Sonrió con dulzura cuando Tomoyo les tomó una fotografía juntos. Se había empecinado en tomarles unas cuantas fotos en el jardín trasero de la residencia Li, justo donde él le había propuesto matrimonio. Aunque, como siempre, la amiga de Sakura se había emocionado mucho y llevaban un buen rato de pie allí, posando para ella. Ya estaban algo cansados, pero la veían tan emocionada que no se atrevían a decir nada.
—Bueno— les sonrió. —Con esto creo que es suficiente, vayamos a disfrutar de la fiesta.
Ambos suspiraron de alivio. Luego la siguieron adentro de la casa.
Todos estaban muy alegres, incluso el señor Fujitaka, que se reía de las cosas que decían Mei Ling y Ryu. Eriol conversaba con Touya y Yukito sentados en los sillones, mientras bebían, los vieron llegar y comenzaron a aplaudir, a excepción del hermano de Sakura, que puso mala cara, pero fue obligado a alzar su vaso por su amigo que parecía más que feliz. La pareja enrojeció por la efusividad de sus seres queridos, aunque también estaban muy contentos.
Después de todo, era una fiesta para celebrar su compromiso.
Con todo lo que había sucedido, festejar era lo último que podían hacer, dadas las circunstancias. Así que lo habían pospuesto para cuando las cosas se calmaran un poco, además, juzgaron desconsiderado celebrar cuando una persona había fallecido durante el enfrentamiento.
Si bien había sido su enemiga, no había sido más que una víctima en todo aquello. Lei seguía presente en las mentes de la mayoría allí.
Sakura a veces se sentía un poco culpable de la felicidad que estaba experimentando. Miró al joven que tenía al lado pensando en qué hubiera sentido si no la habría elegido. "Probablemente mucho dolor" se dijo, pensativa.
Un apretón en su mano la devolvió a la realidad. Shaoran la miraba, todos la miraban, de hecho. Estaban esperándola para brindar. Se sonrojó y levantó su vaso también.
— ¡Muchas felicidades!— exclamaron.
Sakura fue secuestrada por sus amigas hacia un rincón en donde empezaron a comentar lo lindos que se veían ellos dos juntos, por supuesto que avergonzando a la joven de ojos verdes. Ella por momentos volteaba a verlo, buscando encontrar su mirada, quería estar a su lado ya que no habían podido coincidir durante aquella última semana, él había estado muy ocupado con su trabajo, ambos en realidad, ella también en el templo Tsukimine.
Shaoran no la miró, estaba absorto en algo que le contaba su futuro suegro, ambos compartían la afición por la historia y la arqueología, entonces solían hablar de aquello bastante.
Así que se limitó a regresar su atención a sus amigas, un poco decepcionada.
—Oh, qué felicidad, ¡me alegro tanto por ustedes dos!— enunció Mei Ling. —Se lo merecen, han pasado por mucho para llegar aquí.
—Eso es verdad— dijo Tomoyo. —Ahora les resta toda la felicidad que se perdieron cuando éramos niños.
—Muchas gracias por sus buenos deseos.
— ¿Te dijo dónde será la luna de miel?— consultó la proveniente de China. — ¡Muero por saber pero esos dos tienen el secreto bien guardado!
—N-No... no lo sé...— su rostro estaba totalmente rojo y sus latidos desbocados.
—Oh, se lo tiene bien guardado— sonrió. —Pero seguro que te llevará a algún lugar muy bello.
—Basta por favor...— llevó una mano al pecho. —No es divertido.
— ¡Oh, vamos! ¡Vas a casarte!
—Sí...— volvió a mirarlo. Aún continuaba conversando, volvió a desilusionarse. Si mirara unos momentos hacia donde estaba no le importaría, rápidamente para evitar las probables burlas de sus amigos, quería saber si también buscaba estar a su lado, tranquilos, solo unos momentos. —Tienes razón...
Cuando se hizo tarde y los invitados se marcharon permaneció sentada en el sofá pero como sintió un poco de calor prefirió refrescarse en el jardín, había una suave brisa fresca esa noche, era mejor no desperdiciarla.
Su vestido de verano aguamarina bailaba a su alrededor. De alguna manera le gustaba la sensación, y el sonido de la ropa reboloteando también.
—Siempre que te busco te encuentro aquí— oyó y volteó, era Shaoran. —Es fácil saber dónde te encuentras.
—Este jardín me gusta mucho, es tan amplio y tranquilo... me relaja.
— ¿Estabas nerviosa?
—Un poco— se rió, despacito. —También por mi hermano, aunque no ha dicho nada grosero.
—Se abstuvo de hacer comentarios— resopló él, gruñón. —Agradezco que lo hiciera.
Cuando la oyó reír se quedó quieto primeramente, aunque después sintió la necesidad de acercarse para abrazarla. Sakura como siempre lucía radiante, se preguntó si acaso no tendría la misma sensación de urgencia. Se aproximó con las manos en los bolsillos, como cada vez que le preocupaba ser asfixiante, por sobretodo para evaluar su reacción.
Extrañamente la vio tensarse y ruborizarse. Haciendo que se preguntara si le sucedía algo. También observó que apartaba su rostro, mirando hacia otra dirección.
—Sakura ¿te encuentras...?
—Hoy— lo interrumpió ella, jugueteando con sus dedos, nerviosa. —Durante la fiesta... pues... parecías divertirte...
—Ah, tuve una conversación con tu padre acerca de unos descubrimientos que hizo en la última excavación de la que participó, me pareció sumamente interesante... no me di cuenta que el tiempo pasaba con tanta rapidez.
—Ya veo...
— ¿Tú no te divertiste?— dio unos pasos hacia ella para acortar la distancia.
— ¡Sí, por supuesto! Pero es que... me hubiese gustado...— se estaba sintiendo como una tonta por no poder contenerse, no quería que pensara que estaba disgustada. —No, no es nada... estoy pensando tonterías...
— ¿Qué tonterías?— la abrazó y apoyó el mentón en su cabeza. —Cuéntame.
—Pues... quería pasar más tiempo contigo— se ocupó de mirarla a los ojos, las mejillas de él se colorearon, de eso no tenía duda. —Tal vez suene tonto... pero pensé que por un momento no te importaba si estábamos solos o no...
Shaoran se quedó quieto, mirándola, aún algo avergonzado. Eran raras las ocasiones en las que su novia le comunicaba abiertamente lo que quería a su lado, y cada vez que sucedía se ruborizaba sin poder evitarlo. Sakura también lo estaba, era evidente que sentía alguna especie de vergüenza cuando decía esas cosas, le hubiese gustado poder explicarle abiertamente que a él le encantaba, le encantaba que le contara esas cosas, que lo quería para ella, porque él se sentía igual.
—Sakura, ¿cómo piensas que eso puede molestarme?— volvió a abrazarla, atrapándola por completo en su pecho, sin poder reprimir la sonrisa y aún con el rostro enrojecido. —Me sucede exactamente lo mismo...
—Pero... no está bien, no quiero acapararte...
—Yo debería decir eso— tratando de reprimir la alegría tomó su rostro en las manos, inclinándose un poco para estar a su altura, era alta pero él aún más. —No tienes idea de las veces que pensé en llevarte lejos para no compartirte... pero no puedo hacer eso... tal vez sean las ansias ¿no crees?
—Tal vez...— tentada por besarlo clavó sus ojos en la boca de su novio.
—Pronto estaremos cada día juntos— se acercó un poco más. —Y ya no tendremos que preocuparnos por estar solos.
Asintió solo un momento antes para acordar que así sería, feliz.
Luego se dejó besar finalmente.
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Is Our Beginning
FanfictionSecuela de Is Our Destiny. Tiempo después de la batalla sucedida la paz retorna a la ciudad de Tomoeda, sin embargo esto no es duradero, las presiones del concejo de ancianos y los nuevos enemigos amenazan la afianzada relación de Sakura y Shaoran...