Se mantenía callado ahogándose en silencio, las veces que su mirada y la Deidara chocaban su corazón se estremecía, parecía como si nada hubiera pasado, él sonreía como habitualmente siempre lo hacía, y Itachi permanecía sumergido en su propio mundo pensando en cómo podía parecer tan relajado luego de lo que había pasado la noche anterior, o quizás ¿no significo nada para Deidara aquel beso? Sus rubios cabellos brillaban con la luz del sol, eran tan dorados y suaves, si bastante suaves, aun podía recordar lo bien que se sintió su tacto, lo bueno que fue que sus respiraciones se coordinaran y que sus cuerpos se rozaran, pero se odiaba a sí mismo, no tenía el valor de acabar todo con Konan o mejor dicho, no podía hacerlo, su padre estaba empecinado en que era con ella con quien se tenía que casar, solamente por la razón de que a él eso le generaría unos bueno dólares, y como no, eran dos grandes empresas las que cooperarían juntas si llegaban a casarse, pero él no quería, y a veces sentía como si Konan tampoco, pero su padre la vigilaba, sabía qué hacía y que no hacía, vivir una vida así debía ser un tormento para ella.
Sus ojos volvieron a toparse, trato de hablar y de acercarse a él, pero claramente fue ignorado, Deidara se alejó al instante sin siquiera verlo, ahora se sentía mucho peor.
Las horas simplemente pasaban para él, se mantenía tranquilo como siempre pero solo era superficial por dentro estaba hecho un desastre, su cabeza no se quería quedar un lugar, rozo con suavidad sus labios con los dedos, aun podía sentir un leve cosquilleo en ellos, y toda la culpa era de Deidara ahora no podía quitarse aquella maravillosa sensación, y quería más que nunca volverlo a hacer.
Tomo su chaqueta y su bufanda, se dispuso a salir, no podía seguir estando en casa, no cerca de Deidara recordando todas las tonterías que había hecho con él, sacudió un poco su cabeza como si con eso pudiera borrar aquellos recuerdos que imprudentemente se plasmaban en su mente cada vez que cerraba los ojos, enredo su bufanda alrededor de su cuello y la subió un poco; el viento era frio y movía las hojas de los árboles en un vaivén, recorrían el cabello de Itachi en oleadas de frio que lo hacían estremecerse, su aliento se tornaba blanco cada vez que chocaba con el aire, se detuvo de repente a las luces de una gasolinera, podía divisar detrás del vidrio los dulces y cosas típicas que vendían en esos lugares, una sonrisa se pintó en su rostro, recordaba cuando Naruto le había dicho: ¡Para hacer feliz a Deidara simplemente hay que darle dulces, especialmente chocolates son su debilidad! Quizás remotamente Itachi empezaba a pensar que podía comprar algunos para ese rubio, pero sus pensamientos se detuvieron en seco.
-Cariño ¿Qué haces por acá? Es raro verte salir de noche – pregunto Konan que llego de sorpresa
-Solo necesitaba despejar mi mente un rato – le sonrió levemente
-Um entiendo, ¿entonces me acompañas a casa?
-Si está bien – Konan se tomó del brazo de Itachi y caminaron bajo la luz de los faroles
Caminaron a paso lento mientras Konan sonreía y le hablaba a Itachi, este parecía estar en otro mundo, no le prestaba atención a lo que su prometida decía, simplemente se mantenía callado escuchando y de vez en cuando respondía con un "Si" o un "Que bien" sus pensamientos se hallaban en otro lado, solo podía pensar en que haría con aquel sentimiento que había empezado a molestarle, ese que sentía clavado en el pecho, y poco a poco comenzaba a doler. Sus pies pararon de repente en aquel instante se hayo en frente de la casa de Konan.
-¿Enserio estas bien? – pregunto algo preocupada
-Um no te preocupes Konan – respondió Itachi volviendo un poco a la realidad
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Capas de mentiras
FanfictionLa familia Namikaze y Uchiha se reúnen por primera vez en años, logrando así que sus hijos se conozcan sin embargo estos ya se conocían, o eso pensaban, para Itachi la sorpresa será grande cuando se dé cuenta de la verdadera personalidad de Deidara...