Campamento de perras

Capitulo 46

Autora: Es mi cumpleaños 🎉💕

Capítulo 46. "¿Papá...?"

Las dos semanas habían pasado. No quería levantarme, ni comer, nada.

- ¡A despertarse, dormilona!- Grita mamá. - Hija, sabes que tengo que ir al trabajo. - Me dice. Yo lo sabía muy bien, trabajaba día y noche, todo para poder mantenerme. - Te dejé el desayuno y el almuerzo listo. Come. - Me da un beso en la mejilla y me pone una bandeja en la mesa de mi habitación. Luego se va, escucho la puerta de la entrada cerrarse y supe que ya se había ido a su trabajo. Era secretaria y su sueldo era bien mediocre, según lo que decía ella. Eso me dolía, ya que se había esforzado demasiado para mantenerme y yo le traía otra carga encima.

Me levanto sin fuerza, sentandome y veo la bandeja en la mesa. Era demasiada comida. Llevaba estas dos semanas sin comer casi nada, dos largas semanas en las que ni si quiera sabía que quería hacer con mi vida. No tenía más motivos para vivir.

Agarro el pan y empiezo a masticarlo, pero la tristeza me invade y decido volver a acostarme. Luego de unas dos horas durmiendo, vi la fecha. 20 de noviembre, hoy día los chicos salían del campamento. Solo esperaba que no me volviesen a hablar, por qué o si no sufriría más de la cuenta. Voy al baño, me daré una ducha con burbujas para relajarme y olvidarme de todo.

Aunque pueda ser inolvidable.

Mi conciencia no podía asimilar todo lo que me estaba pasando. Cameron no me buscó nunca y yo no sé donde vivía. Solo sé que Ian vivía con el, pero que ahora se había ido a donde su padre, según lo que me dijo Rachel el día de ayer, y no le contesté, no quería hacerlo.

Dejo que el agua recorra mi cuerpo y las burbujas en mi cuerpo, acostada en la ducha. Ahora ya no quería levantarme, por qué volvería a la realidad, a la triste realidad de que estoy sola . Me quedo dormida.

No sé cuánto tiempo dormí. Por qué me despierto y ya era de tarde, las 4 PM. Antes eran las 10.

Dormí demasiado. Últimamente era lo único que hacía. Dormir y cortarme.

Veo la sangre en mis piernas y en mis brazos. Me corté. Una extraña sensación de ahogo me invadió y para dejarlo, me hundí en el agua. No podía respirar, pero supongo que después de esto todo estará bien y mi madre podrá mantenerse. De repente escucho la puerta tocar, sin embargo, no levanto mi cabeza del agua. Pronto, ya no respiro, solo escucho los fuertes golpes en la puerta. Alguien se mete en la ducha y me saca.

- ¡¡MAKAYLA!!- Grita. Yo no podía más.

🐩🐩🐩🐩🐩🐩

- ¿Hija, estás bien?- Pregunta mi madre, tocándome la cabeza. Estaba de nuevo en mi cama.- ¡¡No quiero que nunca más lo intentes!! Yo no soy nada sin ti! ¡No hagas más un intento de suicidio!- Empieza a llorar descontroladamente y luego miro atrás de ella. Ahí estaban mis amigos.

Rachel, Ian, Lexi y Austin. Mirándome con pena.

- Dejen de mirarme así, háganlo cuando me miren en el ataúd. No ahora, cuando no ha pasado nada.- Mamá levanta la cabeza y me grita.

- ¡Nunca más digas eso! ¡No es el fin del Mundo!

- Pero para mí si.- Añado y me acuesto al lado contrario, ella se va, llorando. Se que los chicos no se han ido, siguen conmigo.

- Pueden irse si quieren, no están obligados a estar conmigo. - Agrego, sin ánimos.

- Lo sabemos. Pero eres muy importante para nosotros. - Dice Rachel y me abraza fuertemente. Ian estaba todo mojado, con una toalla.