Continúa la historia de Amelia y su participación en Infinity War
La mayoría de los personajes son propiedad de Marvel Cómics.
El tiempo es una ilusión 🕰
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—¡Vengadores unidos!
Todos comenzaron a correr, Amelia con una sonrisa, todo se veía arruinado minutos atrás, pero ya no más. Estaban de vuelta, estaban completos, ellos lo hicieron posible.
Ella miró hacia arriba y se tomó el tiempo mientras corría de estar fascinada con la vista, con los héroes voladores; ¡había incluso un pegaso! Y entonces vio a Hulk justo arriba de su cabeza dar uno de sus gigantescos saltos, y ella quiso hacerlo también.
Sus ojos brillaron, un azul tan potente, tan eléctrico, tan poderoso que iluminaría la oscuridad de una ciudad, sintió la energía en su sistema, ella misma comenzó a brillar, desde las plantas de sus pies hasta la corona de su cabeza, estaba envuelta en un mantra azul que la hacía sentir viva y entonces saltó. Justo como lo hizo en la primera batalla, fue como si viera todo en cámara lenta, en la altitud del aire pudo ver a su costado a Hulk sonriéndole y ella le dirigió la misma mirada de complicidad. Solo se separaron cuando el hombre verde atacó una de las naves enemigas y ella utilizó su aterrizaje como el detonante de una bomba que estalló apenas tocó el suelo haciendo a los invasores caer al mismo tiempo.
Comenzó a luchar, aún viendo a su periferia cómo todos lo hacían también, parecía una coreografía perfecta, Wanda lanzaba luces rojas acompañadas de sus ojos del mismo color escarlata que lograban asustar a cualquiera que los viera; Sam, Bucky y Rocket trabajando en conjunto de nuevo y todos los héroes haciendo lo que mejor sabían hacer. Aquello iba a terminar bien, estaba segura.
—Momento familiar —escuchó a Tony decir al mismo tiempo que él y Pepper aterrizaban en sus armaduras junto a ella y dándose las espaldas los dos primeros lanzaron rayos repulsores mientras que ella formaba el escudo en energía de ataque. Desprendieron en vuelo y Amelia dio media vuelta para disparar con un par de armas que se habían creado a partir de su traje conformado por nanotecnología. Estas mismas desaparecieron en cuanto acabó con las criaturas.
—¿Un poco de ayuda? —se puso Steve a su lado posicionándose con su escudo.
Amelia tomó impulso y lo utilizó para saltar tan alto como antes, solo que sin la energía previa, y se sostuvo desde uno de los transportes de los chitauri para partirlo en dos con la ayuda de su escudo. Cayó de pie nuevamente y se volvió a encontrar con Steve que luchaba sin parar contra los enemigos en tierra.
—Ahora que tienes el martillo, quiero saber si puedo levantarlo con el escudo.
—No eres digna —contestó tal como Thor lo haría— aunque me gustaría ver eso
Ambos sonrieron y siguieron con lo suyo. Del otro lado del campo de batalla uno de los reencuentros más esperados se estaba dando. Peter no quería distraerse de su lucha, pero no podía evitar pensar que todos los que no habían sido pulverizados habían envejecido, sabía que Amelia no lo había hecho y eso lo llevó a ciertas conclusiones. En medio de patadas y pensamientos pudo ver por fin a Tony, la única figura paterna que tuvo después de la muerte de su tío y que lo último que recordaba era verlo asustado mientras él se hacía polvo. Recordó una de las pláticas que tuvo con él, cuando había sucedido lo del buitre, "Si tú mueres, entonces es cosa mía" y lo que Peter menos quería era que él se quedara con aquella responsabilidad, no fue su culpa, nunca lo sería.
