My Good Boy •NJ•

capítulo diecisiete

El hecho de llegar a su hogar con una pequeña nota en el centro de la mesa que decía "Se que hoy regresas Jung así que prepare tu platillo favorito para compensártelo, debe ser agotador viajar por todos lados por tu trabajo", su vecina podía ser una bruja a veces, pero cuando se lo proponía era un verdadero amor. Tomo la comida que había sido tapada cuidadosamente y la metió al microondas, disfrutando después de semanas un merecido descanso viendo sus series favoritas y comiendo la deliciosa comida que le habían preparado, a veces pagarle a la mujer mayor para el aseo tenia sus ventajas. Satisfecho de comida y relajación se dedicó a ir a su solitaria habitación y tumbarse directamente en la cama, riendo como desquiciado porque si, tal vez el hotel era jodidamente lujoso y tenían las mejores camas, pero jamás superarían a la que le acompaño en todos sus agotadores días e insomnios, esa era la mejor cama del mundo. Respirando hondo se dejo mullir entre las sabanas y cojines que le acompañaban, con una sonrisa en su oreja durmió con un bebe, aunque en la mañana se arrepentiría.

Y estaba en lo cierto, tener que volver a cocinar para ti y que alguien arreglase el desorden que el pelinegro siempre dejaba era una tarea difícil cada mañana, sobre todo si todavía tenía que atender a sus padres que pedían les contase todas las aventuras en el extranjero, como si fuera un pequeño niño todavía y eso le enternecía, pero es esos momentos el pelinegro estaba volviéndose completamente loco. Al final salió de su casa corriendo mientras se adentraba al automóvil y comenzaba a conducir hasta su trabajo, su jefe le iba compensar con un mes entero de vacaciones sin embargo, todavía tenia toda una agenda apretada que le urgía terminar y no dejar ningún pendiente mientras el se tomaba su descanso, ya que, a pesar de no ser el mejor amigo de satanás, era su mano derecha y debía estar a la altura y no era por presumir pero los suplentes que en sus vacaciones le reemplazaban no le llegaban ni a los talones de lo que Hoseok podía manejar en situaciones de perdida de control, era solo excelente en su trabajo.

Al llegar al estacionamiento de la imponente empresa, busco el lugar que ya tenia asignado y salió del vehículo llevándose consigo mismo lo esencial, cerro el pórtico y suspiro por volver a su rutina diaria, sin un pequeño niño que estuviese a su lado todo el día, aunque sentía esa falta de tener al joven Kim a su cuidado sabía que era mejor atendido en su casa y no tendría por qué preocuparse. Pero vaya que error cometía Jung.

Estando en la puerta principal saco su tarjeta de acceso, siendo interrumpido por un alto estruendo, o bueno, gritos de varias personas discutiendo. Específicamente se trataba de el guardia de seguridad, Hyunwoo quien peleaba con un pequeño chico pelirosado, ambos parecían no ceder y el chico pelirosado comenzó a dar golpes- inútiles. - al gran guardia de seguridad que solo bufo con molestia y empujo el cuerpecillo haciendo que este chillara de la rabia y pataleara. Jung se acerco al otro guardia de seguridad, Hoseok se llamaba, al igual que él, por lo que tenía un sobrenombre especial para que no se confundieran de personal.

― Wonho ¿Qué sucede aquí?

El gran y musculoso guardia solo rió y murmuro― Este chiquillo vienen diciendo que es profesor muy importante de un tal Kim Seokjin y que trae al niño aquí, consigo para hablar con el jefe ¿Puedes creer eso?

Mientras el otro chico partía en carcajadas el pelinegro volteo repetidas veces, atando cabos de lo que le habían contado del joven Kim. Y si podría ser....

― ¡Hey! ― Grito Jung para llamar la atención del pelirosado, que solo le dedico una mala mirada directo para atacar, pero el pelinegro actuó más rápido― ¿Eres Park Jimin?

El otro chico asintió desconfiado― Así es ¿Y tú quien se supone que eres?

Hoseok extendió su pase de identificación acercándose al extraño quien se veía podría golpearle en cualquier momento― Mi nombre es Jung Hoseok y trabajo como mano derecha de Kim Namjoon, a quien buscas.