Capas de mentiras

Epilogo

Miraba desde lejos, escondido entre los dos muros que conformaban el pasillo del baño personal que había en su habitación, miraba a aquel hombre tratar de acomodar su maraña de cabellos dorados, y elegir algo cómodo pero lo suficientemente bueno como para el paseo que irían a dar. Para Sasuke ver a Naruto haciendo cosas usuales era un deleite, escuchar cómo se reía cuando pensaba algo gracioso, o como le hacía pucheros a la comida, cuando no le quedaba como él quería.

Se acercó al rubio silenciosamente, y lo tomo por las caderas haciendo que este se sobresaltara, Naruto lo miro sorprendido, y luego se relajó, el moreno apoyo su mentón en el hombro de su pareja, y deslizo su mano por el brazo del menor y tomo la suya, la llevo a sus labios y deposito un casto beso en ella.

-Te ves hermoso – le susurro Sasuke al oído

-Pero si ni siquiera tengo puesta la camiseta – le aseguro algo confundido el rubio

-Precisamente eso te hace más hermoso – le aclaro el moreno mientras acariciaba los abdominales de Naruto – joder, eres jodidamente sexy

-Suéltame pervertido – le pidió Naruto haciéndose la victima

Sasuke noto ese rasgo juguetón de Naruto hace años ya, aunque al principio cuando comenzaron a vivir juntos, el rubio era un poco más cohibido, pero ahora, era todo lo malo que quería, y a Sasuke eso le llevaba a un límite que no había conocido antes. Tomo al rubio por el brazo y lo lanzo a la cama, haciendo que el otro soltara una carcajada, empezó a lamer su abdomen y a tocar sus pezones, haciendo que el rubio se excitara.

-No deberíamos, Itachi no tardara en venir por nosotros – le recordó Naruto mientras se dejaba besar en cuello

-Que se espere – gruño el pelinegro poseyendo los labios de su pareja

-Sasuke, vamos, a ti no te gusta que te hagan esperar – le regaño el rubio

-Entonces hagámoslo rápido – dijo empezando a desabotonar el pantalón del rubio

Entonces un pitido fuerte resonó y proviniendo de afuera de la casa. La expresión de Sasuke fue de enfado y decepción.

-Te lo dije – comento el rubio deteniendo y levantándose de la cama

-Odio que tengas la razón unas veces – hablo frunciendo ligeramente el ceño

-Ya tranquilo, te recompensare después la calentura ¿vale? – el Uchiha sonrió y empezó a arreglar su ropa

Ambos salieron de la casa, asegurándose de que todo estaba perfectamente cerrado, y se encontraron con la 4x4 de Itachi, y a Deidara el cual los saludaba desde el haciendo del copiloto, entonces unas vocecitas algo chillonas, llegaron a oídos de ambos hombres.

-Tío – gritaron los chicos, mientras corrían al encuentro de ambos hombres

-Miria, Ryu – Naruto atrapo a los dos hermanos que se colgaron de su cuello

-Tío – le llamo Miria - ¿tú y mi tío Sasuke también se besan? – pregunto la niña curiosa

-Si…claro que si –Sasuke arqueo una ceja mientras se le hacía divertida la pregunta

-Y ¿duermen juntos en la misma cama? – le pregunto ella de nuevo

-Eh…- Naruto miro a Sasuke y este le sonrió y se acercó a la pequeña

-Por supuesto que lo hacemos, somos pareja después de todo – le aseguro el moreno

-Pero no están casados – le reclamo la niña haciendo un puchero de desacuerdo - ¿Por qué?

-Eso es porque tu tío le tiene miedo al compromiso y por eso no se atreve a proponérmelo – aseguro Naruto haciéndose el dolido

-¡Ja! – Sasuke bramo indignado

-Eso es de cobardes tío – comento Ryu empezando a caminar hacia el auto de sus padres

Sasuke observo la escena, miro a Naruto reírse y luego a su hermano ocultar su risa en el cuello de Deidara

-Y ahora yo soy el malo – comento para sí mismo caminando hacia donde estaba el resto

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El sol estaba en la cúspide de su esplendor, y el cielo hermosamente despejado, casi no daba vista a las nubes, la arena brillaba como trozos de cristal, los cuales se empapaban cuando la marea subía y golpeaba con parsimonia la arenosa orilla. Eran un clima relajante y cálido, pero los niños no veían aquello, solo corrían alrededor de todo el lugar, se zambullían en el agua, y volvían a salir, claro bajo la atenta mirada de sus abuelos, los dos hombres se habían recostado en unas tumbonas y bebían cerveza relajadamente, mientras sus esposas, discutían sobre qué hacer de acompañamiento para la carne que había comenzado a hacer Kushina.

Deidara soltó una sonrisa, mientras veía a Naruto ayudar a su madre a encender la parrilla; sintió las manos de su esposo rodeándole la cintura, y se permitió relajar su espalda en el pecho de este. Observo como se sentaba a su lado Sasuke el cual veía complacido a Naruto y sonreía de vez en cuando.

-Veo que el matrimonio les sentó muy bien – comento el moreno observando a la feliz pareja