Capítulo 30/. Decisiones terrestres

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Rapir habló con los Elementos y les dijo que se prepararan y se organizaran, porque se les venía encima algo muy peligroso, así que los dejó hablar entre ellos en una sala privada de la biblioteca del palacio. Él aprovechó para ir a ver a Churo y llevarle algo de comida.                              El príncipe estaba encerrado en las mazmorras del castillo, unos niveles mas abajo que los sótanos. Rapir bajó, con una antorcha en la mano, por unas escaleras en caracol hasta que terminaron en un pasillo con celdas a los laterales que se trifurcaba unos metros mas allá. Las mazmorras no cubrían mucha superficie y Natura realmente no había querido construirlas pero fueron los hijos de Melisa quienes se lo propusieron, por si acaso las necesitaban.

Rapir llegó a la celda donde estaba preso su hermano y sintió mucha tristeza. Abrió la puerta, entró cerrándola tras de si y se acercó a Churo. Él estaba tumbado encima de la paja del suelo, despeinado, harapiento y con mala cara. Rapir se acuclilló a su lado y le tendió una manzana.

-Yo te alimentaba mejor, hermano.

-Churo, no sabes las complicaciones que están habiendo ahí arriba, bastante que me acuerdo de ti. Después de lo que hiciste poco castigo has tenido.

El preso se incorporó enfadado y Rapir se levantó rápidamente para poder defenderse, Churo pegó un grito y se lanzó encima de su hermano. Rapir se deshizo de él y lo lanzó contra el suelo, el príncipe menor empezó a sangrar por la nariz.

-¡¿Poco castigo?! Tu hiciste cosas peores, traicionaste a Lanis, usaste magia negra y pusiste en peligro a Natura y a toda Fantasy.

-¿Acaso no has hecho tu lo mismo? Yo sigo pagando las consecuencias y tu no has tenido que lidiar con todo el caos y sufrimiento que ahora mismo hay en la superficie. Ha llovido gris Churo, si no vengo mas por aquí es porque no puedo, porque Natura necesitaba nuestra ayuda, tú la has abandonado y yo no puedo ofrecerle todo el apoyo que necesita. Sigo preso por la maldición, dentro de poco tendré que volver a encerrarme y ella se quedará sola, con los Elementos, pero con la pena de habernos perdido. Entonces tengo que aprovechar el máximo tiempo posible con ella, antes de que me tenga que venir aquí.

Churo había empezado ha escucharlo desde que había escuchado lo de la lluvia gris ¿a tanto había llegado la situación? Se quedó tirado en el suelo mirando a su hermano.

-Márchate

-Volveré cuando pueda, y tal vez sea para quedarme.

Rapir cogió la antorcha, salió de la celda y volvió a subir por las escaleras.

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Los Elementos se sentaron alrededor de una mesa redonda de la sala. Se quedaron callados y fue Zul quien decidió hablar.

-Debemos nombrar un líder, Natura no podrá estar siempre controlándonos y tenemos que tener sensación de grupo, de estar todos con todos, pero alguien debe dirigirnos.

Se miraron entre ellos, lo cierto es que desde que se conocieron habían hablado pero apenas sabían cosas sueltas de los demás, menos de Zul, del que lo sabían todo porque hablaba mucho. Plant dio su opinión.

-Yo creo que debería ser el primer Elemento que fuera reclutado, por algo sería así.

-El primero fui yo, Plant, pero yo no podría ser el líder, no soy de Lanis y el Xon de mi interior no me da confianza en mi mismo, yo no puedo ser.

-Bueno, sabemos que yo tampoco podría guiaros, porque mi ritmo de vida es mas rápido y al final acabaríais estresados.

-Vale, entonces ni Tair ni Zul, yo la verdad es que tampoco me siento capaz, siendo del Reino del Fuego soy demasiado impulsivo y no tengo paciencia.

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