|Cenizas|
El ambiente se sentía diferente, como si algo faltara o sobrara, nadie podía especificar qué era pero podían sentir el peligro inminente al que se enfrentaban. Al principio los sonidos de lucha victoriosa se escuchaban pero estos fueron desapareciendo como si alguien entrara en su cabeza avisándoles que algo iba mal.
El aire denso y la mirada de Visión le habían dicho a Wanda lo mal que iría en unos momentos. Él podía sentirlo, la gema le estaba llamando como si fuera un rastreador que lo guiaba a su destino
—Todos a mi posición—dijo Steve a través del comunicador—se acercan enemigos
No tardaron mucho en llegar, muchos de ellos simplemente de quedaron estáticos escuchando cada sonido de la naturaleza, esperando escuchar algo fuera de lo común.
—¿Dónde está Amelia?— preguntó Pietro cuando llegó al lugar
Natasha se encogió de hombros siendo la única en responderle ya que los demás se encontraban casi hipnotizados y viendo por todos lados esperando la llegada del titán que intentaban detener.
—¿Les recuerdo la última vez que la perdieron de vista?—exclamó molesto—terminó con algo atravesando su abdomen
—Tiene razón—dijo Steve— búscala, podríamos necesitarla
Haciendo caso a las ordenes del capitán corrió por todas partes pero no había rastro de ella, era como si hubiese desaparecido y eso no era propio de Amelia.
Por otra parte, ella lo veía correr una y otra vez cerca de donde se encontraba. Sus ojos comenzaban a enrojecer, le faltaba el aire y sus rodillas comenzarían a tener marcas por la presión y el tiempo en el que había estado en la misma posición.
—Curioso—su voz era siniestra, como si una serpiente le hablara al oído—tú puedes verlo, pero él a ti no
Amelia seguía presionando su cabeza esperando que el dolor se detuviera o al menos disminuyera.
—Nuestro último encuentro fue un desastre, por un momento creí que podrías hacerme frente—rió—pero solo eres como los demás, cuerpo fuerte y mente débil
Amelia recordó Nueva York y el dolor que le hizo sentir entonces, recordó que hubo un momento en el que este había disminuido pero esto no parecía tener lugar en el presente. Todo era peor, mil veces peor. Fue entonces cuando prestó atención en sus palabras, o al menos lo más que podía concentrarse en ellas, la mente débil era algo de lo que Charles Xavier no estaría orgulloso si la viera en esta situación. Se concentró en el exterior en un intento de calmar su interior, podía ver la luz que producía Pietro cada vez que corría de un extremo a otro, podía escuchar el canto de una parvada de pájaros saliendo asustadas de la copa de un árbol, sentir las pequeñas piedras que acribillaban sus rodillas y al abrir los labios tener aquel sabor a sangre que resbalaba desde su nariz. Fue entonces, cuando logró concentrar sus sentidos en uno, que sus ojos comenzaban a tener su brillo inusual y el dolor disminuía a cada esfuerzo, poco a poco dejó de apoyarse sobre las rodillas para estar de pie haciendo frente a supergiant. Esta última se había sorprendido de lo que presenciaba, tal vez aquella humana era lo suficiente fuerte para soportar y en la desaparición de sus pupilas un enojo se reflejó en todo su rostro.
—¡No derrotarás a supergiant!—gritó
La mirada de Amelia también se tornó molesta y lista para pelear
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Amelia: Infinity War
FanfictionContinúa la historia de Amelia y su participación en Infinity War La mayoría de los personajes son propiedad de Marvel Cómics. El tiempo es una ilusión 🕰