🌻 No Tears Left To Cry 🌻 [DongTa]

❤**Capítulo 14** ❤

Donghan observaba a Kenta desde unos cuantos puestos más atrás en el salón, desgraciadamente ese día alguien más había tomado el asiento a un lado del castaño, por lo que a Donghan no le quedó otra opción más que irse a otro puesto.

Leía un libro y a Donghan se le hacía fascinante como éste palpaba las páginas que, desde donde él estaba sentado, parecían estar en blanco, Kenta leía con total concentración aún con la cabeza en alto.

Un chico de cabello azulado miraba a Kenta también.

Mantenía una sonrisa burlona que estaba empezando a sacar de quicio a Donghan, internamente agradeció cuando el timbre sonó, provocando que Hyunbin dejara de lanzarle miradas poco agradables  a Kenta y desapareciera rápidamente del salón.

El aula se desocupó en poco tiempo, Donghan guardaba sus cosas y se levantó de su silla con la intención de ir con Kenta ¿Qué le diría?, ni siquiera lo sabía, pero quería ir a su lado otra vez.

Pero, antes que Donghan siquiera pudiese acercarse, un chico de cabello rojo apareció y el más alto se le quedó atorado el aliento en la garganta.

El pelirrojo se acercó a Kenta quien seguía sentado guardando sus cosas en la mochila con toda calma.

- ¡Kenta te dije que me esperaras! – dijo Taehyun con un tono mezcla de enojo con preocupación

Kenta se asustó por el repentino tono de voz tan alto, su mirada mostraba evidente confusión.

-Hyung ¿de qué estás hablando? – contestó el japonés algo desconcertado.

Taehyun estaba por contestarle y regañarle, más todo eso perdió total importancia al levantar la mirada y encontrarse con Donghan unos metros más lejos viendo la escena totalmente apenado.

Donghan estaba en un gran dilema.

Desde ese día, en que Kenta alejó a Donghan de su lado, había tratado de llegar a él por medio de Taehyun, éste lo intentó, pero fue en vano, Kenta se negaba rotundamente a volver a dirigirle la palabra a Donghan, así que Taehyun sabía muy bien como estaban las cosas entre ambos.

Cuando el mayor de los tres estaba por decirle a Kenta que olvidara lo anterior, el castaño le quitó la palabra, cambiando su expresión a una muy seria.

-Fue Donghan ¿no es así? – su voz cambió a una un poco más profunda, evidenciando su enojo.

Ni Taehyun ni Donghan tuvieron oportunidad de poder decir algo, cuando Kenta ya había dejado su asiento y tomado el brazo de su hermano con la clara intención de retirarse de allí.

-¡Kenta espera por favor! - con esas palabras detuvo el lento andar que había iniciado el pelirrojo con el nombrado.

Donghan apretaba ligeramente la correa de su mochila que descansaba en su hombro izquierdo, necesitaba aferrarse a algo, su pulso se estaba acelerando, tenía que hablarle ahora.

Taehyun le susurró algo al oído a su hermano, algo que Donghan no alcanzó a escuchar, antes de salir le brindó una rápida pero sincera sonrisa a Donghan.

El más bajo permaneció de pie dando la espalda a la pizarra y Donghan frente a él entre las filas vacías.

Tragó saliva, sus manos temblaban.

-Entonces... - dejo escapar el japonés no con muchos ánimos.

Donghan con los nervios en el cielo, las manos le sudaban y sentía sus mejillas hirviendo, entre sus muchos pensamientos que golpeaban su cabeza en esos momentos, el más alto especulaba que tan ridículo se vería en ese estado.

-No puedes ver, lo sé...- 

Donghan comenzó al fin a hablar. Debía admitirlo, no había hecho un discurso para esta ocasión, no memorizó palabra alguna, no practicó en su habitación antes de ir a la escuela, y si así hubiese sido, seguro habría olvidado todo sólo con ver al castaño frente a él. Simplemente diría lo que sentía y pensaba.

Dio un paso al frente de forma inconsciente.

-Pero justo eso hizo que quisiera acercarme a ti...Te ayudé porque quise, no porque una voz en mi cabeza me obligara a hacerlo...-  su voz al principio temblorosa, por cada palabra que dejaba salir, comenzaba a tornarse mas segura y firme. 

-No vi defectos en ti por los cuales sentir lastima...- 

Donghan no se dio cuenta, pero, se encontraba a unos tres pasos de Kenta, quien mantenía los ojos en el suelo, escuchando.

-Kenta ... yo... tu... me...-  su corazón al fin hablando por él 

Donghan fijó su mirada directo al rostro del castaño, decir que estaba nervioso era poco.

-Me gustas Kenta, esa es la razón-

Eternos segundos invadieron aquel espacio.

- ¿Aunque este ciego? – al fin habló Kenta

El interior de Donghan sintiendo un poco de calma, ya que en realidad esperaba un rechazo.

-Aunque estés ciego- repitió Donghan quitando ese tono de interrogación, quería que a Kenta le quedara muy claro, que eso a él no le interesaba en lo más mínimo.

-Tú... me gustas también- dejó escapar tímidamente el más bajo

Una enorme sonrisa acompañada de unos ojos tan brillantes como dos soles se hicieron presentes en el rostro de Donghan.

Una sonrisa igual le regaló Kenta.

Donghan se acercó para poder estar lo más cerca posible, así como lo había querido desde hace tiempo. El más alto con el corazón a punto de explotar y más, los nervios de hace un momento atrás se multiplicaron, aproximó de forma cautelosa su rostro al del más bajo y depositó un tierno beso en su mejilla.

Aun sin ver su rostro Donghan percibió que Kenta esbozó otra sonrisa.

Quería ver el rostro de Kenta para acabar de aclarar e iluminar su mente, pero prefirió no alejarse del castaño, acarició tiernamente las mejillas del más bajo, dejando otro suave beso, pero esta vez en sus párpados. Kenta ante el contacto, los cerró instantáneamente al sentir aquella delicada y cálida cercanía.

Ahora Donghan había descubierto algo, había entrado en cuenta de que no solo tenía la necesidad de estar con Kenta ayudándole y estando a su lado, sino que ahora tenía también la imperiosa necesidad de sentirlo aún más cerca, de acariciarle, de tocarle y sentir su suave piel en sus manos,de besarle, lo necesitaba, y eso lo ponía aún más nervioso. Rayos... 

Continuará ......