❥ Solo mía ❦❧ [Chrollo FanFic] ❦❧

¿Chrollo?

Han pasado exactamente 1 mes desde la misión de la peli-negra. Podríamos decir que ha sido normal, pero estar juntos con dos asesinos es todo menos tranquilo. La chica solo se concentra en su meditación pues sin el es como ir a la lucha sin arma o protección.
Illumi se dedica en sus misiones e Hisoka en investigar y calmar su apetito de asesinar matando a cualquiera.
Este mes del año era algo triste para la chica, pues es el mes donde su madre falleció trágicamente. Ella solo quiere volver al pasado y remediarlo pero es inevitable. La chica se encontraba en su cama pensando hasta que es interrumpida por alguien que abre de golpe su cuarto creando un susto a la peli-negra.
—Levántate Mocosa— dijo el oji-amarillo agarrando la a chica como costal y transportándola a la sala de aquella casa abandonada. Segundos después Hisoka la posiciona en una silla frente la mesa que del otro extremo se ve a Illumi neutral como siempre.
—¿Necesitas algo Illumi?— pregunta la chica algo curiosa.
—Tienes familiares, _____?— pregunta muy directo y haciendo que el ambiente se ponga tenso.
_____ no sabía que decir, si decía que tenía familiares seguramente querrán saber quién es y no podía correr el riesgo de que eso sucediera.
—No lo se— respondió la chica agachando la cabeza viendo sus dedos nerviosa — no recuerdo nada anteriormente desde esa noche.Lo siento—
Illumi solo tenía la expresión indiferente. ¿Eso es bueno o malo?.Nunca se sabe nada con el.
—Vístete, saldremos hoy— se  limitó a decir.
El oji-amarillo y la contraria no sabía a qué se refería pero no se negaron.

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Los tres ya se encontraban en las calles de la ciudad, era todavía de día aunque no faltaban tantas horas para que anochezca. Se encontraban caminando por la calle, donde obviamente el chico de las agujas y de las cartas se encontraban disfrazados cubriendo su identidad. La chica solo llevaba un pantalón y camisa, no gran cosa sinceramente, pero estos dos eran pegados por lo que se remarcaba mucho sus atributos y los resaltaba. Los hombres y los asesinos se percataron de esto desde hace horas pero no iba a comentar nada al respecto. Aunque si era incomodo para la chica que todos los hombres de la zona se le quedaran viendo, sin embargo eran ahuyentados por sus amigos con aura asesina.

—Veo que mi frutita es el centro de atención hoy— comentó pícaro Hisoka mientras pasaba su brazo derecho atrás de los hombros de la chica de pelo negro.
—Lamentablemente incomodo— respondió nerviosa y roja.—Por cierto, ¿a donde vamos?—
— A observar y localizar a alguien— dijo Illumi.
La oji-azul solo asintió pues realmente no era de su incumbencia.

Después de unos minutos de caminata la chica distinguió alguien entre la multitud. Una cabellera negra y estatura baja, vestido de negro y mirada fría.
Entre más se acercaban lograba recordarlo, era el chico que fue a la mansión hace años.
Cuando se cruzaron por la calle los dos intercambiaron miradas. El chico solo sigue su camino mientras que ____ se paro al instante, si el estaba ahí ¿significa qué tal vez este Chrollo cerca?
La mencionada solo volteaba de un lado al otro pero fue interrumpida por Illumi que la agarró del brazo y la llevó agarrada de ahí en adelante.
—¿Lo conoces?— pregunta
—N-no, solo se me recordaba a alguien— aclaro la chica con cierto miedo.
—El es parte de un grupo de asesinos muy fuerte— comentó Hisoka —me excita en tan solo pensar cómo será cuando pelee con su jefe—
—¿Como será cuando pelees?¿Acaso planeas pelear contra el?— pregunto exaltada.
—Exacto mi frutita— aclaró.

La muñeca de porcelana solo se encontraba en sus pensamientos, acaso el jefe podría ser...

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¿Chrollo?

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El peli-negro estaba en el tejado observando la ciudad, era muy bonito. Solo podía pensar en la chica que le robó su corazón. ¿Que habrá sido de ella?¿Estará bien?¿Habrá comido?......¿Está viva?....
Esa última pregunta pasó por su mente pero inmediatamente negó con la cabeza y sus ojos cerrados, no podía imaginarse que la dejó irse, si tan solo hubiera sido menos directo, tal vez lo hubiera entendido. Pero no puede cambiar lo ocurrido. Simplemente no puede.

—¿Danchou?— preguntó un chico de baja estatura atrás de el.
—¿Haz encontrado algo?—
—No Danchou, pero me gustaría hablar de otra cosa— dijo captando la atención de Chrollo.—En específico del día que fuimos a su casa, hace 4 años.—
—Continúa— dijo mientras se acercaba al chico.
—Me gustaría saber quién es la chica que se encontraba en esa casa—
Chrollo solo se sorprendió y paralizó, es posible que se refiera a ____, pero si en ningún momento se vieron en aquel día.
— Había una chica de pelo negro y ojos azules. ¿Acaso era familiar suyo? — pregunto algo curioso.
—T-tal vez te habrás confundido con la de limpieza.— contesto nervioso
—No Danchou—
—Pero se puede saber por qué la repentina pregunta—
—La visualize en la calle 56 junto dos hombres— respondió tranquilamente.
Chrollo no se lo podía imaginar, su cabeza estaba por explotar. Muchas emociones recorrían su cuerpo en ese momento.
Sentía que ella estaba viva, y no puede creerse que después de 4 años haya señales de vida.
No podía dejar de gritar por sus adentros y sonreír, una alegría tan grande sentía pero no podía demostrarlo.
—Vamos por ella— sonrió pero con una mirada perdida.

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—El examen de cazador es en un mes por lo que estos días tú entrenamiento será intenso—
—Si frutita — añade— lo que significa que nos acompañarás.—
—Y para que quieren ser cazadores, ¿es que no les basta con ser asesinos?— pregunto con cara irónica. Pero sinceramente tiene razón.
—Hisoka lo necesita al igual que tú. Yo solo voy a vigilar a Killua—
—Ohh, ¿significa que podré conocer al famoso Killua?—pregunto emocionada la chica.
El chico solo se limitó a rodar sus ojos para después mantener fija su mirada en la taza de café frente suyo.
—Eso es un si— respondió Hisoka sonriendo mientras daba un sorbo a la taza de café negro.
—Estoy emocionada por conocerlo— sonríe la chica de porcelana mientras juntas sus manos dando dos pequeñitas palmadas junto con un leve sonrojo.
El hombre de cartas sonríe pícaramente, bueno, ¿cuando no lo hace?. Mientras el chico de las agujas solo se limita a observar detalladamente a la chica. Su interior era un campo de batalla, el lado y pensamientos asesinos contra el verdadero Illumi. Su estomago se contraía o más bien, sentía una sensación de pequeñas hormigas caminando por todo estomago.
Su mente era la peor parte, no sabía que pensar. La chica provocaba todo tipo de sensaciones en el. Pero su consciencia no permitía que fuera más allá de eso. No podía simplemente dejarse guiar por sus sentimientos.
____ con su piel más blanca que la nieve, ojos azules como el cielo en invierno y su voz como la de un ángel. Era imposible no sentirse atraído por ella. Quien sea que la conozca no podía dejar de dar un suspiro al tan solo escucharla cantar. Era como estar en el mismísimo cielo.
Pero caía en la cruda realidad, el era un asesino. Un egoísta. Sin sentimientos. Sin un poco de empatía. Un pecador.
Un pecador que se sentía atraído por un ángel que no puede siquiera matar un animal. Pero que por dentro podría matar a todos. Oh si. Sabía de su segunda personalidad. Nada es perfecto sin un mínimo error, y ese error fue el que cometió su padre al torturarla mentalmente por años. Dando así pasó a una personalidad fría, terca, insensible, mundana, odiosa, asesina, rencorosa, con problemas mentales, pensamientos suicidas y planes monstruosos a cualquier persona que se le pasara por la mente.
Pero aún así adoraba su persona. Era linda pero tenía su lado oscuro.
Illumi voltea a ver su alrededor, una pequeña cafetería donde un hombre nos despegada la mirada de ____mientras sonreía y veía el escote de la oji-azul. El peli-negro junto sus cejas provocando que su aura se vuelva intimidante. El chico se dio cuenta de esto haciendo que se ponga nervioso y con algo de miedo.
El chico solo se levanto de la silla no sin antes dejar el dinero en la mesa para irse a paso rápido del lugar.
El chico de agujas sonríe satisfecho mentalmente. No permitía que alguien la mirara de esa manera. Permitía miradas curiosas o tiernas pero mataría a cualquiera que esté mirándola con intenciones lujuriosas o acosadoras.
—¿Illumi?— pregunta una suave voz junto con un piquete en su cachete.
El mencionado solo se voltea con cara neutral pero por dentro se moría de nerviosismo.
—¿Que quieres?—contesta frío.
—Estas algo rojo, ¿te sientes mal?—
El no se siente mal, el siente celos.

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            ♡ Mary González ♡
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