🌻 No Tears Left To Cry 🌻 [DongTa]

**Capítulo 24**

Donghan entró por la puerta de la casa de Taehyun, su respiración era levemente agitada, se sentía un poco alterado y una sutil capa de sudor le brillaba en la frente y parte del cuello. Trató de recuperar el aliento, todo lo anterior por haber corrido hasta llegar allí.

-Taehyun ¿Qué pasó? ¿Por qué no me avisaron que se irían antes de la escuela? – habló el menor entrando a la cocina, dejando su mochila sobre uno de los asientos de la isla de mármol.

Taehyun giró la cabeza sin dejar de mezclar lo que sea que estuviese cocinando en la sartén que tenía firmemente sujetada en la mano sobre unos de los platos encendidos de la cocina.

-Lo siento Donghan- el pelirrojo dejó lo que estaba haciendo para acercarse al chico frente a él, limpiándose las manos con su mandil, antes de hablarle calmadamente.

-Kenta no se veía bien cuando lo fui a buscar a su salón y me pidió que nos fuésemos rápido- la mirada del pelirrojo era de preocupación mientras hablaba.

Aquel sentimiento de intranquilidad del mayor se traspasó al pelinegro, Taehyun tenía mucha razón, cuando Donghan había ido por él para que comiesen en el descanso, Kenta se había negado, su novio sólo comió porque Donghan insistió en que debía hacerlo y le compró el almuerzo para que ambos pudieran comer en el aula, ya que Kenta no tenía ganas de salir, lo cual Donghan respetó y aún así, Kenta no habló mucho durante el transcurso del descanso.

Donghan se había querido convencer de que no era nada grave, pero ahora con lo sucedido estaba empezando a sentirse nervioso ¿Kenta se habría enfermado? ¿Qué le estaba pasando? ¿por qué no quiso decirle?

Después de un momento de pedirle a Taehyun que le dejara hablar con Kenta, el hermano de su novio accedió, después de todo, si quería saber que le pasaba a Kenta. Las cosas parecían ir tan bien.

*********

Donghan llegó a la habitación de Kenta sin hacer mucho escándalo, abrió la puerta con cuidado, el japonés se encontraba en la cama con unos auriculares y leyendo un libro para ciegos. Cerró la puerta detrás de él, se acercó a Kenta en cuclillas al lado de su cama y tocó su rodilla para llamar su atención.

El castaño quitó el aparato de sus oídos.

-¡Hey amor! ¿te sientes bien? No te vi en la salida-

Kenta tenía una expresión un poco neutra, sonrió, pero aquello no se veía como un gesto muy sincero. Donghan le devolvió la sonrisa, acto seguido acercó su mano para acariciar el cabello de su novio y frotó sus parpados con el mayor cuidado posible.

Entonces el castaño habló.

-Estoy bien... solo...- él mismo se calló y abrió los ojos – Solo tengo una sensación incómoda dentro de mí y necesito sacarla-