Extra 2. Vuela alto

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El funeral de Natasha

Ella no se merecía solo un minuto, ella merecía que el mundo entero quedase en silencio por una eternidad, que sintieran su pena, que expresaran su gratitud y sobre todo su respeto. Fue un día gris, tal vez porque así se expresaba ella en el exterior, pero sabían que por dentro era una de las personas a la que más le preocupaba el bienestar de los demás, tal vez fue por eso que estuvo dispuesta a dar su vida por personas que nunca conoció, tal vez por eso su noble sacrificio fue un acto de heroísmo puro.

Un entierro no era digno de ella, nunca les perdonaría encerrarla entre montones de tierra, incluso cuando en realidad ella no estuviera ahí puesto que nunca tuvieron la oportunidad de ver su cuerpo después del sacrificio, pero después de severas horas pensando en cuál sería la mejor manera de rendirle un homenaje, Clint llegó a la conclusión de que no había ninguna. No había manera suficiente de darle lo que en realidad merecía, porque no había nada en el mundo que llenara el vacío que ella dejó.

Así que estaban ahí, los cuatro vengadores originales que quedaban y Amelia despidiéndose de su espíritu en un campo abierto, en la cima de un acantilado lleno de naturaleza que daba una excelente vista al mar.

—Esto es tan diferente a ella —susurró la chica mientras cerraba los ojos y sentía el aire que frotaba suavemente su rostro

—Es lo que ella querría —respondió Clint— tranquilidad después de la tormenta...¿palabras?

Los cinco se encontraban rodeando una pequeña caja en donde habían incinerado sus pertenencias, era algo simbólico, tal vez de esa manera algo de ello se iría con ella. Steve se aclaró la garganta y dio un paso al frente llamando la atención de los demás.

—No hay palabras para expresar el dolor que siento, que sentimos —se quedó un momento en silencio intentando pensar en sus siguientes palabras— Nat era una persona especial, valiente, fuerte, era un ejemplo de lo que todo el mundo querría llegar a ser. Ella tenía un pasado, como todos nosotros lo tenemos y eso no la detuvo, la definió por mucho tiempo, pero finalmente se dio cuenta de que era mucho mejor de lo que pensaba de sí misma. Dio su vida por nosotros, su familia y es algo que siempre tendremos presente porque ella formará parte de nuestros corazones. Si logramos nuestro cometido, si logramos salvar al universo, fue por ella.

Los cinco quedaron en silencio de nuevo, lo único que se escuchaba era el sonido de las olas salvajes chocando contra las piedras bajo ellos y el viento soplando de manera tan fuerte que parecía que les susurraba al oído. Steve intercambió una mirada con Amelia, al este asentir, ella le respondió de la misma manera y con ayuda de Bruce dio varios pasos hacia adelante hasta estar cerca de la caja simbólica.

Suspiró cerrando los ojos una vez más para después abrirlos con estos iluminados de una tonalidad azul más intensa que la normal. Utilizó sus manos para tocar ambos extremos del cofre y entonces separó aquel de las cenizas para después elevarlas al aire rodeado de membranas azules brillantes, su escudo, era todo un espectáculo de luces que se veía tan precioso como se pudiese imaginar.

—Vuela alto, Nat —susurró antes de soltar su escudo cuando ya había alcanzado una altura considerable y dejando caer las cenizas que se repartían entre el mar y el viento siguiendo un destino incierto.

Los vengadores se quedaron ahí, estáticos, por unos minutos más antes de que uno por uno fueran dispersándose del lugar para ir a celebrar su victoria y lamentar sus pérdidas.

Amelia: Infinity WarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora