Capítulo 25.

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Autora: Estamos cerca del final así que síganme en Twitter:  @_Anne1D

Tomó un trago directamente de la botella, estaba furioso ya que su pequeño obsequio no había sido recibido a pesar de haber sido enviado directamente a la casa del maldito Tomlinson, pero, a pesar de eso no iba a rendirse. Había enviado el enorme arreglo floral con una tarjeta a la oficina de aquel hombre que le había robado al amor de su vida.

Llenó varias botellas de agua con vodka para que pasara desapercibido y las metió dentro de su auto, se puso unas gafas oscuras, gorra y un abrigo con capucha a pesar del intenso calor que sentía su cuerpo y salió.

Tenía todo planeado, analizado a la perfección y nada podía fallar.

Condujo por las calles a pesar de que tenía que entrecerrar los ojos para poder enfocar el camino, ya que si los abría, un fuerte mareo lo golpeaba y si iba conduciendo aquello no sería productivo.

Se estacionó a la distancia pertinente del enorme edificio en el que aquel hombre trabajaba y esperó sentado en el caliente auto hasta verlo salir.

El Tomlinson lucía intranquilo y cuando notó que leía un pequeño papel, sonrió sin poderse contener porque aquello sólo podía ser señal de que su presente había sido recibido.

Caminaba entre la multitud de gente y el lo siguió a una distancia prudente hasta el momento en el que el de ojos azules llegó a su auto y subió en él.

El plan era sencillo, seguirlo… sólo así podría llegar hasta Harry.

El tráfico era terrible a esas horas de la tarde ya que la mayoría de las personas abandonaban sus puestos de trabajo para dirigirse a sus hogares y eso dificultó el poder alcanzarlo, pero lo benefició al mantenerlo oculto entre el mar de autos.

Maldijo mil veces cuando Louis Tomlinson se detuvo en un restaurante de comida italiana y lo hizo estacionarse por más de una hora nuevamente bajo el sol.

Sintió una punzada de dolor en el estómago y dio un trago a la botella para calmarlo, esperó unos segundos y al no sentir efecto dio un trago más.

Como si eso fuera su golpe de suerte, Louis Tomlinson salió en ese instante de aquel restaurante con dos bolsas blancas dándole a entender al instante que estaba planeando comer con Harry. Seguramente creía que se podrían acurrucar mientras comían juntos, pero estaba demasiado equivocado.

Cuando Louis avanzó nuevamente por las calles, el de cabello oscuro se extrañó al darse cuenta de que conducían a las afueras de Londres.

Ese camino lo conocía, lo sabía de memoria por las incontables veces que había ido a buscar  aharry a ese lugar y todos le habían dicho que no se encontraba ahí, que el lugar había quedado en manos de un primo lejano de la madre del rizado.

Se imaginó las grandes carcajadas que seguramente Harry había soltado cada vez que él se retiraba del lugar. Se había burlado de él durante todo ese tiempo y él ni siquiera se había enterado.

Pasos hacia ti. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora