Capítulo 49. Los espejos del alma (Parte 1)

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Lexa

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Lexa

Tres semanas han pasado desde que ocurrió ese horrible momento en el que Clarke enfermó y fue necesario hacer cirugía para extirpar el tumor en su cerebro, su recuperación ha sido extraordinaria, sus ganas de vivir son enormes y lucha contra las secuelas de la cirugía que no ha cesado, porque desafortunamente su sentido de orientación se vio afectado, se hizo notorio cuando le hicieron levantar de la cama en el hospital, manifestaba mareo y desorientación, justo esa habilidad que Clarke tanto necesita para moverse en su mundo de oscuridad. Ha sido necesario inicialmente trasladarla en silla de ruedas y luego caminar apoyada por una persona. El Doctor Tiago nos ha indicado que será algo temporal y que para recuperarse necesita terapias, desde el momento que salimos del Hospital cada día la he llevado al centro de rehabilitación en donde con diversos ejercicios esta de nuevo  empezando a orientarse y ubicarse espacialmente y poder moverse de forma autónoma.

Son aproximadamente dos horas que está en manos de los terapistas, en tanto la espero en la sala leo un libro de una saga que comencé en las largas horas de espera del hospital, una leyenda épica de supervivencia en la que a veces me pregunto si acaso nuestra propia historia es eso mismo. Me levanto de la silla y me asomo por la ventana a un enorme salón donde varios pacientes interactúan con el personal médico, localizo a mi pequeña rubia con su bastón de invidente tratando de sobrepasar algunos obstáculos blandos pero de gran tamaño, ¡Tú puedes amor! le digo en desde mi interior y con el corazón en la mano, es tan valiente, son tantas sus ganas de salir adelante. De nuevo retorno a mi silla, a la lectura y a divagar en mis pensamientos, he pensado que necesito tener un auto y conducir, todo sería más fácil para movilizar a Clarke, quizás en estos días de vacaciones pueda tramitar mi licencia, después de todo solo sería unas horas y Clarke podría quedarse con Nylah.

De pronto la puerta se abre y veo que la enfermera trae a mi novia tomada del brazo para entregarla a mi cuidado después su terapia.

- ¡Amorcito hoy camine por la habitación de centro de rehabilitación con la ayuda de mi bastón y solo me tropecé una vez, creo que voy muy bien! – me dijo llena de emoción-

- ¡Qué alegría mi vida! – le dije dándole un gran abrazo- pero por favor no te vayas a arriesgar a ningún desplazamiento sin estar lista.

- Por supuesto, no tomare riesgos, no quiero hacerme daño, vamos a casa amor.

- Claro que si mi vida, te prepare una rica cena y luego te ayudaré a darte un delicioso baño.

Nunca en la vida había tenido que cuidar tan de cerca a alguien además de mi misma, no sabía que el amor era capaz de despertar tal capacidad de entrega en mi persona, incluso ser capaz de sobreponerme a mi propio cansancio. Tengo a Clarke sentada en una silla en la cocina y conversamos en tanto preparo la cena, mis pies están matándome porque hoy ha sido un día de muchas diligencias, además del cuidado de ella; insiste en acompañarme conversando en tanto preparo la comida y me encanta que lo haga narrándome historias porque los días en que estuvo en coma extrañe mucho su voz. Me distraigo un minuto tomando algo del refrigerador y doy la espalda de pronto me sorprendo al sentir sus brazos rodeando mi cintura.

Desde la oscuridad (Completa)#Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora