016

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Al llegar a su casa evitamos quedarnos mucho tiempo fuera de su habitación para no encontrarnos con Jungkook.

Todo afortunadamente resultó con éxito.  No habían rastros de él.

Una parte de mi lo quería ver pero el otro solo esperaba estar en calma y claramente con él cerca eso iba a ser imposible.

Estuvimos encerrados toda la noche con Jimin. Viendo películas, conversando de la vida y de un momento a otro caí profundamente en los brazos de morfeo.

A la mañana los rayos del sol, provenientes de la ventana, llegan directamente a mi rostro bañándolo completamente con su luz.

Hace mucho tiempo que no dormía tan bien. Desde la última vez que había dormido con Jungkook a decir verdad.

El calor que sentí fue totalmente distinto. Mientras que Jimin me daba ese calor fraternal que tanto he anhelado, Jk me daba ese fuego que prendía cada fibra de mi ser, cada parte de mi cuerpo, haciendo que implore por su toque en mi más sensible centro en el cual solo él a estado.

Era tiempo de volver a la realidad, así que sin esperar más abandoné la cama dejando a Jimin solo.

 Miro en su dirección y observo detenidamente cada centímetro de su cara. Sus tiernos ojos completamente cerrados formado perfectas líneas y entre éstas se encontraba aquella pequeña pero a su vez ancha nariz que le daban ese toque de ternura en su rostro. Un poco más abajo me topaba con esos carnosos labios, los que en ese momento estaban entre abiertos dejando pasar el aire que entraba y salía de su cuerpo, esos benditos labios hacían que esos toques de ternura se mezclara con la sensualidad de éstos formando una perfecta mezcla que daba como resultado a Jimin. 

En ese momento comienza a moverse, y yo aún sin quitar la vista de él, intento girarme antes de que se de cuenta que lo estaba observando.

―Te vi Hee ―dice somnoliento.

Cierro mis ojos y me giro, siento mis mejillas arder pero de todas formas igual lo enfrento abriendo un solo ojo y veo como él me mira divertido.

―Perdón si te incomodé Chim Chim.

―No te preocupes ―responde sin quitar su sonrisa del rostro―¿Entras tu primero al baño? 

― Oh! si! si! ―corro hacia el baño para asearme.

La verdad no sé en que momento pasó tan rápido el tiempo. Luego que nos vestimos, decidimos salir de la habitación para comer algo.

― ¿Te parece desayunar afuera?― pregunta Jimin cuando íbamos bajando la escala.

―   Creo que sería lo mejor― respondo. 

Pasé toda la tarde junto a Jimin, a su lado me sentía bien, me hacía reír, conversábamos muchas cosas y para ser sincera es un excelente consejero. 



Una semana. Ni una sola llamada.

Dos semanas. Con suerte un saludo en la agencia.

Un Mes. Lo extrañaba demasiado por muy mal que me haga.

Estaba caminando por la orilla de la playa cuando siento vibrar mi teléfono.


Jungkook

Hola.

¿Por qué ahora? Me dije una y mil veces que no iba a caer de nuevo pero es impresionante como caen mis barreras con un simple hola.

Hola :)

Jungkook 

¿Cómo estás?

¿Vas a seguir respondiendo? Al parecer si.


Bien gracias. 

¿Sucede algo?


Necesitaba ser tajante con él y darle a saber mi malestar. 

Miro a todos lados buscando un lugar para sentarme y poder responder tranquilamente sus mensajes, por lo que me dirijo a unas rocas que estaban cerca de la orilla.

Jungkook

Eso mismo te preguntaría yo.

¿Qué? ¿Es enserio? ¿Realmente estoy leyendo eso?

Nada Jungkook. Nunca pasa algo. 

En ese momento dejo de responder a sus mensajes y guardo mi teléfono enojada. Segundos más tarde siento como el aparato vibra y creo saber quien es pero estoy tan molesta que decido no responder.

Primera llamada. Segunda llamada. Tercera llamada. Por fin desiste.



Perdón por no haber subido antes pero había quedado seca. No encontraba la inspiración. 

Por ahora les dejaré un pequeño adelanto de lo que viene.  Luego de esas llamadas sin contestar pasaran muchas cosas.

XoXo

「 His Eyes ⇢ Jeon Jungkook 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora