Capítulo 42: Mírame a los ojos Parte 2

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M E G A    M A R A T Ó N
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Mansión Wayne. 10:13 a.m.
Entraron sin ningún cuidado. Conducieron a toda velocidad y derribaron la reja de entrada, los guardias no pudieron hacer nada, ya que incluso a algunos se los habían llevado entre las llantas de la furgoneta. Las personas dentro de la mansión escucharon el escándalo; de hecho, Bruce estaba junto a la ventana de su habitación y los vio llegar, así que previno a Alfred y a Jerome para que cerraran puertas y ventanas. No quiso llamar a Gordon porque sentía que podía arreglar eso por su cuenta, Pepper lo quería a él y a Jerome, después de todo; traer a Jim sólo la alejaría a ella.

Con las luces apagadas y todo perfectamente cerrado, los tres se reunieron en la sala de estar y se prepararon con objetos pesados y filosos para cualquier cosa; pero esto no se trata de que Jerome se está escondiendo, sino que está ayudándola a capturar al muchacho. Él dejó la puerta de la cocina abierta. Mientras todos estaban sentados cerca de la chimenea por el frío que se manifestaba adentro más que afuera, ellos estaban entrando...

—¡Doe, deja esas galletas o te corto la mano! —gritó Pepper, en voz baja.

El grupo se deslizaba por la cocina como si fueran ladrones, aunque algunos tenían hasta prohibido respirar por el ruido que hacían. Al salir de la cocina, Pepper le ordenó a su grupo que buscara en todos los cuartos de arriba, mientras ella y otros dos buscaban en el primer piso; necesitaba a ese par por si acaso encontraba al muchacho, necesitaría controlarlo y ella estaba consciente de que sabía pelear.

Cuando Pepper creía que su grupo hacía sólo lo que les había pedido, ellos en realidad se estaban aprovechando de que hubieran podido entrar a la casa de un multimillionario: Doe se observaba en cada espejo que encontraba a medida que caminaba, pero como eran demasiados, sólo se observaba por tres segundos en cada espejo. Daisy imitaba graciosamente las expresiones de las personas retratadas en los cuadros de las paredes. Donovan iba tomando cosas que le parecían útiles, tales como objetos afilados, una tuerca, una bolsa llena de algodón, un frasco vacío y unas tijeras; sólo él sabía qué haría en su tiempo libre con todo eso. Valery observaba cada detalle en la mansión, sentía que algo muy interesante se le escapaba a medida que se alejaba de la primera planta; algo como una puerta secreta o una carta escondida con muchos secretos. Y, por último, estaba Alexander, quien ahora estaba tratando de evitar todo tipo de contacto con los objetos de la casa, aunque claro que no pudo salvarse de la alfombra; temía que estuviera infectada de gérmenes o insectos. Claro que su novia no apoyó con ese último punto:

—¿Qué es...? ¡Oh, un amigo! —exclamó Daisy, agachándose para sacar a la cucaracha que había visto debajo de un mueble.

—Daisy —habló Valery—, no vayas a...

—¡Wohoo! —saludó ella, ahora con la cucaracha sobre la nariz.

Alexander ahogó un grito y se lanzó dentro de una de las habitaciones, por suerte, no había hecho demasiado ruido. Donovan negó con la cabeza y se adelantó por el frente, Daisy guardó a su nuevo amigo —a quien apodó "Taddeus"— en el bolsillo de su saco y Valery se cruzó de brazos para escuchar qué tontería tenía que decir el loco de cabello negro rizado; Doe estaba molestando a Alexander diciéndole que había arañas en la habitación en la que estaba metido.

—Pienso que hablo por todos cuando digo que ya me harté de estar en grupo —habló Donovan—, ¿por qué no nos repartimos los pisos y así terminamos más rápido?

Y nadie se negó. Al haber recorrido ya varios pisos —gracias a que se habían separado—, el Grupo de Fenómenos se dio cuenta de que la Mansión Wayne no estaba tan "llena de cosas" o secretos como ellos pensaban, ya que la mayoría de las habitaciones que ellos pudieron abrir estaban vacías, la mitad de la otra parte tenía sólo objetos antiguos o pertenencias de los señores Wayne, y la otra mitad de esa misma parte simplemente estaban cerradas. En cuanto a los secretos, bueno, ellos tenían el corazón tan manchado como para prestarle atención a lo que creían que sólo eran cursilerías en un papel, en vez de mensajes que abrían más que ojos o puertas.

ᴬ ᵁ ┇𝑺𝒎𝒊𝒍𝒆┇Jᴇʀᴏᴍᴇ VᴀʟᴇsᴋᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora