Capítulo 18/. Pesadilla

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Cuando los elementos regresaron al palacio Natura les asignó sus habitaciones. Estas se encontraban en un pasillo que daba directamente a unas pequeñas escaleras que subían a la habitación de la princesa. Churo dormía cerca de las escaleras y enfrente de la vacía habitación de Rapir. Aidil dormía enfrente de Aquel. Al lado de Aidil, Plant y enfrente de este, Zul, a su lado Fayer y delante Tair. Todas las habitaciones eran iguales, del mismo tamaño, bastante grandes, pero Natura les había dado completa libertad para decorarlas y hacerlas a su gusto, al igual que libertad para ir a cualquier estancia del palacio.

Ya entrada la noche no se oía ningún ruido en el Palacio, Natura era la única despierta pues al ser inmortal no le hacía falta dormir. Pensaba en todo lo que les esperaba a partir de ese momento. Las visiones habían parado entonces no estaba segura de si la creación de los Elementos había servido para hacer frente a la guerra. Se preguntaba por el extraño comportamiento de Churo, parecía que estuviese normal pero había algo raro. Estaba  preocupada por Tair, era una creación de Serpient y él lo quería en su posesión, al igual que a Plant. ¿Qué habría notado Serpient para decir que quería matar al chico? 

Unos potentes gritos rompieron el silencio de la noche y los pensamientos de Natura. La princesa se levantó de un salto, cogió a Destino y salió corriendo hasta llegar a la habitación de donde provenían. Se paró delante de la puerta de Tair y al entrar encontró un aterrorizado Zul. El chico había llegado antes que ella y se había quedado paralizado.
Tair parecía haberse transformado en un ser espantoso, con grandes garras y horribles ojos negros, su cuerpo estaba envuelto en llamas oscuras. Pero cuando la princesa se fijó se dio cuenta de que en realidad Tair seguía con el físico normal y aquello que veían era una criatura que salía de su interior.
Natura se asustó, no sabía lo que pasaba. Cuando llegaron los demás cogió a Churo por el brazo y se acercaron a Tair. Era difícil avanzar, descubrió que cuando las llamas le rozaban creaban una sensación de angustia y pena.
Al llegar al lado de Tair la criatura no paró de moverse ni de gritar, agitando las garras en el aire. Al ver a la chica la criatura se incorporó e intentó atacarla. Natura reaccionó pronto y logró esquivar el primer zarpazo, pero el segundo creo un pequeño rio de sangre en su mejilla.
La princesa no se inmutó, solo se dedicó a observar que estaba sucediendo. El cuerpo humano de Tair estaba rígido y su cara era de angustia, no parecía ser consciente de lo que ocurría, sino que estaba soñando otra cosa.

-Churo, cógelo.

Este lo intentó pero se movía tanto que tuvo que subir a la cama.
Ella sacó la espada y se la clavó en el corazón a Tair, los Elementos se quedaron impresionados, Natura acababa de matar al Elemento. El ser empezó a meterse de nuevo en el cuerpo de chico hasta que desapareció por completo. Cuando Natura sacó la espada del cuerpo de Tair Destino no había dejado herida.

-No ha hecho herida - dijo Zul.

Churo bajó de la cama y Natura se apoyó en la pared.

-Cree a Destino con la finalidad de curar. Solo hiere cuando intentan herir.

Poco a poco Tair volvía a su estado normal. Los elementos se preguntaban porque le había pasado eso pero ninguno se atrevió a decirlo.

-Dejémoslo tranquilo, al menos, durante esta noche no volverá a suceder, volved a dormir.

Volvieron a sus habitaciones cuando Natura se lo dijo. Tras ellos salieron Churo y la princesa.
Natura abrió la puerta de su habitación y de un empujón Churo la metió con él. La cogió por los hombros y la puso contra la pared.

-¿Que pasa Churo?

-¿Que es lo que ha pasado?

-¿Hace falta que te comportes de esta forma para hablarme?

-Natura, ¿Qué es lo que ha pasado, que era eso?

Churo intentaba aparentar agresividad pero Natura veía el miedo en sus ojos.

-Realmente no lo se. Tair es una creación de Serpient, es una especie rara, toda su esencia es un Xon. Seguramente al darle más poder del que ya poseía su esencia maligna se ha revelado contra sigo misma para sacar el bien de su interior.

-Ya te dije yo que no deberías haberlo nombrado elemento.

Churo estaba ofendido y molesto. Soltó a la chica y se frotó la frente.

-Y yo te dije que si el destino lo había elegido lo tenía que ser.

-Pero no puedes ir dando poderes por ahí a seres que hace poco has conocido. A veces me equivoco, eh.

La última frase la dijo como si fuera eso un descubrimiento para Natura.

-Eso lo dirás tú, pero yo creo en él y en mi instinto. Churo, intento hacerlo lo mejor que puedo.

Su hermano se paseaba angustiado por la habitación.

-Churo, mira, no entiendo porqué estás así pero puedo ayudarte. Solo dime que te pasa, Churo...

Churo dio una bofetada en la herida de la chica y ella se quedó perpleja.

- Eres una ingenua, crees que todo va ha salir bien solo porque tú lo digas. Eso no es así "hermana" - dijo la palabra con sorna.- No puedes salvarnos a todos, no puedes meter criaturas de Serpient en el castillo. No puedes ser tan buena. No necesito tu ayuda. Tienes que empezar a madurar.

Churo salió de la habitación dando un portazo. Natura reaccionó a los pocos segundos, no entendía lo que acababa de pasar, se frotó la mejilla y al bajar la mano la herida había desaparecido. Pensó en salir en pos de su hermano para discutir con él pero los Elementos necesitaban descansar, sobretodo Tair, y no quería montar escandalo.

Se tumbó de lado en la cama, mirando hacia la ventana. Desde allí se podían ver todos los jardines del palacio, incluso el mar que había detrás. Por un momento se dibujó en la luna la silueta de un dragón, uno de los muchos que vuelan a esas horas.
Todas las noches Natura emitía magia de luz, para ayudar a seres que lo merecieran, o tan solamente para crear sueños. Al igual que todas las noches Serpient salía ha realizar lo contrario.
Esa noche Natura se olvidó de todo y Serpient se dio cuenta.

Mientras volaba sobre el cielo de una ciudad humana Serpient notó la escasez de magia luminosa. Se preocupó, y entonces se preocupó de estar preocupado por eso. Pero, para estar seguro de que todo está bien volvió a Fantasy, voló por el cielo de Lanis aunque Natura no vio su silueta dibujada en la luna.

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