La chica de largo cabello oscuro azulado ofreció su mano enfrente para estrecharla a la de la morena, y la joven estudiante de cine la recibió con seguridad mientras veía entretenida como aquella cantante callejera no mostraba timidez al conectar su mirada directamente con la de ella.
Hye Jin: Estoy segura que te daría mi número de no tener novia.
Moonbyul: Uuuh... así que chica de compromisos. Era lógico, alguien así no podía estar soltera. −Continuó sin dejar de coquetear. −
Hye Jin: ¿Estás segura que no quieres reconsiderar lo del empleo?
Moonbyul: ¿Discutirlo me dará la posibilidad de sentarme a beber un café contigo? −Respondió con rapidez. −
Hye Jin: Creo que ya había dejado claro que tengo novia.
Moonbyul: No hay problema, no soy posesiva, ni celosa.
Hye Jin: Wuoaa... eres realmente descarada... ¿eh? −Sonrió. – Me agrada, vamos a tomar algo, yo invito.
En la universidad Wheein había discutido fuertemente con dos de sus amigas en la universidad por un trabajo, encontró a ambas alterando uno de sus trabajos antes de su exposición.
Wheein les conoció el primer día en su llegada a la universidad, al igual que ella venían de provincias y de familias humildes de noble esfuerzo. Poco a poco al ver como Wheein tomaba el primer lugar de su clase y lo mantenía incluso a pesar de trabajar, en ambas compañeras empezó a brotar la semilla de la envidia, empeoró cuando conocieron a Hye Jin, notaron lo bien que le trataba y lo feliz su novia se esmeraba por hacerla. Cada genuina sonrisa de la joven artista empezó a irritarles profundamente, no les cabía en cabeza como una chica de pueblo como ellas había logrado ser tan feliz en la capital en tan poco tiempo, codiciaban su buena estrella y sus actos se volvían venenosos conforme a su envidia crecía.
Ese día, las tres terminaban sus trabajos para una de sus clases compartiendo un aula, las obras estaban listas y en una hora serían evaluadas.
Antes de su exposición la chica del hoyuelo en la mejilla fue a buscar un café con el propósito de sacar aún más energías para la evaluación, sus compañeras a las que consideraba amigas le sonrieron al escuchar que iba a tardar un poco para volver. A medio camino hacia la cafetería se dio cuenta de que no llevaba el dinero suficiente para comprar su bebida y volvió al salón en donde estaba.
Antes de asomarse por la puerta escuchó sin premeditarlo la conversación de las chicas dentro de la sala. "Mira, la muy despreciable... todo lo hace perfecto.", decía una de ellas contemplando el trabajo de Wheein. "Ya estoy harta de ella, su falsa humildad y simpatía.", la segunda se acercó al dibujo y lo manchó con un pequeño frasco de pintura negra. "¿Qué haces?" dijo sorprendida sonriendo maliciosa su compañera, pero al contrario de detenerla la arengó diciendo "Bueno, tendremos que decirle que ocurrió un accidente.".
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Tentación
Fiksi PenggemarComo alumna de artes visuales en la Universidad de artes de Seúl, el espíritu de Jung Whee In era libre y animoso, lleno de creatividad y siempre con deseos de algo nuevo, sin embargo la sonrisa que marcaba un hoyuelo en su mejilla no siempre había...