🌻 No Tears Left To Cry 🌻 [DongTa]

**Capítulo 20**

Llegó tarde a la escuela, muy tarde, se había perdido ya la primera clase y lo primero que quería hacer era ir con Kenta.

-¡Alto ahí jovencito!- le llamó el portero de la escuela antes de que Donghan intentara pasar por la entrada corriendo.

-Disculpe, sé que es tarde...- se lamentó el pelinegro e intentó avanzar, pero una vez más el hombre le retuvo.

Al parecer ya no lo iban a dejar entrar debido al retraso y lo menos que quería Donghan era que sus padres se enteraran que no había llegado a tiempo  porque no les avisó que iría a otro lugar antes de clases.

-¡Vuelve a casa! – le dijo el hombre antes de regresar a su cabina en la entrada del establecimiento.

Donghan se alejó, pero no con la intención de volver a su casa, la escuela no tenía ningún derecho a negarle la entrada sólo por un atraso de una hora.

Rodeó el edificio, en su otra escuela se sabía que era fácil entrar sobornando al señor de la portería con algo de dinero, pero supuso que por ser esta una escuela privada las cosas se debían hacer de otra manera.

Un muro que pensó no era muy alto fue la única alternativa que encontró para cruzar, y en un salto se sujetó de la barda utilizando sus pies como apoyo, impulsándose para lograr sentarse sobre ella y después caer al otro lado.

Ahora estaba más cansado y sudado que cuando estaba en la entrada de la escuela. Sólo le quedó esperar que sonara el timbre de la segunda clase para poder mezclarse entre los alumnos y poder entrar a la escuela.

Al fin se sintió feliz y tranquilo al ver a su novio quien salía de clases.

Pero su sonrisa se borró en un instante cuando se dio cuenta que quien le brindaba apoyo no era Taehyun, sino Hyunbin.

Vió claramente como éste le decía algo antes de alejarse.

Donghan se acercó deprisa.

- ¡¿Qué te hizo Kenta?! - la mirada preocupada de Donghan se posó sobre los ojos del castaño.

-Nada... estoy bien ... – por un momento Donghan escuchó que la voz del japonés sonó más grave y profunda que de costumbre, no supo si debía alterarse por ello o pasarlo por alto. Optó por lo segundo.

Kenta estaba un poco distraído, pensó Donghan.

-Dijo mi mamá que puedes volver a venir a casa- dijo el pelinegro tratando de animarlo, Kenta no había sonreído en todo el día.

- ¡Te prepararé pollo! - Donghan tomó los lápices del castaño y los guardó en el bolsillo derecho de su mochila

-No soy el mejor cocinando, pero podría intentarlo – al terminar de decir esas palabras el pelinegro sonrió, pero su novio apenas si lo hizo.

Kenta se estaba comportando como cuando tuvieron aquella pelea, cuando él trató de alejar a Donghan de su lado.

Encaminó al castaño por el estacionamiento, Taehyun no tardaba en salir, mientras tanto ellos esperarían en el auto.

-Donghan... ¿puedo hacerte una pregunta? –

- ¡Sí claro! –

Donghan no pudo evitar que su corazón anticipara algo, ya sea que fuese algo bueno o malo, quería que Kenta le dijera que le pasaba.

Todo sobre él le interesaba.

-Tú... ¿te cansaste de estar conmigo? –

Un sentimiento entre sorpresa y angustia se apoderaron de Donghan.

Pero Kenta estaba tardando en continuar, algo quería decir más no lo hacía ¿Cómo podía pensar algo así? El castaño no dijo nada más.

Donghan se acercó a él, aún dentro del auto lo abrazó y éste le correspondió.

**********

-¡Ya! ¡Mamá por favor!- exclamó Donghan un poco fastidiado.

Su madre no dejaba de tocarle el cabello, diciendo que le faltaba un toque. Él estaba que se moría de los nervios y ella no estaba ayudando para nada en la tarea de poder calmarle.

Era el cumpleaños de Kenta, Taehyun había organizado una cena en casa de ellos, invitando a amigos y familia. Conocería a otros adultos, conviviría con los tíos, sobrinos y primos de Kenta.

Donghan estaba feliz, pero a la vez aterrado.

-Haber si no lo arruinas- comentó Eun Bi quien recibió un golpe de almohada por parte de su hermano callándola

- ¡Toma! Es de mi parte- Donghan tomó una caja de color verde de tamaño mediano, no pudo resistir la curiosidad y la abrió.

Una camisa de rayas se encontraba dentro de aquella caja que a Donghan le resultaba particularmente familiar.

Donghan rió cuando su mamá efectivamente le confirmó que él tenía una igual. Ropa de pareja

- ¿Y tu regalo hijo? –

-En camino...espero- 

Continuará....