Clarke Griiffin tiene 23 años, estudiante de idiomas en una universidad privada, no quiere saber de sus padres, tiene gran resentimiento por el daño que causaron a su vida. Alexandria Woods es de familia humilde, trabaja en una fabrica para pagar su...
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Lexa
Abrí mis ojos lentamente cuando escuche ruido y la luz del sol entro por una cortina recién abierta, estaba confundida, aturdida no lograba identificar donde estaba, de golpe todo lo sucedido vino a mi mente y hubiera preferido seguir inconsciente que tener que levantarme a asumir una realidad que me resultaba una pesadilla.
- Arriba Lexa, veo que has dormido chica linda, ¿Cómo te sientes? – escuche la voz de una mujer que identifique como la dueña del bar donde la noche anterior entre a emborracharme-
- Terrible, me duele la cabeza, el pecho – le dije muy bajo sintiendo mi boca reseca-
- Ve a ese baño y aséate un poco, si te apuras no llegaras tan tarde al trabajo, son las 8 am – escuchar la hora me aterro, yo entraba a laborar a las 6am-
Salí rápidamente corriendo al baño que me indico para cepillar mis dientes y lavarme la cara, estaba hecha un desastre, mi ropa arrugada y algo sucia, pero no tenía como cambiarme, retorne en busca de mis botas porque estaba en medias, no recuerdo en que momento me las quite, me vestí rápidamente y Marina se acercó a mí en ese momento.
- Toma esta botella de agua y estas 2 píldoras para el dolor de cabeza, los debes estar necesitando – agradecí la botella y tome de inmediato las pastillas, seguí tomando agua casi hasta terminarla-
- Debo irme, muchas gracias Marina, ¿qué te debo por el hospedaje y el agua?
- No me debes nada chica linda, solo una cosa, prometer que no vas a beber más por aquello que te tiene triste, eso solo te hará más daño.
- Muchas gracias – asentí con la cabeza en confirmación que evitaría volver a beber-
Salí literalmente a correr para llegar a la fábrica y al marcar entrada eran las 8:20 am, no sabía que iba a decirle a el ingeniero Colman, estaba realmente cada vez haciendo agua mi barco, ahora había puesto en riesgo mi trabajo, al pasar cerca la oficina de mi jefe encontré saliendo a de la misma a Wilson y traía una cara de enojo tremenda.
- ¡TE LO DIJE WOODS, QUE LOS DOS NOS ÍBAMOS A JODER!, ¡era tan fácil que desistieras y al menos uno tendría la practica! – me grito y en ese instante supe cuál había sido el resultado del comité de gerencia la tarde anterior, pero en mi poca resistencia a los problemas la ira se incendió dentro de mí-
- ¡IMBECIL NO ME VUELVAS A GRITAR!, ¡TE JODISTE POR PELOTUDO Y DEJA DE CULPARME A MÍ! – le respondí con tanta fuerza que se hizo un gran silencio en el taller llamando la atención de los compañeros que pararon su labor para prestar atención a nuestro pleito y pedir que acabáramos con la discusión-
- ME LARGO DE ESTE PEDAZO DE EMPRESA QUE NO VALORA A SU GENTE Y NO TENDRÉ QUE VERTE MÁS LA CARA DE TONTA. – se marchó rápidamente del lugar dejándonos a todos desconcertados-
En ese momento mi jefe salió de su despacho al escuchar la gritería y ver el tumulto de personas a mi alrededor y de Wilson
- ¡A trabajar todo el mundo¡ ¡ Woods a mi oficina por favor!
