Capítulo 25: Una última vez

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Estaba sentado en la cama de su habitación, mientras jugueteaba con sus dedos, "esposa", le había asustado oír eso, y al mismo tiempo lo golpeo la realidad, si habían comprometido a Itachi con una mujer, era inevitable que hiciera lo mismo con Sasuke, y por lo que Itachi le había dicho, estaba seguro que su padre los había comprometido, para hacer alianzas económicas, ¿Qué clase de padre era ese? ¿Es que acaso no le importaban sus hijos?, pero también descubrió que cuando su padre lo dijera, él y Deidara tendrían que salir de ahí, y olvidarse de todo lo que habían conseguido. Maldijo por lo bajo al sentir que su corazón se apretaba, más al sentir como tocaban la puerta, sintió como su cuerpo entero se tensaba, dio el permiso para que entrara en la habitación, y observo aquellos bellos ojos negros aproximándose a él, Sasuke se sentó a su lado y mantuvo el silencio durante unos minutos hasta que por fin se atrevió a hablar.

-Lamento no haberte dicho nada – comento Sasuke por lo bajo al observar el rostro del rubio – es que no sabía cómo te lo tomarías – el pelinegro hizo una pausa mientras observaba la mirada perdida que su novio tenía en ese instante – debes de estar molesto, pero...

-No lo estoy – hablo el rubio interrumpiéndole – es solo que me hizo darme cuenta, de que esto será efímero

Aquellas palabras hicieron que Sasuke se removiera confundido en la cama, y se acercara más al rubio.

-Cuando tú te tengas que casar, mucho antes de eso, yo ya no estaré en tu vida – prosiguió diciendo el rubio – entonces, todo esto habrá acabado y solo nos quedaran recuerdo de lo bueno que fue estar juntos

Ambos guardaron silencio, Sasuke nunca pensó que Naruto estuviera tan preocupado por eso, sinceramente el mismo había mantenido esos pensamientos alejados de su cabeza, no quería atormentarse, por eso siempre rogaba que nunca llegara el día de su separación. Observo nuevamente al rubio y observo como su rostro se mantenía clavado en la almohada que mantenía en las piernas, y escucho un sollozo que era casi inaudible, pero que el logro escuchar.

-¿Acaso está mal que te quiera tanto? – murmuro el rubio mientras apretaba con fuerza el borde del colchón con sus manos tratando de aguantar las lágrimas que querían liberarse

-No te pongas así – le consoló el moreno – aún no sabemos cuándo llegara ese momento, por ahora seamos felices, Naru, odio verte así

-Dos días... - comento Naruto mientras sentía como el pelinegro le abrazaba en gesto protector - ...en dos días, me tendré que ir

Sasuke se separó con brusquedad al escuchar aquello, y observo con detenimiento como el rubio, movía su mano y le acercaba su celular. Sasuke lo tomo entre sus manos, y leyó el correo que se presentaba en la pantalla, y lo entendió, era un correo del padre de Naruto diciendo que tenían que irse en dos días a Miami.

-¡No quiero irme! – Musito Naruto mientras apretaba la mano de Sasuke – ¡No quiero tener que olvidarte!

El pelinegro trago saliva al darse de cuenta de que la preocupación del rubio trascendía la de él, deslizo su mano hasta tomar el mentón del rubio, y acerco sus labios a los de él, y observo por un instante el rostro empapado de lágrimas de su amante, y resbalo su dedo pulgar por las mejillas del rubio limpiando sus lágrimas, para luego con lentitud robar un beso de aquellos finos, rosados y húmedos labios, que tenían un ligero sabor a sal, debido a las lágrimas que habían recorrido el camino hasta ellos; su mano derecha se había deslizado hasta la nuca del rubio, y subió con suavidad hasta su cabeza empujando y profundizando el beso, deslizando su lengua por los labios del rubio, para que le entregara el interior de su boca, recorriéndolo con delicadeza, rozando la encía del su novio y jugando con su lengua. Naruto que había mantenido sus manos sujetas a la espalda del moreno, soltó su agarre y ambos liberaron sus bocas de aquel maravilloso contacto.

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