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Elizabeth

-¿Qué tal Ryan?-niego.

Necesitamos ver el orden y los jugadores que van a estar en la cancha el próximo partido. Luego de haber aclarado mi situación con Christian decidimos charlar acerca de esto.

-Ryan no sería buen defensor...-niego.

-bien. Ya veré quien puede ser mejor para ese puesto.

Alguien toca la puerta y ambos miramos hacia esta. Se abre, dejando ver a uno de los cadetes que siempre nos trae la información acerca de los partidos e información médica de los jugadores.

-qué tal Jeremy.-lo saluda el entrenador.

-hola señor.-sonríe y se acerca a entregarle unos sobres a este.-esto viene de parte del médico de Alexander Williams.-ruedo los ojos. Hasta médico personal tiene...-me pidió estrictamente que le llegue directo a él. Yo no puedo ir porque tengo prohibido ir a la casas de los jugadores, pro eso se lo traje a ustedes.

-ningún problema. Gracias Jeremy.-este se da media vuelta y se va. Seguimos con lo nuestro hasta que su teléfono suena.-Diana...-saluda.-si cariño ya lo sé... ¿Ahora mismo? Bien voy para allá.-suspira.

-¿Algún problema?-pregunto.

-mi hijo. Se peleó con un compañero de su clase y ahora debo ir a la escuela.-mira el sobre y bufa.-yo no podré ir Eli.. ¿Puedes ir tu?

Lo miro frunciendo el ceño.¿Ir a la casa de Alexander Williams...?

-no, perdón pero no.

-oh vamos. Son dos minutos, vas y se lo das en la mano. Luego, puedes irte en paz.-bufo.-por favor Liz...

-bien. Pero solamente eso. No me cae bien.-asiente feliz y me abraza. Yo ruedo los ojos y volvemos al trabajo.

Luego de dos horas de haber estado trabajando, él se fue a buscar a su hijo mientras yo voy caminando hasta mi auto. Subo y observo la dirección que me anoto Richard.

"Kingston 580". Típico. Es el barrio más lleno de dinero de toda la ciudad.

Manejar hasta este, fue un infarto. Creo que jamás me he exaltado tanto. Tuve que traspasar Jeeps, Mercedes, y Ferraris, y yo como mi pedazo de basura al qje le llamo auto.

Logan me ha ofrecido millones de veces un auto, todas las rechace nunca me gusto llamar la atención. Aunque debo admitir, que el olor a auto nuevo es hermoso.

Llego al edificio, y me bajo de mi auto con el sobre en mi mano derecha. Camino hasta la puerta y cuando pasó un hombre vestido de traje me recibe con una sonrisa.

-qué tal señorita... ¿A quien viene a ver?

-uhm...-miro de reojo el cuadro a mi derecha. Es horrible.-Alexander Williams. Vengo para entrarle esto de parte del club.-se lo muestro y este asiente sonriendo.

-¿Usted es Elizabeth Anderson?-asiento.-excelente el señor la espera.-vuelto a asentir y camino hacia el ascensor. Me subo a este y apretó el piso que me indicó. Al hacerlo, el ascensor sube y llega al piso 10. El cual es el último piso. Excelente.

Si quiero escaparme no podré hacerlo bien.

Me bajo del ascensor y camino a la puerta 8A. Toco el timbre y espero que me abran.

-¡Alexander!-abro los ojos como platos.-¡No me dejes hablando sola!

Escucho unas pisadas venir hacia la puerta y se abre. Dejando ver al jugador con el pelo mojado, el torso descubierto y unos pantalones de entrenamiento. Su mirada parece sorprendida pero de pronto sacude la cabeza.

La Jugada Perfecta (#2 Saga Real)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora