026

1.2K 97 10
                                    

—Gracias por todo Taehyung —lo abrazo.

Él al soltarme me toma de las mejillas y me mira. Lo que veo en sus ojos me tranquiliza, es una sensación tan linda. Taehyung es de esas personas que te expresa tanto con tan poco y eso me encanta.

—Sabes que siempre podrás contar conmigo —dice sonriente— sé que no eres una mala persona y esa es la gran razón por la que estoy aquí, ayudándote.

Al decir eso, se gira y se marcha, dejándome con mil emociones dentro.

***

Ya han pasado 2 semanas desde que Taehyung estuvo en mi casa.

Han sido dos semanas de completo aislamiento para mi. Necesitaba pensar y poder relajarme para llegar a una decisión.

En todo este tiempo los chicos me han enviado mensajes, los cuales no respondí, porque cualquier cosa que les dijera podían interpretarla de una forma totalmente diferente a la que les quería hacer llegar. Mientras no tuviera mi mente clara y no los viera cara a cara, mejor era mantener la distancia.

Con el único con el que no perdí contacto fue con Taehyung. Gracias a él he podido pensar mejor las cosas. Me ayudó mucho en todo esto que me tenía muy mal.

Mi mamá siempre me dice que mandan saludos. Hay días que me envían obsequios, y de verdad que se los agradezco. Sin embargo, estos detalles me matan.

Odio tener que decidir cosas y saber que en todas las opciones alguien terminará sufriendo. Ya es hora que comience a velar por mi felicidad, es hora de por fin estar en paz conmigo misma.

Hoy he llegado a conclusión que hay que ponerle fin a un capítulo de mi vida. Puede que haya sido tormentoso pero, a su vez, fue uno de los más bonitos que me ha tocado vivir. Es difícil dejar ir lo que amas, para nadie es fácil. Pero uno siempre tiene que ver que es lo que te hace bien, y si, lamentablemente, ese alguien te daña más de lo que debería ya es hora de decir adiós.

Hoy, finalmente, le daré esa tan preciada oportunidad de poder hablar conmigo. Es tiempo que Jungkook me diga todo eso que quiere decir. Es un bien para los dos.

Según Tae, Jungkook ha estado sumido en una tristeza hace tiempo. Específicamente, desde que todo pasó. Su chispa especial que lo caracteriza, ya no está, y eso lo tiene muy angustiado. Por eso he decidido escucharlo. Por Taehyung, los chicos, por Jungkook y también por mi.

Voy en camino a la playa donde muchas veces fui para estar en paz. La diferencia es que hoy será testigo de un cierre de ciclo en mi vida.

Por lo que me dijo Jungkook ya está ahí esperándome hace 15 minutos.

En estos momentos soy más nervios que persona. Hace ya un mes aproximadamente que no lo veo. Estoy ansiosa por verlo.

A lo lejos distingo su bien formada espalda. Él se encuentra sentado, al lado de una gran roca, de espaldas a mi, por lo que no observo muy bien su rostro.

Me acerco sigilosamente hacia donde está situado. Cosa que no me funcionó porque al sentir mis pasos, gira su cabeza y al verme, se levanta rápidamente. Mientras se limpia su ropa no quita su vista de mi. Eso me pone aún más nerviosa.

—Gracias por venir Hee —dice a penas llego a su lado.

—No me agradezcas. Era algo que tarde o temprano tenía que pasar — le respondo dándole una especie de sonrisa. Al ver su rostro pude deducir que fue más parecida a una mueca incómoda.

—Si —dice casi en un susurro— tienes razón.

Nos quedamos inmersos en un incómodo silecio por un momento. Se palpaba la tensión.

「 His Eyes ⇢ Jeon Jungkook 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora