y me da un casto beso en los labios.
-Me voy, esta tarde no iré a lo de Yonah.
Y dicho eso, se va.
La he cagado...y mucho, supongo que no hay día en el que ninguno de los dos cometamos errores de los gordos.
En fin, lo hecho hecho está, ahora solo me tengo que preocupar de llegar a tiempo a la quedada con Yonah.
Enciendo mi móvil y le mando un mensaje.

-Me ha pasado algo, algo...¿Fuerte?, no tengo ganas de esperar a las cinco, ¿Quedamos ya en la casa de las tortitas?
James-

Después de unos pocos segundos, me llega un mensaje.

-Claro, ya me contarás lo qué te ha pasado, ¿No es nada relacionado con cierto nombre que empieza por "A" no?
Yonah-

¿A?, ¿A quién se refiere?...espera...Amelia, ¿En serio cree que todavía no lo he superado?...bueno, está ese sueño tan raro que he tenido, lo del espejo, los insultos, lo de que si ya la había olvidado, puede que mi "problemilla" no sea por ella, pero no me vendría mal contar mis mierdas a Yonah.

-No realmente, es más por cierto bombón que empieza por "C", aunque sí que me ha pasado algo un poco raro con Amelia, te lo cuento mientras nos zampamos esas tortitas.
James-

-Vale, nos vemos allí.
Yonah-

Apago mi móvil y salgo de casa, rumbo al local.
Cuando entro Yonah ya está sentado en una mesa.
-James- dice mientras me saluda con la mano derecha.
Me acerco a él y me siento.
-Hola, ¿Qué tal?
-Bien, pero por tu mensaje, no parecía que tú estuvieras bien.
Suspiro.
¿Cómo contarle que parezco un puto bipolar cuando estoy con Calum?, y que además, hemos pasado de un "te quiero" a "Me piro de aquí".
-Pues, toda la movida comienza, cuando Josh me estaba comiendo la polla en la hora del patio.
Yonah está estupefacto.
Vale, puede que haya sido demasiado directo.
-Luego, aparece Calun y empieza a pegar a Josh, después, Calum me acompaña a casa, me dice que me quiere, y bueno, acabamos haciéndolo en el sofá y en la ducha, pero ahí no acaba la historia, al parecer, digo algo que a Calum le molesta, entonces yo me molesto, y terminamos discutiendo, y para darle el último toque a la desastrosa situación, Calum se pira, por cierto, ¿Se me ha olvidado mencionar que estamos saliendo?
Yonah se queda mirándome sorprendido durante algunos segundos, hasta que pestañea varias veces y por fin aterriza en la tierra.
-Guau.
-Ya.
-¡James!, ¡Madre mía!, ¡A donde vas montas un drama!
La escasa gente que hay en el local, se percata de nuestra presencia.
-Ya ya, pero baja la voz que estás gritando.
Yonah se revuelve el pelo nervioso, justo como lo que hace Calum, que manía, ¿Por qué siempre se revuelven el pelo cuando la cosa se tuerce?
-Creo que en esto no te voy a poder ayudar.
-Lo sé, entre que Calum está enfadado y Josh va detrás mío.
-James, si quieres quietarte lo de encima, entonces denúncialo.
Denunciarlo, ¿Cómo es que no se me había ocurrido antes?
-Tienes razón, pero a lo mejor hay otra forma, puede que hablando con él las cosas se solucionen.
-Si tú lo dices.
De repente aparece una camarera mediana edad, con una libreta y un boli.
-Buenas tardes, ¿Qué os pongo chicos?
Yonah mira el menú.
-Para mí, un batido de chocolate y unas tortitas con sirope de arce.
Ahora que recuerdo, una de las cosas favoritas de Yonah son los dulces, me cuesta creer que esté cuadrado, viendo todo lo que come.
-Para mí un café solo- digo sonriéndola.
-Vale, en seguida os lo traigo.
La camarera recoge los menús y se va.
-Cambiando de tema, ¿Qué es eso que te ha pasado con Amelia?
Es verdad, el sueño perturbado, otra cosa más que añadir a la lista de "¿Cómo coño le explico esto?"
-Esta noche he tenido un sueño súper raro y acojonante, había un espejo en frente mío el cual no paraba de insultarme, pero se notaba quien era, era Amelia, y sentía como si fuese a volver.
Yonah me mira con pena.
-Ya han pasado dos años, James, estás a salvo, sé que últimamente te han venido recuerdos y tal con ese baúl, pero ella no va a volver...¿Has pensando en...volver a hablar con Richard?
Richard, mi psicólogo de Bleasen, era majo, pero paso de volver a entrar en un sitio en el que me tratan como si fuera un sujeto más, un bicho raro, una obra de caridad a la que hay que ayudar, con su frase estrella "Te puedo ayudar a superar esto, solo tienes que confiar en mí".
-No quiero, paso de volver a sentirme como si fuera un loco, al que fingen interés en ayudar, cuando en vez de verme como a un igual, toman notas de mis mierdas y me tratan como si en cualquier momento fuese a romperme.
-¡¿Y cómo piensas quietarte la de la cabeza?!, ¡¿En serio crees que todo se soluciona con decirte a ti mismo que puedes con esto?!, ¡Han pasado dos años y sigues rezando para que no venga a por ti!, ¡Despierta de una vez, el mundo no gira al rededor tuyo, ni tampoco la gente está pendiente de lo que haces las veinticuatro horas!
Yonah se levanta de golpe, saca un billete de viente dólares y lo deja en la mesa, después sale a paso agigantado del café.
¿Y ahora qué que he hecho?, me da igual lo que diga, paso de volver a esos días en los que me torturaba a mí mismo con lo gilipollas que había sido, encontraré la forma de pasar página.
Se acerca una camarera.
-Disculpa, el pedido de tu amigo ya está, ¿Lo vas a cancelar o..?
Será mejor que me vaya.
-Si, toma.
Le doy el billete de veinte.
-Por las molestias.
Salgo rápidamente del restaurante.
He cabreado a dos personas en un mismo día, ¿Se puede ser más idiota?
No tengo ganas de ir a casa, tampoco de llamar a nadie, puede que me venga bien estar solo un rato, aunque, hay algo que no me vendría mal, alcohol...