Resonance

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Debido a la clase de reforzamiento que darían en la tarde para todos los estudiantes de la clase de Arte contemporáneo, la chica del hoyuelo en la mejilla se sintió capaz de presidir de ella, nunca había faltado a alguna clase y había estudiado lo suficiente para no necesitar del reforzamiento además de no tener que lidiar con el sentido de culpa por no estar dentro del salón para esa oportunidad.

Hoy era un día especial, se cumplían 200 días desde que había accedido a ser novia de Hye Jin. Si debía ser honesta, pues el romanticismo no era un terreno cómodo para ella ni en el que tuviera demasiada experiencia, pero su orgullo no la dejaba admitirlo y cuando su papá le había acusado de no ser para nada detallista, demostraría que no era tan insensible como se le calumniaba.

Llevaba unos días pensando en qué hacer en este aniversario, para ser la artista que era la creatividad a veces tardaba algo en llegar, pero eso no significaba que no tuviera la suficiente inspiración. En los últimos meses todo había pasado muy rápido, antes de conocer a Hye Jin se burlaba de las parejas de su círculo cercano poniendo en duda su amor, diciéndoles "A ver cuánto les va a durar esta etapa", insinuando que el entusiasmado amor que vivían pronto se volvería un hastío y se terminarían peleando por cualquier insignificancia.

A pesar de que llevaban cerca de medio año juntas, Wheein pensaba que el amor que sentía por la morena se actualizaba cada día, todos los días al despertar era como un volver a iniciar, cuando empezaron a vivir juntas temía que de pronto todo se volviera rutinario y aburrido, pero en absoluto había perdido la emoción. Un día discutían y en el mismo día se reconciliaban, no tenían mucho tiempo asique cuando podían salían en citas, para Wheein en el tiempo que llevaban como pareja habían construido una relación con la suficiente fortaleza como para no venirse abajo o al menos eso creía.

Cuando se cansó de pensar sobre que preparar, se le ocurrió nada más que regalarle a su novia una tradición, ya había cometido el error de llevarle flores en su aniversario, descubriendo que no era una chica de ese tipo de detalles delicados.

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Segura de que le gustaría algo mucho más simbólico, llamó a SeungHo para pedirla prestada la azotea del bar esa tarde, él le comentó que no tenía mayor objeción, pero no le podía ayudar a preparar nada, en la llamada se escuchó un ruido seguido de su voz algo torcida, parecía estar bastante atareado.

Llegando al bar se apresuró a ayudar a SeungHo con unas cajas que parecían apunto de caer.

Wheein: Está bien, las tengo. −Le avisó atajando la pila de cajas que el hombre intentaba cargar. –

SeungHo: Caíste del cielo... − Exhaló a modo de agradecimiento. −

Wheein: No se supone que tenias una chica encargada de hacer esto.

SeungHo: No vino el día de hoy, me habló por teléfono diciendo que tenía que ir a visitar a su hermano. No sé si sea cierto, aun no estoy muy seguro sobre esa chica. Todas deberían ser como tú y Quilin...No, ahora que lo pienso dudo si sería bueno, Quilin es demasiado ingenua, de no ser así no hubiera traído a esa niña problemática aquí.

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