Capítulo 39. Rio de Janeiro (Parte 1)

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Lexa

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Lexa

Clarke está durmiendo plácidamente en tanto que yo solo he descansado un par de horas, no he podido quitarme la preocupación de mi cabeza, seguramente es por mi inexperiencia en estas cosas de viajes, lo que menos esperábamos es que el vuelo de salida hacia ciudad la capital se atrasara y por unos pocos minutos casi perdemos la conexión del vuelo internacional, según nos ha dicho la auxiliar, lo importante ha sido abordar así nuestras maletas no hayan alcanzado a cambiar de avión, estas serían enviadas después a nuestro destino.

Me muevo en la silla un poco para mirar por la ventana, es hermoso el amanecer, un cumulo de nubes rosadas, amarillas y naranjas que empiezan romper la oscuridad.

- ¿Amor si has dormido? – escuchó la voz adormilada de Clarke y volteo a ver su hermosa carita de ángel despeinado de las mañana-

- Un poquito hermosa, sabes que soy muy mala para dormir sentada, necesito una camita.

- ¿A pesar del medicamento? ¿No dormiste?

- Creo que 3 horas nada más, el resto del tiempo he estado pensando, ha dicho el piloto que falta solo 1 hora para llegar.

- Cuando estemos en el hotel en Rio de Janeiro podrás descansar en una camita- mi nueva empresa me había pagado una semana de hospedaje para darme tiempo de buscar vivienda y trasladarme-

- Amor es que estoy preocupada por nuestras maletas, ¿qué pasa si perdemos nuestras cosas?

- Alexandria Woods que poco confías en mí, te he dicho que eso suele pasar algunas veces y que luego las envían, caso de perdurasen pagan una indemnización.

- Pero yo no quiero dinero, quiero mis cosas, yo confió en ti pero no en la aerolínea – vi a Clarke sonreír y acunarme el rostro con su mano-

- Tontita, llegaremos a descansar un rato al hotel y veras que en el transcurso del día llegaran las maletas, sino salimos y compramos algo de ropa.

Me acomode de nuevo en mi puesto sin más remedio que resignarme, creo que eso era solo una forma de manifestar mis temores por el inicio de una vida en un lugar desconocido, minutos después comenzaron a repartir el desayuno en la aeronave y ver a una hambrienta y entusiasta rubia me hizo olvidar las maletas.

- Santo Cielo amor, es alucinante – mis ojos no podían creer lo que veía en la medida que nos aproximábamos a la ciudad- ¡son montañas que salen del mar y hay muchos barcos grandes y pequeños!-

- Lo sé preciosa, Rio de Janeiro es hermoso, lo recuerdo cuando vine siendo una niña con mis padres – por momentos me sorprendía la tranquilidad con la que Clarke asumia no poder ver el mundo-

Tome la mano de mi novia en tanto mis ojos se deleitaron con la belleza de ese lugar que había anhelado conocer, un capricho del creador y sería mi nuevo hogar. Unos minutos después del aterrizaje descendimos y pasamos a inmigración, estaba asustada por ser la primera vez que salía del país y tendría además que explicarme en otro idioma. Clarke me indico que pasáramos por separado a las ventanillas, ella era una turista y yo debía presentar mis documentos de visa de trabajo. Ella fue rápidamente atendida y conmigo se demoraron un poco pero finalmente sellaron mi documentación. Después tuvimos que realizar el trámite de reporte de nuestras maletas que nunca llegaron tal cual lo había indicado Clarke y se comprometieron a enviarlas al hotel.

Desde la oscuridad (Completa)#Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora