🌻 No Tears Left To Cry 🌻 [DongTa]

**Capítulo 18**

Apenas sintió sonar el timbre indicándole el final de la primera jornada del día, Donghan guardó rápidamente sus útiles y salió corriendo del salón esquivando en zigzag a las personas que le impedían seguir su camino en línea recta.

Dio la vuelta al pasillo y logró ver como Taehyun salía por la puerta de uno de las aulas de aquel corredor.

- ¡Taehyun! ¿recibiste mi mensaje? – preguntó el pelinegro al mayor respirando algo agitado.

- ¡Sí! Cuéntame ¿qué quieres hacer? – interrogó el pelirrojo comenzando a caminar por el pasillo con Donghan.

Kenta saldría de su clase en poco tiempo y ambos debían ir por él. Donghan había enviado un mensaje de texto a Taehyun diciéndole que ya sabía que quería regalarle a Kenta, pero necesitaba su ayuda.

- ¡Quiero traer a sus padres! - dijo el pelinegro totalmente convencido

Sólo aquellas palabras dejaron a Taehyun sin habla.

Lo que quería hacer Donghan no era cualquier cosa. Los padres de ambos chicos no estaban a unas horas y no trabajaban en cualquier empresa, ellos habían tenido que irse por un asunto de suma importancia y a Taehyun no le sorprendería que pudiesen tardar meses en regresar. Cada vez que alguno de los dos cumplía años y ellos no podían estar presentes, les obsequiaban algo que tratara de compensarlo, no dudaba en que este año no sería diferente.

-Donghan...realmente es muy lindo lo que deseas hacer, sé que a Kenta realmente le hace falta ver a nuestros padres y a mi igual...pero.... – el mayor fue interrumpido por Donghan

-¡Taehyun... por favor... déjame intentarlo!- dijo Donghan casi en tono de súplica

Taehyun suspiró, aun pensando en que el esfuerzo de Donghan sería en vano, le entregó los datos de ambos adultos, su ubicación, direcciones importantes, horarios, números de teléfono personales como también de sus lugares de trabajo.

Porque a pesar de todo, Taehyun, muy en el fondo también ansiaba mucho verlos.

Donghan ya sabía que regalarle a Kenta.

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Su corazón latía muy rápido y la sangre comenzaba a hervir dentro de sus venas, sus puños se oprimieron al igual que su mandíbula.

- ¡No sé que estás esperando que no le has dado una buena golpiza! - le decía un chico detrás de Hyunbin

-No me interesa lastimarlo...- contestó Hyunbin mientras observaba desde la ventana del automóvil la escena frente a él.

Donghan ayudaba a Kenta a bajar los cortos escalones de la entrada, ambos reían, hacía mucho tiempo que no veía a Kenta sonreír tan seguido, como lo hacía ahora. La diferencia era que ahora tenía a Donghan. Ya no estaba solo.

-No físicamente al menos...- terminó de decir Hyunbin antes que su acompañante en el vehículo pisara el acelerador alejándose de la escuela.

Eran muchas las veces en las que Hyunbin había tratado de herir a Kenta, más de las que podía recordar. No alcanzaban todos sus dedos para enumerar los insultos que utilizó, las ocasiones en que tuvo la oportunidad de usar su discapacidad en su contra y en las que le hizo quedar como un inútil en algunas clases.

Pensar en que sólo hacía unos años, fue la persona más importante para él.

Pero nada es para siempre, las personas cambian, las relaciones se rompen, se crean enemistades, todo se va al carajo y lo que antes querías lo terminas odiando.

Para Hyunbin, Kenta aún no terminaba de pagar lo que le había hecho, ese accidente, desde su punto de vista, era sólo el primer paso para lo que a Kenta le tocaba soportar.

Más cuando Hyunbin se dio cuenta de la relación que el castaño y el chico nuevo tenían, pensó que no debía ser, que él no era merecedor de algún tipo de felicidad.

Le parecía increíblemente injusto pensar que Kenta fácilmente estaba superando aquello y avanzando.

Kenta debía estar solo e infeliz, como él.

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El sonido de la alarma indicando las 07:00 AM lo despertó.

Hyunbin se levantó y arregló para ir a clases, una foto de él y Kenta aún se encontraba en su escritorio, en esa foto no se encontraban solos, Hyunbin abrazaba a un joven de cabello negro, ese chico era Yongguk.

Era un maldito dolor ver aquella foto, pero justamente por eso la tenía allí, porque después de eso, iría a la escuela y encontraría a Kenta caminando a un paso torpe sujetado a Taehyun, sin poder ver nada.

Sólo que ahora el panorama era distinto. Éste estaría sonriendo acompañado de Donghan, quien le vería como un idiota enamorado, si, ahora Kenta estaba mejor que él.

Sacudió su cabeza tratando de dejar de pensar en eso, antes de tomar su mochila.

- ¿Ya te vas? - preguntó una mujer mientras aspiraba su cigarro exhalando humo desde su boca, ni siquiera tuvo la delicadeza de voltear a ver al que era su hijo.

-Como si te importara- al decir estas palabras, Hyunbin salió de la casa dando un fuerte portazo para luego esperar unos minutos a su amigo que iría a recogerlo.

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Quería dejar de verlo, quería que no le importara, pero ese sentimiento no parecía querer irse nunca, le carcomía por dentro y no lo dejaba en paz ni un solo segundo. 

Miró desde lejos como Donghan le llevaba una bebida de las máquinas a Kenta, quien algo le dijo para que una risa asomara en el rostro del pelinegro.

Era para Hyunbin una verdadera molestia ver como ambos se trataban tan bien, como parecían una pareja hecha para estar junta.

Pero apostaba todo a que él podía arruinar aquello, si, claro que si podía.

Porque Hyunbin también tenía su regalo de cumpleaños para Kenta.

Continuará.... 

Perdón la demora, se supone que esto lo iba a subir ayer pero el frío me pudo más... Perdón por eso 😭