capítulo doce |Especial|

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Cuando volvio a la realidad todo estaba muy oscuro.

Seokjin a duras penas logro levantarse para ver el desastre que su amo habia ocasionado, basicamente estaban en medio de la carretera pues el lugar donde el señor Park vivia era muy alejado de la ciudad; cuestiones de seguridad según el. Seokjin estaba seguro de que el automóvil con el que choco era el que estaba en peores condiciones.

Todo era un desastre, pedazos de metales por todo el lugar, vidrios rotos, mucha sangre y ambos coches destruidos.

Jadeante y con un inmenso dolor en su cuerpo trato de ver como estaban los pasajeros de el otro automóvil. Lo que vio ante sus ojos lo horrorizo.

Era una pareja, ambos se veían jovenes pero estaban en pesimas condiciones y parecían no estar respirando ya; sollozó ante la catastrófica escena sintiendo náuseas aún cuando no habia ingerido alimento alguno desde la mañana.

Corrió a pedir ayuda con el Señor Park pero estaba no respondía ante sus gritos. Asustado ante la soledad y los cadaveres yacentes intento buscar ayuda, pero la carretera estaba completamente abandonada así que con heridas, cristales incrustados en su perfecta piel y sangre en distintas partes del cuerpo emprendio su camino para buscar alguien que le ayudase.

Camino algúnos kilometros más sintiendo sus ojos hinchados por tantas lagrimas derramadas, su cuerpo estaba entumido ante el viento gelido ya que sobrepasaban mas de las dos de la madrugada y solo llevaba escasa ropa delgada y gastada- cortesía de su padre-. Estaba por rendirse, tal vez cerrar sus ojitos para siempre no sería tan malo, podría estar con su mami quien habia sido mandada al cielo desde que el era solo un infante, podria ver la cara angelical de su progenitora  y no solo las fotos de su pasado, donde papá no era malo y no tenia una botella pegada en sus manos.

"Tal vez y ella me quiera... tal vez ya no sere un estorbo nunca más" penso con tristeza sintiendo su cuerpo fallarle.

Estuvo a punto de rendirse, lo juraba, estuvo a punto de reunirse con su madre hasta que un Mercedes negro se detuvo para auxiliarle.

—¡Hyungwon ayudame por favor!  —Gritó una voz lejana para Seokjin, quien ya estaba en el suelo con poca conciencia.

—¡Esto es arriesgado señor! ¿Y si es un ladrón?

— ¡Mierda! Ayudame de una puta vez— Enfurecida se escuchaba aquella potente voz que le cargó dandole un poco de calor a su congelado cuerpo. Quería abrir los ojos pero estos no respondian y solo podia escuchar lo que pasaba de una manera borrosa y distante.

Escucho algunas puertas y se sintio depositado en algo que a pesar de estar duro era totalmente cómodo.

--Llevanos al hospital mas cercano  Chae-- Ordenó la voz, mientras sentia recorrer unas manos por su maltratado rostro, se sentian algo asperas pero jodidamente comodas, eran grandes y calidas. Muy calidas.

-- Esta bien-- Contestó la otra voz pareciendo igual de monótoma que hace unos instantes.

Seokjin necesitaba saber quien estaba haciendo algo así por el, sin embargo, todo volvio a ser negro y cómodo ahora.

[•°•♡•°•]

Cuando despertó por segunda vez en lo que iba de la noche, pudo ver una habitación completamente blanca, se sentía mareado y fuera de sí. Pero a pesar de sentir una ligera molestia se sentia demasiado bien y no sabia el porque.

— ¡Chico, despertaste! — Una voz lo asusto y giro para ver quien hablaba pero solo consiguió mas dolor soltando un pequeño gemido.— Hey, tranquilo tomatelo con calma ¿Puedes decirme tu nombre pequeño?

My Good Boy •NJ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora