capítulo 21

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Enamorando a mi alumna
Capitulo21
Tomo unos tragos en un bar. Y cuando regreso a casa me tumbo en el sofá. No tengo sueño. No quiero dormir. Suena el timbre, salgo a ver.
--buenas noches señor, su pizza.--¿pizza? Yo no ordene nada. Miro al joven. Tiene la cabeza gacha. Mira hacia ambos lados. Y me da la pizza. El tomo entro a casa. ¿Un mensaje de bulma? Abro la pizza. Nada. No hay nada. Suena de nuevo el timbre. Abro. El muchacho de la pizza. Me da un papel y sale corriendo. Cierro la puerta y abro el recado.
Mañana. No iré al colegio. Calle 37 en un restaurante. Abra mucha gente. Lleva un antifaz. Será fácil reconocerme. Antifaz y vestido rojo. 9 en punto.
Bulma. Definitivamente. Esa noche no duermo nada. Me doy una ducha. Tomo el traje más elegante que tengo. Negro y salgo. Subo a mi auto y voy al sitio. He comprado un antifaz negro en una tienda cercana. Llego al lugar. Hay una fiesta de beneficencia. Hay mucha gente. Hay dos mujeres con vestido rojo. Pero se quién es mi bulma. La única peli azul. Está en la pista de baile. Me acerco a ella y la tomo por la cintura. La acerco a mí.
--señorita, está usted en graves problemas—le dijo al oído.
--así? Lamento no entregar mi tarea hoy. —sonríe.
Le doy la vuelta y la beso. La gente no nos mira, es lo más normal del mundo. La tomo del brazo y subimos al segundo piso. Igual hay gente pero no tanta como abajo. Nos sentamos en una mesa.
--alguien te ha seguido?—pregunta mi peli azul.
--no—respondo tomándola de la mano-- ¿Qué está pasando aquí?—ladeo la cabeza.
--mi madre se ha enterado. —se acerca el mesero. Y ambos callamos
--buenos días, les ofrezco algo de beber?—pregunta. No nota nada raro en nosotros. Traemos antifaces pero todos los traen el día de hoy.
--si dos copas de vino blanco por favor, el mejor. —respondo por ambos. Miro a bulma y ella asiente.
--enseguida señor. —el mesero se aleja.
--qué coño está pasando bulma? ¿Cómo es posible que tu madre se entere? Traigo un dolor en todo el cuerpo como si unos malditos negros me hubieran cogido el culo.
--lo siento profesor—agacha la mirada. Me paso las manos por el cabello. —estoy embarazada.
--pero qué?—como paso? Cierto nunca usamos protección. Era de esperarse.-- ¿cómo cojones se enteró tu madre?—alzo la voz.
--profesor fíjese donde estamos. —todos nos ven. Así que me calmo.
--explícame—le exijo.
--no lose. Lamento lo que le paso.
El mesero se acerca deja las copas y se retira. Me tomo mi copa de un trajo. Necesito algo más fuerte, sin embargo no lo pido. Necesito estar sobrio para las decisiones que ambos tomaremos.
--vámonos. —le dijo. Me mira con los ojos tan abiertos como puede. —si vámonos, recuerdas la plática que tuvimos? Vámonos a la cabaña. Nadie sabe que esta hay. Vámonos a otro país. Nadie nos encontrara.
--profesor….
--calla bulma. Vámonos. No importa nada. Solo nosotros y nuestro hijo.
Dejo dinero en la mesa y salimos de ahí. Subimos a mi auto. Pero no a mi departamento. Seguro ya tendrán gente buscando a bulma. Salimos a carretera. Llegamos a la cabaña y nos acurrucamos en la cama.
--vámonos a china, Inglaterra. Londres. Lejos. —susurre en el oído
--me encantaría. Me gustaría que fuera niña. —me da un beso en la mejilla.
--bromeas? Será niño por supuesto. Mis genes son más fuertes. —sonreímos
--disculpe, profesor. —reímos a carcajadas. Seguimos hablando un buen rato y bulma se quedó dormida.
Momento más tarde. Empezaron a tocar la puerta. La tiraron y entraron varios tipos armados. Bulma se despertó. Y yo la abrase. Ingresaron al cuarto unos 5 tipos y los 3 que me golpearon.
--señorita Brieff. —tomaron a bulma del brazo y la jalaron
--malitos suéltenla. --Me puse de pie. Tenía a bulma agarrada del brazo. Me abalance sobre los tipos pero mis heridas de días pasados me lo impidieron. Carajo. Uno de los tipos me tomo de los brazos.
--la señora Brieff quiere hablar con usted—no dijo más y me jalo.
--vegeta!! ¿Qué está pasando?!!—escuche a bulma gritar los tipos la jalaban y la llevaban fuera.
El tipo que me tomo me llevo a un auto oscuro. Carajo!!! Me subió al auto y estaba una señora, supuse que era la madre de bulma, tenían un parecido espectacular, obvio bulma es mucho más hermosa.
Estaba sentada junto a la ventanilla opuesta, con una copa de vino en sus manos mientras la meneaba, con las piernas cruzadas. Me senté, ya no podía escapar estaba adentro. <<Que debería hacer, hablar yo primero?>> <<mis intenciones con su hija son honestas>> carajo!!
--vegeta Ouji?—me dijo haciéndome saltar. Tenía una voz dulce pero a la vez autoritaria, da miedo solo escucharla.
--si señora…
--cállate. —seguía sin mirarme. —tengo entendido que tienes una relación amorosa con mi hija, creíste que no me daría cuenta?—me miro a los ojos. Su mirada era penetrante, a pesar de que se miraba cansada su mirada era firme. —Aléjate de ella ahora que puedes, antes de que sea demasiado tarde. —me entrego un sobre. —aquí está un boleto de avión a Londres, hay tendrás un nuevo trabajo en la universidad más prestigiosa, ganaras bien te conseguirás una esposa, tendrás hijos y olvidaras a mi hija. Largo—por lo visto todo lo que dijo no era pregunta, era una orden.
--que pasara con mi hijo?—pregunte, no podía dejar a bulma, mi bulma y a mi hijo solos. Meneo su copa de vino.
--señor Ouji, soy científica, ella abortara. —volvió su vista a la ventanilla, esta platica había terminado.
La puerta se abrió y los tipos que me habían golpeado me sacaron aventándome al piso y me dieron una patada en el estómago. Vi cómo se subieron a sus autos y se alejaron.
Me puse de pie tome el sobre y subí a mi auto. Se llevaron a bulma.
Regrese a casa.

enamorando a mi alumna, temporada 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora