Amelia: Infinity War

VI. Miradas

|Miradas|

Nos encontrábamos todos en el quinjet ya en dirección al país más rico de todos, menuda sorpresa había dado su rey hace un tiempo al revelar el verdadero valor de Wakanda siendo poseedor de uno de los metales más valiosos del mundo: el vibranium. Steve tenía ahí uno de sus mayores tesoros, me gustaba burlarme de ello de vez en cuando, increíblemente extrañaba fastidiarlo todo el día, quién diría que Steve Rogers terminaría siendo mi amigo, compañero y víctima de bromas y burlas. Justamente se había acercado a mi un minuto atrás, podía verlo de reojo abriendo y cerrando los labios con el objetivo de decir algo pero sin encontrar las palabras correctas.

—Siento lo de Tony—ambos veíamos el paisaje desde la ventana de la nave

—Si, ya lo dijiste antes

—Lo se—calló dos segundos— ¿sabes algo de él?

—No—me encogí de hombros atreviéndome a verle a los ojos esta vez—espero que esté bien, sé que está bien

Dejé de decir palabras volviendo mi vista fija aparentemente viendo las nubes moviéndose, aunque en realidad solo pensaba en mi padre y Peter, no me había dado más de dos minutos para pensar en verdad lo que estará pasando ahí arriba

—Estarán bien...—esto último lo dije más para mi misma

Ambos seguíamos con la vista fija en la ventana, comenzaba a marearme por lo rápido que iba el quinjet. Miré de reojo al capitán mientras este seguía en la misma posición con uno de sus brazos apoyados en una de las paredes por encima de su cabeza, se veía pensativo, tal vez no sabía que decir aunque viniendo de él es algo raro pues nunca se calla, siempre anda fastidiando con sus sermones sobre el bien y cómo decir malas palabras era malo. Normalmente me burlaría de su crecida barba, no era que se veía mal, simplemente era por no perder la costumbre. Pero su semblante se veía serio, más de lo normal, como si su vida hubiese tenido un giro en el que sus pensamientos hayan evolucionado. Supongo que estar huyendo por dos años cambiaría algo en ti.

Entonces los pensamientos de la guerra inminente me invadieron, en realidad no sabíamos con certeza lo que nos esperábamos y eso ponía loco a más de uno, yo sabía que todos intentaban ocultar su preocupación ante los demás, especialmente yo, no quería que supieran cómo en realidad me siento. Dos personas que me importan están en el espacio y todos abajo estábamos ante un peligro que no estábamos seguros de poder enfrentar. Miré de nuevo la barba de Steve poniendo una sonrisa burlona a lo que se dio cuenta, enseguida volteó los ojos con una pequeña sonrisa en la comisura de sus labios sabiendo lo que estaba a punto de salir de mi boca.

—Verás a tu novio—le dije aún con la sonrisa intentando ocultar una carcajada

Él volteó los ojos divertido

—Ya serás una adulta pero sigues comportándote como una niña

—Es mi esencia, no puedo cambiarla

Levanté los brazos en forma de rendición para después reírme e ir a juntarme con Pietro para animarle un poco pues se veía a distancia su aburrimiento.

Wakanda

Abrí los ojos escuchando las voces de todos afirmando que estábamos a punto de aterrizar, me sorprendí a mi misma recostada sobre el pecho de Pietro mientras dormía, ni siquiera recordaba haberlo hecho. Me encogí de hombros y le eché una mirada de cómplice mientras sonreía divertida a lo que él me guiñó un ojo en modo de respuesta. Me levanté de donde estábamos para poder apreciar mejor el paisaje.

A simple vista se veían montañas y bosques sin rastros de una población cercana, pero una vez haber pasado el campo de fuerza que protegía a la nación la vista era increíble, los edificios se levantaban a lo largo de la ciudad e incluso se podía apreciar el entrenamiento de los guerreros wakandianos por un tramo en el que pasamos, era la segunda vez que iba a pisar esa tierra y entrar en ella seguía siendo una experiencia.