Capítulo 3

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JungKook sintió que los ojos le pesaban cuando se despertó ese domingo temprano. Había acordado de verse con sus amigos en casa de NamJoon (que no quedaba lejos de la suya) y comenzaba a arrepentirse. No quería salir, quería quedarse en su cama, calentito y comiendo chocolate. Sí, los mejores planes que tenía para que su acné aumentara.

Salió de la cama arrastrando los pies para cambiarse con su mejor ropa. Un jean cómodo, unas zapatillas negras y la sudadera de la Legión de Reconocimiento. Listo y preparado para partir a casa de NamJoon.

-¡A desayunar!-gritó su madre y a su nariz llegó el rico olor de las tostadas.

Su estómago rugió y corrió en dirección a la cocina, de todas formas tenía que estar en casa de NamJoon cerca del mediodía. Antes tenía que recobrar energías.

Al llegar su madre acomodaba las cosas sobre la mesa pero antes de poder sentarse ella lo miró.

-¡Salude, soldado!-rápidamente hizo el saludo militar de Shingeki No Kyojin y ella lo dejó sentarse para devorar el desayuno-Ya, Kookie, te pareces a Sasha.

Ambos rieron mientras desayunaban juntos. Hee Sook bajó después, cuando JungKook había terminado de desayunar. Apenas se quedó unos minutos antes de despedirse de ambas para emprender marcha hacia la casa de NamJoon.

Se colocó la capucha y siguió su camino. Apenas tenía unas cuadras de camino, llegaría en diez minutos cuanto mucho. Así que fue tranquilo, el día era perfecto y no había casi personas en la calle. Hubiera querido quedarse en su cama jugando videojuegos o leyendo, pero JiMin no le había dejado otra opción más que... ¿ese de ahí tras los árboles no era JiMin? Sí, era él con un vestido azul hasta la rodilla, unas botas altas y una chaqueta de cuero negra. Pudo distinguirlo aunque quiso usar la coleta que se había hecho al costado para tapar su rostro coloreado con un maquillaje suave. Se detuvo en el camino para mirarlo fijamente, JiMin suspiró y se cruzó de calle.

-¡Jamás te puedo sorprender!-se quejó haciendo puchero para posteriormente agarrarse de su brazo-Vamos, Nam nos espera para ver La purga.

Ah, ya había visto las dos anteriores de esas dos películas, esperaba que la tercera fuera buena también. Puso sus manos en los bolsillos de su sudadera mientras JiMin iba prendido de él, la cartera negra chocando contra su muslo constantemente. Era un poco molesto, pero pronto terminó siendo algo divertido cuando empezó a jugar con el omega para quitar la cartera. Reían caminando con pasos torpes intentando deshacerse de la cartera negra que iba de un lado a otro como un péndulo.

-Ay-se quejó JiMin cuando chocó con alguien.

JungKook alzó la mirada, encontrándose con los pequeños y molestos ojos de un alfa pálido que, si mal no recordaba, era la pareja destinada de su amigo. El omega se ocultó tras él, avergonzado de estar frente a frente con su alfa.

-Lo sentimos, no veíamos por dónde íbamos-dijo intentando evitar alguna pelea con un alfa.

Él podría ser uno, pero eso no quería decir que ganaría una pelea. Era lo suficientemente débil como para no ganar.

-YoonGi ¿Qué haces?-el olor era inconfundible, JungKook lo detectó antes de que pudiera ver a Seok Jin agarrarse del brazo del alfa pálido-Oh, hola.

El omega los miró con una pequeña sonrisa, pero desconcertado dirigiendo sus bellos ojos del alfa al cual agarraba a ellos. JungKook dio unos pasos hacia atrás, hizo una reverencia y tomó a JiMin de la cintura para irse rápido de allí. No se quedaría a pasar vergüenza frente a su pareja destinada.

Pero en cuanto se alejaron un par de pasos, sintió la mano de YoonGi tomar su escuálido brazo. JiMin seguía oculto, evitando mirar al alfa, así que JungKook estaba solo en eso. Miró al chico, que no era más alto que él, el cual parecía querer prenderlo fuego con su mirada. Jin, quien seguía sosteniéndolo del brazo, dio una pequeña risa y se dirigió a él.

La bella y el feo [KookJin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora