Capítulo 20: El plan de Naruto

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Se mantenía prendado de los brazos de su novio, Deidara no quería soltar las caderas de Itachi por nada del mundo, sus abrazos eran tan cálidos, su pecho tan cómodo, su olor tan bueno, ¡como dejarlo! Itachi seguía con los ojos cerrados recostado en su cama, mientras acariciaba el cabello rubio de Deidara, después de haberse acabado la caja de pocky se permitieron descansar, pero sin embargo podía resaltar algo, sus labios eran maravillosos, los besos con lengua de aquel pelinegro eran increíbles, podía ganarse la licencia de mejor besador en la faz de la tierra, el cuerpo de Itachi siempre se sentía tan bien, muy en el fondo, sentía unas ganas terribles de sentir su cuerpo, pero no se había lanzado completamente, claro excepto que le había insinuado que lo podían hacer cuando él quisiera pero Sasuke y Naruto le arruinaron el plan, así que por ahora le gustaba estar así con Itachi, sentía que podía estar así toda la vida.

-Deidara hace poco me mostraste tus dibujos, me pregunto si ¿puedes dibujar un cuervo? – dijo Itachi con una sonrisa

-Claro, los cuervos son animales geniales – dijo Deidara sonriendo

-Es mi animal favorito, ¿podrías hacerme uno en la pared? – le pregunto Itachi con una leve sonrisa acariciando los cabellos del chico

-Claro, pero necesito la pintura, el dibujo puedo tenerlo listo para mañana – dijo Deidara mirando las paredes del cuarto de Itachi

-Entonces, has el dibujo y dime que colores necesitas, yo comprare la pintura – dijo el pelinegro dándole un beso en la frente

-Está bien, ahora ¿Qué te parece ir a molestar un rato a nuestros hermanos? – le pregunto Deidara emocionado

-Me parece bien – dijo sonriendo

Ambos chicos se levantaron y salieron de la habitación, sin embargo el resto de la casa estaba muy sola, cosa que a ellos le pareció muy sospechoso, sin embargo buscaron por las habitaciones, el patio, la cocina, la sala de juegos, la piscina, y no los encontraron, Deidara envió un texto rápido a su hermano, y este solo respondió "Salimos un rato a divertirnos".

-Ese Naruto ya está volando muy lejos del nido – dijo Deidara con tono triste – bueno, tengo hambre ¿será que puedo cocinar algo?

-Por supuesto, pero... ¿tú sabes cocinar? – pregunto Itachi un poco sorprendido

-Claro que sí, un hombre para su supervivencia debe saber cocinar, sino vivirá comiendo ramen instantáneo, que es lo único que come Naruto, porque cuando mi hermanito intenta cocinar, lo más seguro es que la cocina explote – dijo sacudiendo la cabeza con pavor

-Entiendo – dijo con una sonrisa - ¿Y muy bien que planeas cocinar?

-Bueno, ¿qué te parece pasta? Es rico y fácil – dijo Deidara con una sonrisa

-Es cierto, yo pido hacerle de juez, además quiero probar lo que seas capaz de cocinar

-Está bien Ita, veras que te voy a sor-pren-der – dijo Deidara moviendo un poco el trasero haciendo reír a Itachi

-Estoy ansioso – dijo sentándose para observar a su novio cocinar

Deidara puso el agua a hervir con algo de sal, luego agregándole la pasta, coloco a cocinar frijoles y carne molida por aparte, se estaba esforzando por una razón, ¡Itachi se lo iba a comer! Agrego ½ cebolla en cuadros a la carne molida, dos ajos, algo de romero para darle frescura y vino blanco, coló la pasta que ya se había cocido y le agrego espinaca, y luego los frijoles y la carne que no tardó mucho en estar hecha, luego le agrego algo que nunca podía faltar, el queso. Miro lo que había hecho y por un momento pensó "¿y si sabe horrible?" respiro hondo y puso una porción en un plato, llevándolo ante Itachi con un leve sonrojo, el pelinegro enseguida tomo un cubierto y probo un poco, Itachi arqueo una ceja enseguida, al sentir el sabor de lo que su rubio había preparado.

-¿Qué tal? – pregunto algo asustado Deidara aunque con la expresión de Itachi lo único que había podido pensar era que todo le había salido mal

-¿Lo probaste? – dijo Itachi haciendo que Deidara se sintiera mal

-Perdón, no debí darte algo tan malo – dijo apartando el plato del frente de Itachi, pero este detuvo su mano

-Pruébalo – dijo con una sonrisa – esta delicioso, eres increíble Deidara sin duda serás el mejor esposo del mundo – aquellas palabras había logrado un sonrojo duradero en el rostro del rubio, el cual acababa de comer un bocado de aquel platillo

-Gracias – dijo con una sonrisa golpeando el hombro de Itachi con algo de vergüenza

-Te quiero tanto Dei – dijo acercándose al rubio, y acariciando su mejilla con suavidad

-Y yo a ti Ita – dijo apartando los mechones de cabello de su rostro y besándolo con cariño

Los brazos de Itachi rodearon la cintura del rubio y los de Deidara rodearon el cuello del pelinegro, besándose con total tranquilidad mientras sus cuerpos se juntaban, su aroma a chocolate aún seguía tan presente en el como la primera vez que pudo olerlo y disfrutarlo, adoraba a Deidara, desde su forma de ser tan despreocupada hasta su forma tierna de avergonzarse y lo sensible que podía ser, lo adoraba de pies a cabeza y lo deseaba como nunca deseo a alguien, bajo sus manos hasta el trasero del rubio lo apretó siendo algo inevitable para él, Deidara lo miro sorprendido.

-Eres un pervertido – dijo entre risas el rubio

-Lo sé, pero es tu culpa – dijo sonriendo mientras sus manos seguían jugueteando con el trasero del chico

-¿Mi culpa, y eso por qué sería? – dijo mientras acariciaba las caderas del pelinegro

-Es por tener un trasero tan bueno – dijo Itachi mordiéndole una oreja a Deidara haciéndolo gemir

-Eres un sádico – dijo el rubio negando con la cabeza – aunque así te adoro

En ese momento alguien abrió la puerta, por el sonido de los tacones que hacían eco en la sala ambos chicos supieron que era Mikoto e inmediatamente se separaron disimulando la situación, ella entro con una tierna sonrisa como era de costumbre.

-Um huele muy bien, ¿alguien cocino? – pregunto intrigada debido al rico olor que había invadido la cocina

-Deidara cocino hoy, esta delicioso yo ya comí aunque podría seguir comiendo más – dijo adulando a su novio

-Entonces, ¿puedo comer un poco? – pregunto Mikoto con una sonrisa

-Por supuesto sería un honor que usted coma mi comida – dijo Deidara algo sonrojado

-Muy bien – dijo la mujer probando un poco de la pasta que el rubio había preparado - ¡Delicioso! Está muy bueno, eres un gran cocinero Dei

-Muchísimas gracias – dijo con una sonrisa

Mikoto se sirvió algo de comida con una sonrisa mientras Deidara buscaba los materiales para dibujar el cuervo que Itachi quería, y este lo acompaño; pero mientras la tarde caía dos chicos se la habían mantenido paseando por la ciudad y haciendo unas cuantas cosas, Naruto se mantenía tomado de la mano de su novio con una sonrisa, mientras terminaba de charlar con Hidan, Sasuke no entendía bien que estaba planeando el rubio al buscar a un hombre como ese, sin embargo le siguió sin rechistar; Naruto termino de hablar con el hombre y luego salió del café.

-Aun no entiendo bien, ¿Qué estas planeando? – pregunto Sasuke con curiosidad

-Es una pequeña sorpresa para Deidara, aún le debo el favor de lo que hizo por nosotros aunque claro, también tengo que molestarlo un poco, estar en un congelador de carne no se sintió muy bien que digamos – dijo con una risilla

-¿Y el hombre que tiene que ver? – pregunto Sasuke algo celoso

-Él es el mejor amigo de Deidara, me ayudara a conseguir un buen sitio – dijo con una sonrisa de oreja a oreja

-Muy bien entonces yo te ayudare en lo que sea – dijo Sasuke dándole un tierno beso en los labios a su novio


Capas de mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora