**Capítulo 4**

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- ¿Todo bien hijo? –

Donghan movía su tenedor en círculos, logrando así envolver la mayor cantidad de pasta, sólo para, después de unos segundos, agitar el tenedor de manera suave y regresar todo a su lugar original en el plato, y así, repetía la misma acción y una y otra vez. No tenía mucho apetito esa noche.

Su mirada estaba totalmente perdida y sus oídos no estaban funcionando del todo bien, a pesar de que, por su mente no estuviera pensando absolutamente en nada. Donghan estaba totalmente en blanco y se sentía extraño.

Ni siquiera había prestado atención a la pequeña conversación que tenían sus padres minutos antes sobre por qué su hijo de pronto estaba en ese estado. No es que él hubiese estado muy atento en las cenas anteriores, pero al menos se quejaba o hacía comentarios sarcásticos, pero ahora, nada, y eso sí era preocupante.

Donghan ni siquiera se inmutó cuando Eun Bi lo llamó "sordo", en un intento por hacerlo enojar y así regresarlo a este siglo, pero no funciono.

La pequeña estaba realmente sorprendida, definitivamente algo raro le pasaba a su hermano.

Decidiendo entre si preguntarle o no, su padre y su madre se debatían en si atreverse o no a formular aquella oración interrogativa, arriesgándose a que le respondieran con alguna ofensa o queja con respecto a la mudanza, pero había que intentarlo.

- Hijo – dejó escapar al fin su padre con total determinación

- ¿Ehhhh? ... Ahhh... emmm.. si – musitaba el joven sin siquiera saber a qué estaba respondiendo

- Donghan... ¿cómo estuvo tu primer día en la escuela? – preguntó su madre con el tono más amable y dulce de todos

Donghan al fin regresó al planeta Tierra para responder a aquella pregunta, contó a sus padres que había iniciado el día muy tranquilo, sin poder saltarse que Sanggyun, el vecino sonriente de al frente, también asistía a esa escuela, hasta le había prestado sus cuadernos para que pudiese ponerse al día en las materias, entonces, fue cuando la imagen del otro chico llegó a su mente.

- ¿Algo malo sucedió? – comentó su padre, notando el silencio de Donghan en medio de la conversación.

- No, nada, es que.... estoy un poco cansado... - se levantó de la mesa

- Mamá, gracias por la comida, buenas noches

Les sonrió a todos los presentes en la mesa antes de subir las escaleras rumbo a su habitación.

**************

- ¡¡¡Donghan!!!! Por favor, apúrate, ¡¡se está haciendo tarde!! – gritó su madre mientras colocaba un tazón de cereal en la mesa frente a Eun Bi

- ¡¡¡¡Ya voy!!!!

- ¡¡Deja de verte en el espejo!!! – dijo la pequeña mientras daba una probada a su cereal     – ¡Tu cara ya no tiene arreglo!-

Su madre no pudo evitar sonreír ante ese comentario.

- Al menos me visto solo - dejó salir burlonamente Donghan, mientras bajaba las escaleras y colocaba su gorra.

Donghan sabía que a su pequeña hermana no le gustaban esos vestidos rosas que su mamá le obligaba a usar, eran bonitos, pero parecía que la hubieran sacado de un cuento de ponys

**********

Abrió su casillero y sacó el libro de Historia para guardarlo en su mochila. Sanggyun llegó tras él.

- ¡Hola Donghan! - saludó con sus adorables ojos sonrientes

Donghan le devuelve el saludo y le extiende dos cuadernos.

-Toma y gracias por prestármelos

Después de conversar unos minutos, Donghan mencionó algo sobre la tarea de Cálculo, al parecer Sanggyun lo había olvidado por completo porque abrió unos ojos enormes y se fue corriendo con dirección a la biblioteca, esa era su primera clase y comenzaba en sólo 10 minutos.

El joven sonrió divertido al ver a su amigo tan desesperado, estaba en la labor de cerrar la puerta de metal de su casillero, cuando alguien llegó a su lado. El mismo chico de cabellos rojos del día anterior tomaba de la mano al otro chico de cabellos castaños, se acercaron lentamente al casillero, unos cuántos después del de Donghan.

El pelirrojo abrió la puerta metálica sacando algunos libros. Donghan permaneció viendo al otro chico, se sentía raro, desde que Sanggyun le había dicho que no podía ver, a pesar de saberlo, aquello no impidió que su corazón se acelerara cuando los ojos de éste parecieron enfocarse en él.

Taehyun volteó a verle cuando se dio cuenta de su presencia. Donghan sólo atinó a sonreírle, acto que Taehyun respondió. No entendía por qué seguía allí, ya no tenía nada que buscar en su locker, pero Donghan aun así no se movía.

- ¡¡¡Taehyun!!! ¡¡Al fin te encuentro!! te necesitan urgente en la sala de profesores - dijo un chico de baja estatura, casi la misma altura que el mencionado, su cabello claro y alborotado le daban un aire muy gracioso y tierno a la vez, aquel joven respiraba con dificultad, se notaba que había estado corriendo durante mucho rato.

- No puedo ir ahora Sungwoon, Kenta tiene clase de Historia – dijo con tono un tanto enojado el pelirrojo

- Tranquilo hyung, puedes irte – le contestó el castaño

Donghan escuchó su voz, era la primera vez que la oía, era una voz suave y agradable.

- ¿Estas loco? No te dejaré solo – dijo en tono serio mientras acomodaba su mochila y se preparaban para partir a la clase.

- ¡¡Taehyun!! Si no fuera importante no habría estado corriendo por media escuela buscándote, de verdad que necesito que vengas conmigo ahora – dijo el chico con un tono preocupado

Taehyun no sabía que hacer, desde que había sido elegido parte de la directiva del Consejo Estudiantil cada vez tenía menos tiempo para ocuparse de Kenta y este tipo de situaciones se estaban haciendo cada vez más frecuentes.

- Yo puedo llevarlo – Donghan se sorprendió ante aquella muestra de apoyo que pasó por su mente y que por inercia había salido de su propia boca – Yo también tengo clase de Historia –

Quizás, trataba de enmendar aquel mal concepto que tuvo del chico la primera vez que lo vio. Miró a Kenta, esperando ver alguna expresión, pero fue en vano.

Taehyun lo pensó por un momento, aquél ofrecimiento era su salvación, pero no estaba muy convencido de dejar a Kenta con un extraño, en ese momento realmente se sentía abrumado y necesitaba ayuda, Taehyun ya se estaba sintiendo un poco presionado, al final de tanto pensarlo, accedió, no sin antes decirle a Donghan que tuviera cuidado, que no fuera muy rápido, lo ayudara a entrar al salón y siguiera el paso de Kenta.

Al escuchar todas las indicaciones que Taehyun entregaba, Kenta se sintió avergonzado y le recordó al pelirrojo que el ya no era un bebé.

Donghan no pudo evitar sonreír.

Donghan no pudo evitar sonreír

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🌻 No Tears Left To Cry 🌻 [DongTa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora