Clarke Griiffin tiene 23 años, estudiante de idiomas en una universidad privada, no quiere saber de sus padres, tiene gran resentimiento por el daño que causaron a su vida. Alexandria Woods es de familia humilde, trabaja en una fabrica para pagar su...
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Lexa
Si era posible vivir en un sueño entonces creo que tenía la fortuna de experimentarlo, me abrace más fuerte a ella que se hacía una bolita entre mis brazos y la acerque más a mí, su cabello despeinando olía delicioso y la suavidad de mi precioso ángel rubio me estremecía, sé que no he dormido casi nada, a las 3 am llego mi autobús desde Santa Ana, es la primera vez que vengo desde que me marche y quise primero estar el día viernes con mi novia antes de ir a casa con mi madre, la rubiecita me esperaba y me recibió en sus brazos para luego caer rendidas de sueño, sé que no teníamos fuerzas para el sexo y en todos estos días de ausencia me imagine mil veces que llegaría a devorar los labios de mi novia pero mis fuerzas no me dieron, así que después de un par de horas de sueño siento que el deseo se despierta en mí, sobre todo por tenerla tan cerca, mis pezones se endurecen al contacto con su espalda, me acerco y le organizo un mechón rubio para dejar descubierto su cuello y comenzar a darle suaves besos, mi ángel se mueve y gime inconscientemente, despierta amor que muero de ganas de tenerte. Sigo en mi recorrido de caricias pasando a sus hombros semidesnudos y hundo de nuevo mis labios en cuello.
- Amor estoy soñando, estoy soñando que una pervertida se ha metido a mi cama - me dijo finalmente en un susurro y volteándose para quedar boca arriba-
- Si amor y que te está haciendo en el sueño - le seguí el juego-
- Quiere que le coma la boca y otras partes más húmedas - sonreía al ver como fingía seguir dormida y me puse sobre ella pero apoyando mi peso en mis brazos, rozando únicamente sus labios-
- Deberías dejar que la pervertida haga lo suyo, quizás hasta te resulte divertido - le dije mordisqueando su oreja-
De pronto y sin que me diera cuenta la rubia me empujo haciéndome caer a su lado para luego saltar a horcajadas sobre mí y atacar mis labios, me beso con tanta intensidad y deseo que me quede sin aire, sentí como se encendió todo mi cuerpo con su contacto, luego comenzó a arrancarme la pijama y ella también se quitó la suya rápidamente volviendo a la posición inicial sobre mí, sus manos fueron a mi pechos en tanto no paraba de besarme, entonces la agarre de la caderas para pegarla más a mí, estaba tan excitada que sabía que no me faltaba mucho para llegar al orgasmo, con ella me pasaba que bastaba cualquier roce con su boca, manos, pierna o sexo para que yo pudiera llegar al máximo placer y eso era justo lo que estaba punto de suceder, pero de pronto ella se levantó rompiendo el contacto .
- Amor por favor no te detengas que ya me tenías - le dije con la voz en un hilo-
- Te quiero en mi boca - me dijo al oído y comenzó a bajar en busca de mi sexo-
Su lengua comenzó a abrirse paso entre mis pliegues ayudándose con sus dedos para luego tomar mí hinchado clítoris entre sus labios, su lengua me acaricio, me beso, me succiono y me hacía enloquecer en cada caricia. Sentí como coloco mis piernas a su espalda para hundirse más en mi sexo e instintivamente levante mi cadera pegándome a su boca, bastaron solo unas caricias más y explote en un gran orgasmo que sentí estremeciendo todo mi cuerpo, mi hermosa novia no paro de acariciar y lamer mi sexo hasta que mis espasmos se detuvieron.
