Capítulo 36/. Barreras

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Una niña corría tan rápido como sus piernas de 7 años le permitían. Iba esquivando raíces y lianas desde el bosque del Reino de la Vida con rumbo hacía el palacio hasta que se encontró con los Elementos. Ellos no se preocuparon al verla hasta que se paró delante de Plant y dijo entre jadeos:

-Ayuda.

Plant la vio tan alterada que no esperó a que se tranquilizase para tener una explicación, así que se transformó, la cargó en su lomo y le pidió que lo guiara. Los demás fueron galopando detrás de él y Fayer llevaba extremo cuidado de no tocar nada a su paso.

El alicornio verde se volvió humano y abandonó a la niña cuando llegaron al lugar que tanto había alertado a la pequeña. La Barrera brillaba al fianl de la escena y ha sus pies habían, inconscientes, un chico de nogro y un alicornio blanco. La niña se fue de allí tan rápido como la primera vez, al ser una criatura de la Vida no quería estar cerca de Serpient si despertase y sabía que siempre tendría el agradecimiento de su princesa. Todos corrienron junto a Natura, dejando a Serpient solo a pocos metros de ellos.

-¿Pero que ha pasado? Plant, ¿Qué ha pasado?- Zul no entendía como era posible que aquello hubiese ocurrido sin que el Elemento de la Vida lo supiese.

Plant estaba pensando tantas cosas que no pudo pensar una respuesta para Zul. Se fijó entonces que el alicornio tenía un ala completamente extendida y rígida, como si fuese de piedra y se dio cuenta de que Aidil también se había fijado. Sus miradas se cruzaron y Plant le preguntó con los ojos.

-Tiene el ala paralizada, se le ven las venas de color morado, debe ser algún tipo de veneno. Creo que es mas grave la forma en la que ha sido introducido.

Serpient había llevado levitando a Natura desde Negal hasta Lanis y se había asegurado de dejar la parte herida bocarriba. 

-Tair, tu arrancas la lanza y yo curo la herida, Aidil se encargará del ala en el hospital.

Tair miró con decisión a su líder y los demás le dejaron hueco para extraer la lanza sin problemas.

-Cuando la arranques tírala y apartaos.

Asintió y rodeó la lanza con su mano derecha, apenas podía cogerla de lo incrustada que estaba. Esperó la señal de Plant y cuando este lo miró asintiendo estiró con toda su fuerza. La lanza salió sin complicaciones y sin empeorar la herida pero la acompañó un rio de sangre que no parecía cesar. Plant ya estqbq emitiendo magia curativa cuando todos los chicos se alejaron a cierta distancia de ellos, pero no había sanación. Lo intentó con mas fuerza, apretando todo lo que daban sus dientes, su frente empezó a sudar y sus brazos temblaban, pero no había mejoría.  Empezó a desesperarse y tanto él como los demás empezaron a preguntarse porqué no funcionaba. De pronto un rayo blanco llegó hasta la herida de Natura y la congeló, cortando la hemorrágea. Todos miraron en la dirección de la que provenía y vieron a Serpient, se se había levantado sin que nadie se diese cuenta. Al príncipe le fallaron las piernas pero Zul llegó a socorrerlo y lo ayudó a sentarse en el suelo, lo hizo porque acababa de ayudar a su princesa.

-De nada, arbolito.

Todos lo miraron sorprendidos, Plant lo miró de arriba a abajo y suspiró.

-Gracias.

Serpient soltó una pequeña risa e intentó levantarse de nuevo.

-¿En que estabais pensando cuando la dejasteis ir sola a Negal?

-Ninguno sabía que se había ido a Negal, y menos que había ido a por ti. 

-Tair, déjalo, tenemos que llevarla al palacio y dejarla descansar hasta que despierte. -Dijo Plant mientras que se interponía entre los dos chicos. -¿Cuanto durará el hielo, Serpient?

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