My Good Boy •NJ•

Capítulo dieciocho

Hoseok corrió al personal lo más rápido posible, no habían pasado ni cinco minutos y ya estaban todos tras el castaño quien estaba siendo mimado por un pelirosado, tratando de darle un chupete de miel que había en su bolso. Todos le hacían preguntas al par nuevo que causo conmoción en su trabajo, así que tomo de las manos a los dos chicos y a empujones lograron salir para dirigirse a la oficina de el señor Kim, al ser una área privada y vigilada nadie les molestaría. Eso suponía.

Después de la agitada situación el pelinegro intentaba no lanzarse encima del pelirosado y ahorcarlo con sus propias manos, la situación estaba fuera de control. Al llegar a la planta donde la oficina de su jefe se encontraba, tuvo que explicar toda la situación a la recepcionista para dejarlo ir libre, esta tuvo que llamar al mismo Kim para corroborarlo. Al menos se divirtió al ver como los ojos de la chica se abrían en sobremanera cuando Kim Namjoon le dio ordenes directas de dejar pasar a su asistente Jung Hoseok. Sonriendo triunfante, las grandes puertas se abrieron ante sus ojos y sin mas las tres personas ingresaron dentro de esta.

Lo primero que Jimin se le ocurrió fue soltar una maldición ante la ostentosa oficina que su jefe tenia, debía admitir, era enorme y llena de aparatos sofisticados. Cualquiera se sorprendería, además, pocos realmente tenían acceso a esta área del gran edificio, y el pelinegro era de esos "afortunados".

Al dejar su chamarra en uno de los percheros que le pertenecían al pelinegro no dudo ni un segundo en encarar al pequeño demonio el cual se sentó cómodamente en uno de los sofás de su jefe, como si fuera el amo aquí, el chico tenia aires de superioridad que hacían a Jung rabiar.

― ¿Quiere un poco de agua su majestad? ― Hablo sarcástico.

El otro se acomodo mejor en el costoso sofá y perezoso respondió― Por supuesto esclavo.

Una risa llena de histeria salió de sus pulmones y dio un ligero golpe en la rodilla del muchacho para correrle del inmueble ― Para ser un profesional como te auto reclamas no eres más que un niño caprichoso, sabes que fue irresponsable al llevar a Seokjin hasta aquí. Fue estúpido. ― Respondió con irritación palpable en el ambiente.

― ¿Yo fui el irresponsable? Kim Namjoon expuso a Jin ante toda una nación, no me conoces sirviente.

― ¡Deja de creerte superior! ― El otro trato de levantarle agarrando el cuello de su suéter, mas el otro pataleo en protesta y darle un certero golpe en la mejilla lo que le enfureció aun más. Así que con desesperación tiro al chico pelirosado al suelo y el otro se lanzó encima para pegarle.

― ¡Yo conozco mejor a Seokjin y créeme que pudieron pasar cosas malas si era expuesto de esa manera! Pero parece que al maldito cascarrabias de Kim no le intereso, entonces si Seokjin quiere verlo durante el trabajo yo puedo traerlo, porque ya todos saben de su mera existencia.

Hoseok detuvo el puñetazo de Jimin, al parecer el profesor estaba mas que lleno de ira por lo sucedido en el extranjero, desquitándose con el pelinegro. Al inmovilizar sus muñecas y con el ceño fruncido Jung decidió levantare, no eran unos críos como para estar peleando. Park también se levantó manteniendo una posición de defensa como si en cualquier momento fuera atacado cuando el fue el que comenzó a arremeter. ― Kim podrá ser lo que quieras, pero sabe lo que hace. No haría nada para dañar el joven Kim.

― ¡Es que tu no sabes! Seokjin, ven acá y dile como te sentiste esos días ante tanta gen...― Las palabras quedaron atoradas en su garganta al ver la nula presencia de Seokjin en la oficina y en cambio soltó un grito que ensordeció a nuestro asistente.

Jung giro a la dirección de Jimin. ― ¿Ahora qué?

― ¡Seokjin no está! ― Fue lo único que escucho antes de que el profesor saliera corriendo lo más rápido qué sus pequeñas piernas le permitían, el otro no se inmuto a las palabras, tratando de no entrar en un ataque comenzó a buscar a Seokjin, el pequeñuelo debió esconderse en uno de los mobiliarios, de eso estaba seguro.