Capitulo 4: Maletas y duchas

1.9K 181 20
                                    


Abrió los ojos con pesadez, no quería levantarse, quería seguir durmiendo, sin embargo tenia a Deidara sobre él, empujándolo de la cama para que se levantase, le sacudía, le pellizcaba e inclusive le mordía.

-Ya párate hombre, que papa dijo que teníamos que hacer las maletas

-Yo no me quiero... ¿MALETAS? – Grito Naruto

-Sí, Naru por eso te digo que te levantes – dijo Deidara

-¿Pero maletas para qué? – pregunto confundido

¿Por qué no vas y se lo preguntas tú mismo?

Naruto se paró inmediatamente y se dirigió al baño, y luego a la cocina donde su padre hablaba animadamente con su mamá, Naruto no lo entendía pero sinceramente no quería mudarse una vez más, estaba harto de eso, y más que se habían mudado hace poco, su padre siempre lo hacía y todo por las cadenas hoteleras que tenía por el mundo, había viajado tanto que ya ni recordaba los lugares a los que había ido, Springfield, Chicago, New York, Seattle y más, ni siquiera quería seguir, no quería seguir siendo nómada, quería quedarse en un solo lugar y vivir en paz.

-Papá no me quiero mudar una vez más, eso me tiene aburrido, ni siquiera he empezado el instituto acá, y ya nos vamos

-Solo nos vamos tu mamá y yo – dijo sonriendo

-Entonces ¿para qué tenemos que hacer las maletas?

-Porque no los dejare a ustedes dos solos, en este hotel– dijo con tono serio

-Pero ¿Por qué?

-Deidara hará fiesta, destruirán todo, se pondrán ebrios y tú le vas a seguir a él en todo, como siempre lo haces

-Vale, entiendo – dijo Naruto

-Está bien como digas ¿pero quién será nuestra niñera esta vez? – pregunto Deidara sonriendo de medio lado

-Alguien que ni tú, podrás seducir; Mikoto – dijo Minato

-¿Mikoto? – pregunto Naruto

-Me suena, pero...

-La señora Uchiha – respondió Minato

¿¿¿Qué??? – dijeron al unísono

-Así es – sonrieron sus padres

Estaban todos sentados en un comedor amplio, la sonrisa de los mayores parecía iluminar el salón, mientras Deidara estaba con la frente en la mesa, lo odia no quería estar en ese momento ahí, Deidara odiaba estar bajo supervisión, le gustaba volar libre, hacer lo que él quisiera y estando encerrado en casa de una familia tan exigente como los Uchiha en realidad lo ponía mal, lo único bueno en esa casa era Itachi, le parecía lo suficientemente atractivo como para ser de su tipo, un chico pelinegro de ojos oscuros y tez blanca con una actitud fría, exigente y perfeccionista, era un espécimen perfecto para Deidara pero aunque estuviera encerrado en esa casa los siguientes días, no perdería la oportunidad, tendría a ese hombre, como fuese y costase lo que le costase ese fue el objetivo que se fijó cumplir durante su estancia en aquella casa.

Sus padres se despidieron con una sonrisa, para Naruto no había nada peor se quedaría en la casa del chico que Sakura adoraba y el odiaba, quedarse con Sasuke era algo malo, él era tan perfecto que le enfermaba estaba tan seguro de que no tendría ni un solo fallo, y lo odiaba para alguien tan imperfecto como el, vivir con Sasuke iba a ser un martirio, una completa tortura, no sabía que iba hacer ahora. Mikoto los dejo amablemente hasta las que serían sus nuevas habitaciones por el tiempo que fuera necesario, Deidara soltó su maleta y cerró la puerta, Naruto también procedió a entrar en la suya, era acogedora de un color crema y los azulejos del piso completamente blancos, se lanzó en la cama dejando la maleta en el suelo, la cama era tan cómoda que no quería levantarse y el viento entraba suavemente por la ventana que permanecía abierta, Naruto se levantó y miro por la ventana, recostó su rostro al borde y cerró los ojos dejando que el frio viento rosase su rostro por varios minutos, escucho la puerta abrirse y volteo a ver a Deidara.

Capas de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora