capítulo 9: ¿amor?¿enamorada?

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(Sofia)

Entré a mi casa dandó un portazo. Las imagenes de aquel beso, si se podía llamar así a lo que se habían hecho aquellos dos. Se repetía una y otra vez en mi cabeza, haciendo que en mi interior algo se disgustase y se enfureciera mas segundo a segundo.

Deje mi mochila a un costado y fuí a la nevera. Casualmente cada vez que me sentía estresada, nerviosa, o cómo estaba ahora, enojada, me daba  mucha hambre. Al abrirla descubrí un cartón de leche, un sobre de queso rayado, una jarra con agua por la mitad, dos tomates, media naranja y un tarro de mermelada. Indignada por el vacío, tanto en mi estómago cómo en la heladera, me dirigí hasta la alacena. El tarro de las galletas, solo tenía dos oreos, la bolsa con cereales, solo contenía migas y lo único que quedaba era una caja de ravioles, con la fecha de vencimiento expirada. ¿en que estado ecónomico se encontraba su familia? en uno muy malo en verdad, había que hacer las compras, urgentemente.

- ¡no es posible! justó cuándo más lo necesito, no hay nada para comer - me quejé en voz alta.

Resoplé.

- ¿por que tantas quejas? - preguntó Cristian al llegar

- no hay nada para comer, ¡ni pan con manteca puedo hacerme! - respondí con una queja

- ¿en serio no hay nada? - negué

- no, y realmente necesito comer, no he tenido una buena mañana - dije mordiendo mi labio inferior, cosa que hago en situaciones como estas o de nervios, cómo cuando Kylan vinó a casa y me beso en la comisura de los labios, o en la escuela, cúando me tocó el cabello, me había agradado la sensación de su tacto en el. Inconscientemente llevé mi mano a mi cabello y lo deslice por mi comisura. Sonreí sin poder evitarlo.

¿que sucedia conmigo?

admítelo, te gusta Kylan

Mi conciencia respondió, pero solo decidí ignorarle, claro que a mi no me gusta Kylan. No me atraén los chicos cómo el.

-  aló, Sofia baja de la luna - la voz de mi hermano me devolvió a la situación real, no había comida, y yo la necesitaba, y mucho.

- perdón, estaba pensando... - dije

- emm si, me dí cuenta - rió el - oye, ¿que te ocurrió? ¿por que tuviste una mala mañana? - preguntó con sus verdes ojos centrados en los míos.

No sabía que responder, por un momento se me cruzó la idea de contarle la verdad a Cristian, pero luego, lo pensé mejor y no. Quiero decir, no creo que el seá malo cómo para saber, pero, era un chico, no estaba segura si me entendería, ni siquiera yo sabía que es lo que ocurría conmigo, con mis acciones o mis sentimientos, además, ¿cuántos cosas así había sentido el, para decirme a mi lo que era? yo no lo sabía, y no quería arriesgarme. Tenía que hablar con alguién que sepá, que ya haya vivído el caso,  aúnque repito, yo no se que me sucede. No, no le diría a Cristian, por más feo que eso sonara, no lo hablaría con el.

- tuvé inglés, tú sabes que no me gustá mucho, y dí un examen de bíologia, que tampoco me gusta mucho, y me dierón demasiada tarea, estoy algo cansada, eso es todo - le exliqué.

En cierta parte era cierto, el inglés no me gustaba, la profesora tampoco y eso de por sí, hacía que me estresara, pero no era la mayor razón del problema.

- bueno, descansá, yo íre al supermercado - me dijo. Asentí levemente.

Subí a mi habitación y me tiré en mi cama. No sabía que ocurría conmigo. Comenzé a analizar todo lo que había pasado. ¿como podía ser que hubiera pasado tanto en una mañana? en serio era sorprendente.

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