Capítulo 12: ¿Un problema y una solución?

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Naruto miraba al cielo con sus pies zambullidos en el agua de la piscina, el viento acariciaba su cabello, su hermano había estado raro desde la noche pasada, sabía que algo había pasado con Itachi, pero Deidara no había querido darle detalles, sin embargo esta mañana se había levantado con un nuevo semblante, una sonrisa amplia y más bromista que nunca, quizás había hablado algo con Itachi o se habían arreglado, quizás hasta lo había conquistado y no él era el único que no sabía nada, aunque sinceramente no le importaba lo que hiciera su hermano, si él era feliz todo estaría bien para Naruto.

-Naruto – escucho una voz varonil detrás del el

-¿Dime? – dijo volteando para encontrarse con un Sasuke que aún no se atrevía a acercarse

-Quiero hablar contigo – dijo con seriedad

-¿Por qué mejor no te vienes conmigo? – dijo tocando parte de los azulejos donde estaba sentado

-No – dijo mientras se daba la vuelta y se iba

-Parece que amaneció de mal humor – susurro para sí mismo

En aquel momento se levantó y luego de secarse los pies se dirigió a la sala tratando de encontrar a Sasuke, busco por toda la casa, hasta llegar a su habitación toco varias veces la puerta hasta que esta se abrió, paso con cuidado mirando a Sasuke y su mirada fría, camino hasta llegar a su cama y se sentó.

-¿Entonces de que querías hablar? – dijo Naruto mirándole con atención

-¿Qué es esto? – dijo mostrándole su teléfono

Naruto se quedó casi paralizado, era cierto que él tenía una amistad rara con Gaara, y sus mensajes eran a veces con un toque cariñoso, pero Sasuke no tenía por qué confundirse, el firmemente lo quería solo a él, y Gaara era solo su amigo.

-No te enfades, esto no es nada, es solo mi modo de ser con Gaara

-A mí no me gusta esa forma de tratarse de ustedes dos – dijo con arrogancia

-Pero es mi amigo y solo eso, deberías confiar en mí si te digo que no es nada – dijo Naruto comenzando a enfadarse

-Pues quiero que dejes de ser así con él, sé muy bien quien es, es el hijo de Rasa el mismo con el que el día de la fiesta no dejabas de reírte y llamar la atención

-Pues sí, eso no tiene nada que ver, deja de ser tan celoso, yo haré lo que me dé la gana con mis amigos y ya está, además tú de que te quejas si aquella vez bien abrazado que estabas con aquella pelirroja y yo no te he reclamado por nada como eso, tienes miles de llamadas de ella en tu teléfono y yo no te estoy reclamando por eso

-Karin no es nada para mí, además yo no soy el que la llama, ella me llama a mí – dijo aún más molesto

-Pero es lo mismo, yo no sé qué demonios hablaras con ella cuando yo no estoy a tu lado, y avísame si vas a seguir así de celoso, porque odio que me traten así, yo también tengo una vida social aparte, además tú quieres que esto sea secreto, así que no tengo porque obedecerte tú no eres mi padre, y si tanto quieres dejemos esto aquí, como si nada hubiera pasado, olvida los besos y mi confesión...

-Muy bien – dijo Sasuke interrumpiendo a Naruto – entonces todo se acabo

-Bien – le grito Naruto lleno de ira y saliendo de su cuarto de golpe

Naruto freno de repente ¡¿Acabamos de terminar?! En ese momento sintió como si un balde de agua fría lo cubriera, miro su teléfono en sus manos, estuvo a punto de volver y disculparse, pero no lo hizo, ¡Después de todo el que empezó fue el! Aunque por dentro sintió que su corazón se hizo pedazos, se había dejado de la peor manera posible una lágrima traicionera se le escapo.

-¿Estas bien? – escucho la voz de Mikoto a su espalda

-Si – dijo tratando de camuflar su voz que empezaba a titubear – Voy con Deidara

-Cariño el salió con Itachi hace un rato – dijo Mikoto mirándole de modo sospechoso

-Entonces voy a mi habitación – dijo el rubio para empezar a caminar

¡¿Y ahora por qué diablos lloro?! Era en lo que pensaba Naruto mientras se limpiaba las lágrimas que se le escapan y lo peor de todo era que necesitaba un consejo, llamo a la única persona con la que podía hablar cuando Deidara no estaba, Gaara, acordó reunirse con él; tomo su chaqueta naranja de siempre y puso su teléfono en su bolsillo, salió de la mansión Uchiha y luego de pasar por aquellas grandes puertas detuvo un taxi para que lo llevara al café, al llegar se encontró con un Gaara que lo esperaba sentado en una de las mesas mientras toma té y leía el periódico. Naruto se sentó y luego de un cordial saludo, le conto todo lo sucedido al pelirrojo el cual respiro hondo luego de haber escuchado aquella historia.

-Naruto, en primer lugar, nunca está bien dejarse llevar por la ira, tú sabes muy bien que nada termina bien, y en segundo lugar, no crees que el hecho de que vengas a verme a mí, empeorara las cosas si él se da de cuenta

-Pero necesito un consejo – dijo suplicante

-Habla más tranquilamente con él, bueno aunque tomando en cuenta que es un Uchiha la verdad no sé si eso se pueda hacer tan fácilmente así que... - Gaara tomo aire intentando pensar en algo para ayudar a Naruto – Cuando hables con Deidara y le cuentes todo esto dile que me llame a este número – dijo pasándole una tarjeta – necesito hablar con el

-¿Pero eso en que me ayudara? – dijo Naruto desanimado

-Tu eres muy cabezón, en cambio Deidara me será útil y me ayudara, tu solo quédate así, que todo se arreglara mañana, pero ahora me voy – dijo levantándose y pasando su mano por la cabeza de Naruto

Naruto solo se sintió confundido, pero no podía hacer más nada que esperar lo que sea que Gaara hará por él, camino de nuevo a la mansión Uchiha y al llegar se consiguió con un Deidara animado que bromeaba con Itachi, una sonrisa se le escapo le encantaba ver a su hermano tan feliz, sin embargo al ver a Sasuke simplemente la sonrisa se esfumo, Sasuke subió escaleras arriba y Naruto llamo la atención de Deidara.

-Dei ¿será que podemos hablar... a solas? – dijo mirando disimuladamente a Itachi

-Um por supuesto – dijo dejando a Itachi un momento para caminar con su hermano a un lugar más privado

Naruto respiro hondo y comenzó a contarle absolutamente toda la historia desde el principio, ya con eso, que Deidara ni siquiera sabía que ellos eran algo, ahora tenía que contarles que hasta celos y rompimientos habían sucedido.

-Ah esto es difícil, no entiendo porque dos cabezones como ustedes tenían que juntarse, se pelearon incluso antes de tener su primera cita – dijo Deidara negando con la cabeza – pero es raro que Gaara quiera hablarme a mi

-Lo sé, dijo algo acerca de que solo tú lo puedes ayudar

-Bien, entonces lo llamare – dijo tomando la tarjeta – ahora fuera de mi habitación necesito hablar a solas

Naruto salió, dejando a un Deidara con una sonrisa en su rostro, una voz a través del teléfono se escuchó unos segundos después.

-Deidara ¿eres tú? – escuchó la voz de Gaara

-Si soy yo, dime que planeas

-Bueno veras, primero que todo necesito que busques algo...

Deidara escucho con atención el plan de Gaara y la sonrisa se le plasmo mucho más grande que nunca ahora sabía lo que debía hacer, a veces pensaba que ese pelirrojo tenía una mente retorcida, pero era bueno en cuanto se trataba de estrategias. Deidara salió de su habitación con una gran sonrisa, Itachi al verlo le sonrió, y este se sentó a su lado.

-Creo que necesito tu ayuda – dijo Deidara con una sonrisa – solucionare esto de una vez por todas

-¿Qué necesitas? – dijo mientras con su mano se apoderaba de la cadera de Deidara

-Unas esposas – dijo con una sonrisa traviesa haciendo a Itachi sonreír

Capas de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora