capítulo 6: amenazado, estafado... ¿que más?

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(Sofia)

Llevar a casa a Kylan había sido... dificíl. Para empezar, los gemelos lo odiaban profundamente, no habían podido disimular su mala impresión sobre el. Vicky no había perdido oportunidad con sus comentarios fuera de lugar. Y cómo era esperado, Kylan, había mirado de mas a Julia. ¡increible! y ya estaba enterado de mi gran familia. Estas cosas solo me pasabán a mí.

Después de almorzar, nos sentamos en el sofa para comenzar con el trabajo. Había tomado el libro que el profesor nos había dado, aunqué yo ya sabía mucho del tema, nunca estaba mal seguir buscando. Podria jurar, que Kylan no estaba prestando la más minima atención.

- ey, ¿estas concentrado en esto? - le pregunté, aunqué yo ya sabía la respuesta

- emm, la verdad no - lo sabía, resoplé.

- bueno deberías - dije, pero el ni me miró. Su mirada estaba fija por detras de mi hombro. - ¿que es lo que estas mirando? - 

- tus hermanos nos están espiando desde la cocina, creo que están pensando en cómo aniquilarme - susurró algo asustado. Me dí vuelta, y logré divisar el cabello de Martín detras de la puerta. Reí para mis adentros.

- no te preocupés, tú solo ignoralos -  aconsejé

- es facíl para ti decirlo - refunfuño

- acaso ¿tienes miedo Saddler? - pregunté divertida

- claro que no, ¿yo miedo? que estupidez - dijo con enfado.

En medio de la sala, aparecierón los gemelos, con una sonrisita de niñitos buenos. Algo tramaban.

- sofi, Julia te llamá - dijo Diego. Fruncí el ceño, ¿debería creerles?

- si, apresuraté, está histérica - de acuerdo, eso era algo mas normal.

- está bien - acepté - vuelvo enseguida - le dije a Kylan, pero el lo impidió tomando mi mano, lo cuál por cierto, hizó que se mi respiración disminuyera.

- no me dejes solo con ellos - pidió con sus ojos asustados en los miós

-  no... te harán nada - dije con dificultad

- sofia - apresuró Martín. Me solté del agarré de su mano, y caminé hasta la cocina. Algo me decía que no debía irme, pero estaba tan nerviosa con su mano en la mía, que solo pensé en huir.

(Kylan)

Sofia se había ido, me había dejado con ese par de locos. ¿quièn sabé lo que harían? ¿acaso me destriparían y luego venderían todos mis órganos a los mercados negros?  ¿o, primero me matarían para después sacarme los pulmones y darselos de comer a los perros? no lo sé. Estaba aterrado, y no suelo ser así, maldición.

- con qué ¿Kylan he? - preguntó Diego, mientras se acercaba a mí y se sentaba en el sillón a mi izquierda.

- si - dije, antes de tragar pesado.

- cuentanos, ¿que tal tu vida? ¿te gustán los chicos o las chicas? - preguntó martín, sentandosé tambien, pero a mi derecha

- las chicas claro - ¿que clase de pregunta erá esa?

- okay, y dimé, ¿salés con muchas de ellas o tienes novia? - preguntó el otro. Volví a atragar pesado, ¿que debía responder? - dinos la verdad - obligarón

- salgo con muchas de ellas - respondí. Los dos intercambiarón miradas.

- escuchanos, y hazlo con mucha atención - me miró  "el chef"

- no sé por que te metes con Sofia, pero hagás lo que hagás, no la lastimés. Ni te atrevas a querer tener nada con ella, no queremos ver una lágrima derramarse por ti, por qué sino, te haremos sufrir cómo nunca en la vida - dijo Martín - seremos tu peor pesadilla, haremos que súpliqués piedad, haremos que te desangrés, que llorés hasta ya no poder más. Te mataremos si le hacés algo malo, lo juro por dios - siguió Diego - y si, te estamos amenazando - senteciarón ambos - ¿entendiste? - 

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