Capitulo 8: Zul

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-Tair, es fabuloso, vas a ser elemento de la naturaleza.

Natura había salido de detrás de la roca de un salto y se dirigía corriendo hacia Tair. Churo solo asomó la cabeza al principio pero luego salió para ir con ellos.
Tair se había asustado y por poco casi se le cae la piedra. Se quedó paralizado un momento al descubrir tras él a dos seres de la nobleza. Cuando se repuso se arrodilló agachando la cabeza.

-¿Cómo, yo, Elemento de la Naturaleza? Pues no se princesa...

Ser Elemento era la mayor responsabilidad que un fantasiano podía adquirir en su vida. Consistía en obtener una copia de todos los poderes que Natura poseyese de ese reino, y aprender a dominarlos, normalmente no la mayoría pero si los necesarios. Suponía ser fiel siervo de Fantasy y responder ante la vida y la muerte, ante el Equilibrio.

Natura abrió mucho los ojos al verlo arrodillado y enseguida se sentó en el suelo buscando su mirada.

-Te explico un poco de que va, gobernarías sobre el
Reino de la Tierra. Tendrías poderes nuevos, una espada y, en tu caso, te haría crecer unas alas así que pasarías a ser un alicornio. A cambio de todo esto tienes que proteger tu reino y a todos los seres de Fantasy. El destino te ha elegido, eres el más puro de corazón de tu reino ¿aceptas?

Natura alargó el brazo. Tair levantó la cabeza y su mirada chocó con la de la princesa. El chico enseguida la apartó pero vio a Churo así que prefirió cerrar los ojos. Se quedó pensativo unos segundos y luego miró a Natura.

-De acuerdo, lo que sea por Fantasy.

Y le dio la mano a Natura. Se levantaron y Natura le dio un abrazo.

-¡Que feliz estoy! Una cosa más, dame la piedrecita.

Tair puso la piedra que había encontrado en la palma abierta de la princesa. Ella le cogió el otro brazo y lo puso encima del suyo. De sus manos salió una luz marrón y cuando Tair retiró la mano de la pequeña piedra salió un mango acompañado de un filo especialmente afilado.

-¿Es para mi? Es una pasada. Gracias

Tair tenia entre las manos una espada con un mango marrón y en la empuñadura de este, la piedra que él había encontrado.
Mientras Tair miraba la espada a Natura le empezó a brillar la piedra amarilla de su pulsera, el citrino.

-¿Que es eso?

-Te lo explico por el camino. - Dijo ella - Churo, si quieres puedes volver a palacio, iré con Tair al Reino de la Luz.

-Pero hermanita, el Reino de la Luz está a la otra punta de Fantasy, y tienes que llegar allí antes de que se apague la pulsera.

-Aún tenemos tiempo. - Dijo mirando la pulsera, que iba perdiendo intensidad de luz. - Vete a palacio y cuida de Rapir, no me gusta que lo dejes solo.

-De acuerdo princesa, si usted lo ordena...- e hizo una reverencia exagerada, sonrió a Natura y se fue.

-Deprisa, tenemos que ir ya al Reino de la Luz,¡ transfórmate!.

Natura se subió al lomo del unicornio marrón.

-<¿Y cuando dices que me vas a dar las alas?>- dijo Tair mientras empezaba a correr.

-Cuando recupere mis poderes.

-<¿Y quien es Rapir?>

-Es verdad, tu nunca has vivido aquí y no lo sabes. Es mi hermano mayor, y el de Churo, siempre ha sentido una gran atracción hacia la magia oscura. Antes era un ser muy poderoso que podía controlar las emociones. Él me ayudaba cuando creaba a los seres, Rapir les daba el físico y la mentalidad. No le bastaba con ese poder, y con transformarse en dragón, y hubo una época en la cual luchó al lado de Serpient. Se cansó pronto de matar seres inocentes y volvió con nosotros. Hace 20 años Serpient le lanzó una maldición por traidor y aún no se la ha podido quitar.

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