Capítulo 22.

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Autora: Quien desee Airport entre sus documentos sólo tiene que dejarme algún correo o su cuenta de Facebook para que les envíe el PDF.

Tiempo atrás.

Zayn había llegado a casa aquella noche y al no encontrar a Harry por ningún lugar, se temió lo peor.

Él le había prometido la primera vez que el rizado había escapado de casa, que si se atrevía a intentarlo de nuevo, no dudaría en matarlo y realmente esperaba cumplir esa promesa.

La única dirección por la que Harry podría haber escapado era por un autobús, así que sin más se dirigió a esa dirección con una fotografía del rizado en mano, completamente furioso. Sentía unas tremendas ganas de golpearlo hasta hacerlo suplicar por perdón y claro estaba que no lo haría, jamás perdonaría que quisiera escapar puesto que estaban casados y Dios decía que tenían que permanecer unidos hasta que la muerte los separara.

Cuando llegó a la estación aparcó terriblemente mal, pero en su desesperación, simplemente activó la sirena de la patrulla para que nadie se quejara y después de tomar su placa y asegurarse de que su arma estuviera con él, salió corriendo al interior del lugar. La gente caminaba de un lado a otro y él quería dispararles de una buena vez para que se detuvieran, pero eso seguramente habría sido una pérdida de tiempo y balas.

Empujó al mar de personas sin tomar un poco de tiempo para escuchar sus quejas y saltándose toda la fila de personas que esperaban para comprar un boleto, se acercó a la ventanilla.

El hombre que atendía puso mala cara al igual que la mujer que se encontraba detrás de él quejándose porque era su turno, pero cuando sacó su placa de policía, ambos se tragaron sus palabras.

-          Policía de Londres – confirmó lo que sus ojos veían con una voz demasiado seria - ¿Ha visto a éste chico?

Sobre la ventanilla, puso una foto de Harry la cual el hombre empezó a analizar con detenimiento y Zayn estaba seguro de que él quería cooperar… más le valía hacerlo.

-          No… - Murmuró con el ceño fruncido – lo siento, oficial.

Quiso golpear el enorme vidrio con fuerza hasta romperlo, pero se contuvo soltando un largo suspiro y sin perder más tiempo, siguió preguntando a todas las personas que se encontraban en ese lugar sin excepción alguna, pero simplemente nadie supo decirle nada acerca del paradero de su esposo.

Con resignación, se dirigió a la cabina de seguridad de aquella estación y pidió los videos de las cámaras de seguridad de las últimas horas. Cuando los obtuvo gracias a su reluciente placa, decidió que aquel era el momento de volver a aquella casa que consideraba su hogar simplemente por la presencia de Harry.

Al estar en casa tiró las llaves sobre la mesa y después de servirse un vaso con vodka, se acercó a la computadora para revisar el material que había obtenido.

Pasos hacia ti. [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora