|9.|

63 3 0
                                    

Elizabeth

Dios. No. Puede. Ser.

¿Estas cosas solamente me pasan a mi cierto?

Shay vio a Travis, y este al verla sirviendo tragos la agarró del brazo y se la llevó afuera enojado. Y por supuesto me dejaron sola.

Yo estaba bien, lidiando con estos borrachos que son controlables. Hasta que ver a este idiota me sacó de mis casillas.

- Hola Elizabeth-me saluda sonriendo y yo me quedo tiesa en mi lugar.

-¿A él no le contestas como a mi?-pregunta el tipo llamado James creo.

- Porque él no está borracho, tú sí-aviso y él rueda los ojos pero al hacer eso se agarra de la cabeza.

- Además...-agrega Williams-...yo soy mejor que tú amigo.

-Porque yo este borracho...-lo mira y abre los ojos.-Alexander Williams.—dice asombrado.

- El mismo y único.-dice Alexander nada más que mirándome a mi.

- dios... sí habla con ella es toda tuya-y se va. Yo miro por donde se va frunciendo el ceño. Borracho traidor.

Miro Alexander que se sienta en lugar del tipo borracho y se apoya en la barra mirándome fijo.

- Me quitaste un cliente.-le digo poniendo una mano en mi cadera.

-él es fue solita, yo no hice nada cara.

-ya te dije que odio el italiano.-digo enojada.

-bueno.—se acerca más desafiandome-. Entonces más razones para seguir hablando en italiano.

-Bueno.-me cruzo de brazos-¿Qué quieres para tomar?-pregunto brusca.

-¿Un poco mejor de atención no?-pregunta haciéndose el importante-. Estoy demasiado sensible.

- No me importa una mierda, qué
quieres decime-le digo enojada y el levanta las manos en señal de rendición.

- Dos vodkas-asiento y tomo la botella. Agarro dos vasitos y comienzo a servir.-¿Hace cuánto trabajas aquí?

-hace como...-miro mi muñeca aunque no tenga reloj-dos horas.

-¿Osea que recién hoy empezaste a trabajar aquí?-asiento-wow... voy a venir más seguido supongo.

Lo miro sorprendida ya que no dice nada estúpido o algo así. Termino de servir el vodka y se lo doy. Me quedo mirando los dos vasos y luego a él.

-¿Todo esto para ti?-pregunto confundida.

-uhm... digamos que sí-me guiña el ojo aunque yo me sonrojo un poco. Dios que me pasa.

Lo miro un poco más y se nota que es un tipo bastante adinerado. Ya que su vestimenta luce su forma de ser y vestir. Su camisa a cuadros azul con negro. Sus jeans mezquilla y sus zapatillas addidas desmuestran todo.

-¿Te gusta lo que ves?-pregunta sonriente y yo ruedo los ojos. Ya quisieras.

De reojo veo como una rubia se asoma al lado de Alexander y lo toma del cuello. Le besa la mejilla dejándole marcado el beso, y le sonríe.

-cariño vamos...-le dice ella y yo abro los ojos.- quiero tener una buena charla contigo-se muerde el labio.

Buena charla, debe querer decir "buena hora de sexo".

-preciosa ya voy estoy...-me mira por un segundo-. Un poco ocupado-frunce el ceño. Oh no, conmigo de puerta de escape no.

- En realidad.-digo yo empujando los vasos en su dirección-. Ya están listos.—se los doy y él me mira confundido.

La Jugada Perfecta (#2 Saga Real)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora